Reflexiones sobre el Libro de Caballería

Algunas reflexiones sobre el libro de la Caballería de Ramón Llull

Este libro es considerado como una norma moral, según indagué en Internet. Empero, siento que este libro es más que eso.

El libro que empieza recordando cuales deben ser las virtudes de un caballero, mismas que deben acompañar al caballero templario cada día en toda hora, indica que se debe ser misericordioso, pues Dios es misericordioso, se debe ser piadoso, bondadoso, HUMILDE, en mayúscula, pues es una virtud muy fácil de omitir.

En las páginas de este pequeño libro alerta la importancia de evitar caer en la lujuria, la avaricia, la injusticia, no es digno, pues, aquel hombre que se deje llevar por sus intereses propios, pues se aleja de la verdadera vida de la caballería, además se separa de Dios, pues para Llull, tanto el sacerdocio como el ejercicio de caballería son dones que Dios nos da.

Muy aunado al camino que lleva el iniciado en la vida templaria se observa en el libro la vida que lleve llevar el escudero, que en el caso del que inicia el camino es el de aprender, dejarse instruir acompañar y aprender no solo las enseñanzas plasmadas en muchas obras, sino aprende a hacer el camino del servicio a los demás, sin esperar reconocimiento de sus congéneres, pues entonces ese servicio es falso, vacío y puede llevarnos a la fanfarronería, matando el verdadero sentido que tiene el servicio y ayuda a los demás, que es el amor, ya que solo desde el amor es comprensible todo lo que un seguidor de nuestro Señor hace, renuncia a sus comodidades y va ayudando, dando lo mejor de sí solo pensando en que está haciendo lo correcto por amor a Dios y esperando agradar a Dios en el servicio que presta a los demás.

En la tercera parte, se hace un examen de conciencia, pero a la conciencia del candidato, que el autor llama escudero, y es si de verdad el paso que va a dar es por amor y temor a Dios, o más bien por buscar gloria, propiedades o riquezas, pues si esto es lo que busca no es digno de ingresar a la Orden de Caballería, igual supongo que ocurre en el camino del templario, se desea ingresar por fama u otros intereses, o bien es por amor a Dios y el mismo temor para entender los primeros pasos que ha de dar la persona deben ir en sintonía con lo que Dios quiere de nosotros.

Acota también el autor, algunos requisitos, como por ejemplo la edad, no debe ser el candidato ni muy joven, ni muy mayor,  o por la apariencia física de la persona,  o si la persona es o no un hidalgo, o sea una persona de honor. Debe entender también el candidato que no es por los bienes que posee que será armado caballero, sino por los méritos de sus obras y el testimonio de su vida, aquella persona que busque ingresar teniendo una vida desordenada, licenciosa no debe llevar deshonra a su vida de caballero, y si no ha cambiado de vida previamente, no va a dar un buen testimonio como caballero.

Además es importante que sepa las implicaciones de la opción que ha solicitado, en las épocas de la baja y la alta Edad Media, corría el caballero riesgos de perder la vida, hoy en día, no es tan factible que eso ocurra, sin embargo implica que debe tener la misma solicitud y conciencia, pues aunque no se juegue la vida, está expuesto al escarnio de la gente, a los insultos y desprecios, incluso hasta de los suyos.

El sentido de una vida honesta y sincera, implica la persona debe tener sus ingresos propios, dice el  autor, entiendo este punto por cuanto un caballero debe aprender a vivir una vida ordenada, sin excesos y sin necesidad de robar, mentir o vivir a usura, aptitudes que hacen a la persona innoble y desleal a los propósitos de la orden de caballería.

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