Reforma Fiscal
Enviado por ChioRebollo • 2 de Noviembre de 2012 • 1.710 Palabras (7 Páginas) • 813 Visitas
Los retos del sistema fiscal
El reto fiscal que enfrenta el país consiste en que nuestro sistema tributario:
• Produce recursos notoriamente insuficientes para financiar las necesidades de gasto público de un país con las necesidades y características de México.
• Depende de manera excesiva e insostenible del uso de recursos del petróleo.
• Distribuye la carga fiscal de manera inequitativa entre los mexicanos.
• No garantiza la solvencia futura de las obligaciones pensionarias de la hacienda pública.
• Está basado en un esquema de coordinación fiscal entre niveles de gobierno agotado ante la nueva realidad política del país e insostenible pues ha generado una distribución entre niveles de gobierno de las atribuciones tributarias y de los recursos inequitativa e ineficaz.
Tal es el reto que una reforma fiscal debe proponerse resolver.
Lo que se hizo y lo que se tiene que hacer
La reforma fiscal que México requiere debe ser integral y a fondo. Integral en cuanto que debe incluir propuestas de solución para cada uno de los distintos aspectos del reto fiscal ya mencionados, y a fondo en el sentido de que las soluciones a varios aspectos del reto fiscal sólo pueden ser construidas satisfactoriamente a partir de la reforma fiscal.
Las reformas intentadas en 2001 y 2003 fueron propuestas parciales que se limitaron a planear modificaciones a algunos impuestos en particular al IVA y si bien su objetivo, aumentar la recaudación, era valido su efecto de haber prosperado dicha propuesta hubiera sido agravar las condiciones recesivas existentes en ese momento en la economía dado su énfasis recaudatorio vía IVA. Fue erróneo que esas propuestas de reforma no hubieran planteado soluciones a los otros aspectos del reto fiscal. En consecuencia, de haber prosperado, dichas propuestas fiscales no habrían logrado mejorar el desempeño de la economía en el mediano plazo pues los problemas no resueltos habrían continuado ejerciendo sus efectos negativos sobre la economía nacional.
En síntesis las reformas fiscales parciales no lograrían mejorar la competitividad del país ni el desempeño económico de manera sustancial o permanente. Sus logros, de haberlos, serían escasos y temporales.
Algunos de los aspectos deben atenderse a nivel constitucional. Por ejemplo, las normas para regular el proceso presupuestario que suplan a las actuales, algunas de ellas originadas en la Constitución de 1857, que resultan obsoletas o insuficientes ante la complejidad del proceso presupuestario moderno.
Además de integral y a fondo, la reforma es urgente. Ello es así en función de las condiciones presentes de la economía nacional y la internacional, y por la complejidad y gravedad de los problemas que plagan nuestro sistema fiscal, ya descritos. Como consecuencia del problema fiscal de México el gobierno se ha quedado sin los instrumentos de política económica necesarios para enfrentar las condiciones adversas de la economía global
En conclusión las condiciones actuales de la economía global, la buena marcha de la economía nacional requiere construir una reforma fiscal integral, que atienda todos los elementos del reto fiscal, y a fondo, en el sentido de requerir que las bases del nuevo sistema queden plasmadas en la Constitución. Es decir se requiere dar un paso hacia un nuevo sistema fiscal hacendario.
Hacia el nuevo sistema hacendario
La construcción de un nuevo sistema hacendario debe partir de la definición de las bases para un nuevo arreglo entre la federación, los estados y sus municipios en materia fiscal. No tiene sentido discutir figuras impositivas nacionales (ISR, IVA, IEPS) sin tener una definición sobre que las obligaciones de gasto corresponden a cada nivel de gobierno y que facultades tendrían para financiar tales responsabilidades. Y estas nuevas bases, reitero, deben quedar plasmadas en la constitución.
También deben quedar definidas en la constitución por su importancia y jerarquía las bases del nuevo régimen fiscal en materia de hidrocarburos y las directrices para el uso de estos recursos, así como las nuevas normas para regular el proceso presupuestal.
Para eliminar incertidumbres se requiere regular cuidadosamente todo el proceso presupuestario y prever todas las hipótesis posibles; la mera reconducción presupuestal como lo proponía la iniciativa presidencial de 2001 es una solución insuficiente. En ese sentido, es necesario pensar en un capítulo hacendario en la Constitución, este capítulo podría incluir entre otros los siguientes puntos:
1. Dotar al Senado de plenas facultades en materia presupuestaria.
2. Ampliar el periodo de análisis de las iniciativas de Ley de Ingresos y de Presupuesto de Egresos por parte del Congreso.
3. Establecer plazos para cada cámara sobre cuándo deben analizar y votar las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos que les envía el Ejecutivo, con el objeto de asegurar su aprobación oportuna.
4. Precisar que las modificaciones a esos dos instrumentos de finanzas públicas durante su vigencia, requieren de iniciativa presidencial ante el Congreso y definir el proceso a seguir para asegurar oportunidad de decisión.
5. Establecer las bases para el formato que deberían tener las iniciativas, sus anexos, como los Criterios de Política Económica, el presupuesto por programas y el presupuesto por programas y el presupuesto por función, entre otros, para contribuir a la claridad de lo que se aprueba cada año.
6. Eliminación de las partidas secretas.
La necesidad de reducir la dependencia fiscal sobre los derechos petroleros exige definir un nuevo esquema de distribución de los ingresos petroleros. Éstos, en forma resumida pueden ser destinados a tres fines:
1. Una parte para la operación de Pemex y sus
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