Re Zero Prequel Amando los días pasados

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Índice

Prólogo: “El primer llanto” ………003

Capítulo 1: “Perseguida por la luna esférica”……006

Capítulo 2: “La noche del descenso de las estrellas”  ….048

Epílogo: “La voz que llora” …….101

Prólogo: “El primer llanto”

-En el momento en que abrió los ojos, lo primero que le asaltó fue la duda de qué cosa era ella.

Enigmáticamente, ella poseía el conocimiento.

Si ella fuera a definirlo, entonces ella estaba actualmente en un estado en el que simplemente el receptáculo para el alma había sido preparado.

Para iniciar algo, se había preparado el receptáculo revestido de cimientos para el conocimiento y las habilidades, faltando sólo su contenido esencial, finalmente se había insertado era la condición.

Si ella pensaba en ser capaz de empezar a caminar, podría haber caminado. Si pensaba en poder empezar a hablar, podría haber hablado.

Sin embargo, la voluntad que buscaba realizar esas inevitabilidades también era insuficiente, y por esa razón era incapaz de moverse.

"───"

Una habitación que tenía la impresión de estar extrañamente vacía, con círculos dibujados en el suelo brillando fugazmente. Comprendió que era un patrón para algún tipo de técnica mágica, pero ignoraba de qué se trataba en concreto.

La razón por la que su yo estaba en el centro de esta luz, era porque su yo había nacido aquí.

Su yo, que aún no era Algo había nacido, y sin siquiera emitir un primer grito, estaba examinando el estado de su entorno.

"───"

Forzando la vista en la penumbra interior, lo que pudo ver fueron libros apretados en estanterías, y muchos tipos de materiales esparcidos por el suelo, afirmando aquellos, finalmente se fijó.

De la sombra que miraba hacia abajo, hacia ella misma, mientras estaba de pie dentro de la luz.

"───"

Cabello largo y blanco, una belleza tan pasajera que parecería desmoronarse con un solo toque, la dama ataviada con ropas negras que iban en contra de la impresión de su cabello, estaba allí de pie esgrimiendo un aura de presencia definida.

¿Por qué no la animaba una persona tan bella y hechizante? La razón era obvia.

Al igual que no podía imaginarse una luz demasiado potente, ella simplemente había pasado por alto lo que era demasiado grande.

Que no era nada tan exterior como su presencia o su resplandeciente belleza, sino que era algo que significaba mucho para ella misma, que aún estaba por ser Algo.

-Que era alguien insustituible para ella, que no era Nada.

"-Ah."

Sus labios intentaron vocalizar algo, temblando débilmente, soltaron un suspiro.

El terraplén se destruyó de inmediato, el colapso a partir de entonces perceptible de inmediato.

"Ah, a~a~h.… a~a~a~h."

Voz imposible de ser vocalizada se desbordó, algo cálido goteó por el rabillo de sus ojos.

No poseía medios para detener su voz, detener sus lágrimas.

Lo que se derramaba, lo que goteaba, era el sobrenadante del alma imposible de ser contenido en este receptáculo. Derramándolas en su totalidad, finalmente, el alma se emparejó con el receptáculo.

Con esto, por fin, todo comenzará.

Por fin, su yo, que no era Nada, su yo, que había emitido su primer grito, deberá...

"-Buenos días."

De repente, resonó una voz que no era la suya, y levantando la barbilla temblorosa, alzó la mirada.

Un campo de visión borroso, la forma de esa persona que había sido vívidamente visible hasta antes ya no era visible, y frotándose frenéticamente los ojos, buscó, buscó, buscó la figura de esa persona....

"-Eres tú, Beatrice."

le dijo la voz, mientras una mano apoyaba la mejilla de la niña perdida.

Conteniendo la respiración, contempló la belleza que tenía ante sus ojos. Aquella persona, curvó los labios algo turbada. Con un retraso, se dio cuenta de que era una sonrisa que provenía de esta persona desmañada.

"-Eres mi, veamos. Algo parecido a una hija".

Capítulo 1: “Perseguida por la luna esférica”

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???: "Beatrice-sama, ¿cómo llevabas antes tu vida?"

Ante la despreocupada pregunta que le lanzaron, Beatrice levantó lentamente el rostro.

Había llegado el momento de esperar la cena, sentada frente al fuego con un libro abierto en el regazo. Ante sus ojos, poniendo el puchero en el fuego estaba quien pasaba idéntico tiempo en estas tierras, Lewes.

Una rara semielfa, la joven confería un deber indispensable en el Santuario. Hoy en día, Beatrice había estado actuando frecuentemente junto a ella y pasando tiempo juntas.

Como era de esperar, pasaban el tiempo juntas y aburridas.

Beatrice: "...Tú, qué es lo que pretendes, supongo".

Lewes: "¿Era una pregunta extraña por mi parte?".

Beatrice: "No se trata de ser extraño, de hecho. Simplemente, para que indagues en Betty, qué es lo que estás tramando, supongo. Confiesa con honestidad, y te soltarán sin enfrentarte a mucho, de hecho".

Lewes: "¡Que yo esté tramando algo, eso está fuera de cuestión...!"

Sujetando la cuchara para remover la olla caliente cerca del pecho, con el pelo largo y teñido de rosa, Lewes actuaba avergonzada.

Una joven inadaptada a los secretos. También se mostró dócil frente a Beatrice, y ésta quiso confiar en ella cuando dijo que no tramaba nada... pero no bajará la guardia.

Beatrice: "En cualquier caso, Roswaal se rebajaría a cualquier nivel si es para burlarse de Betty, supongo".

Lewes: "Ah, así que te preocupaba eso...".

Beatrice: "¡Ya está, esa reacción! Tu cara dice que, de hecho, ¡sabes algo!".

Señaló con un dedo a Lewes, que pareció consentir, mostrando una sonrisa amarga. Después, Lewes dijo: "Es un malentendido" y volvió a meter la cuchara en la olla caliente.

Lewes: "Hace un momento, simplemente pensé que ciertamente estoy de acuerdo con los pensamientos de Beatrice-sama. Porque parece que Roswaal-sama encuentra a Beatrice-sama tan mona que no puede evitarlo".

Beatrice: "Qué idea tan equivocada, supongo. De hecho, tú también estás ciega en un grado asombroso. Es desagradable, eso es todo, supongo".

...