“Relación entre Autoestima y Liderazgo”

Universidad Mariano Gálvez de Guatemala

Facultad de ciencias de la administración

Dirección de posgrados

Maestría en Dirección Financiera

Curso: Liderazgo

Catedrática: Licda. Lilly Ayerdi Calderón

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Ensayo:

“Relación entre Autoestima y Liderazgo”

Adolfo Rios Asencio          1291 -01 -291

3 de marzo de 2016

INTRODUCCIÓN

“No hay nada tan difícil como conocerse a sí mismo” Tales de Mileto.

El siguiente ensayo es un estudio sobre la relación que existe entre la autoestima y el liderazgo, pero para hablar esta indiscutible relación es importante realizar una síntesis de ambos temas, comprenderlos y entrar en materia; y finalizar luego con la relación que hay entre ambos. Por consiguiente, ya que esta dependencia está muy marcada por comportamientos personales, se presenta un estudio del liderazgo, la autoestima y su relación bajo un enfoque personal. Es necesario aclarar ya que se puede encontrar temas relacionados al liderazgo en dos vías, una es la personal y por otro lado están las empresas líderes, por ejemplo: el liderazgo de una empresa en telecomunicaciones o en comida rápida.

Luego de analizar varios autores y el contenido que proveen para los temas evaluados, se tomó en consideración los artículos que más llamaron la atención y se relacionan entre sí. Bajo el tema de liderazgo, se resaltan atributos o características que hacen mejor a un líder. Mientras que para la autoestima se consideraron citas sobre los sentimientos y como estos pueden llegar a accionar en la vida personal.

LIDERAZGO

Según lo indica la Real Academia Española el liderazgo es el ejercicio de las actividades de un líder. Al mismo tiempo indica que el ser un líder es aquella persona que va a la cabeza entre los de su clase. Esto quiere decir que el que va a la cabeza tiene muchas habilidades para llegar a ir delante. Dave Ulrich resalta “El liderazgo es una combinación de competencias y resultados” (Zenger & Flokman, 2012).

Max de Pree comenta que el “liderazgo empresarial de hoy, por diversas razones, desalienta lo que solía ser el compromiso significativo. Se sigue una pérdida de confianza en el otro. Además, el trabajo ya no tiene el sentido de antes. Estas son carencias reales, aunque todavía no las enfrentamos. Además, se está perdiendo aplomo corporativo. Hace veinte años se podía palpar una cierta desenvoltura, es decir que en la empresa las personas confiaban unas en otras se preocupaban. Tenían seguridad en sí mismas y podías contar con ellas para trabajar por su cuenta si era necesario. Pero cuando se pierde el aplomo corporativo, la gente no se siente capaz de hacer esto. Esta realidad forma parte del nuevo contexto” (Drucker, 2007).

Por otro lado, Maxwell (1999) indica que el liderazgo nace desde adentro de una persona, si se logra ser líder por dentro, será capaz de ser un líder por fuera, causando que la gente lo siga en cuanto llegue a suceder este cambio y será capaz de enfrentar cualquier cosa en este mundo.

“Antes, la palabra líder estaba reservada sólo para una selecta élite de personas: el rico dirigente de industria, el gran hombre político, el indómito comandante militar. Eran en verdad pocas las personas que podían ser definidas y consideradas líderes. Hoy, las palabras líder y liderazgo han entrado en el lenguaje común y se han puesto al alcance de todos. Basta ver la sección de ofertas de trabajo de un periódico cualquiera para descubrir que la mayoría de las empresas buscan colaboradores con “destacadas cualidades de liderazgo”. Pero la concepción del término ha cambiado: si antes se indicaba con él a un ‘jefe carismático’, a un ‘guía’ (líder deriva precisamente del inglés to lead, que significa justamente ‘guiar’, ‘conducir’), ahora se relaciona con más frecuencia con quien es capaz de guiarse a si mismo” (Re, 2012).

Hablar de liderazgo es considerado como un tema trillado; existen demasiados libros que conversan del mismo tema llegando a preguntarse el porqué es necesario volver a escribir un libro más de liderazgo. La respuesta es simple, hoy en día existe una gran necesidad de liderazgo y por lo tanto es importante hablar y recalcar el tema. Si bien es cierto el liderazgo es un comportamiento arraigado en el líder, y tal como lo dice la Real Academia Española para llegar a tener este comportamiento deben cumplirse un conjunto de atributos o competencias y así obtener un mejor liderazgo, marcando así una tendencia de las acciones que puede llegar a emprender un líder. Es impresionante saber también que conforme pasa el tiempo, las ideas de que cualquier persona puede ser líder se adapta más en la sociedad, ya que según Re un “líder” era considerado solamente las personas que tuvieran un alto puesto jerárquico, político o en la milicia; pero cuando ahora la industria exige la adquisición de personas para laborar con uno o más atributos que destacan de un líder. Estas competencias son muchas y, no cabe duda una de ellas es la actitud hacia uno mismo, o la autoestima, por esta razón Maxwell destaca que, para ser un líder por fuera, es necesario creerse primero que uno es líder; por eso al decir que el líder debe nacer desde adentro para que se vea por fuera, es porque debe existir en nuestra mente el pensamiento de que soy capaz de hacerlo.

Si se reúnen los conceptos antes expuestos se puede percibir la fuerte necesidad de líderes en la vida cotidiana, no solamente en el entorno organizacional o empresarial, si no que en una los tipos de entorno que impliquen un toque social: iglesia, universidad, colegio, equipo de futbol, laboral, entre otros. Es decir, un líder por sí solo no puede percibirse, para eso se requiere un desenvolvimiento social activo en donde puedan florecer los mejores atributos que puede ofrecer. Es cierto que mientras más desenvolvimiento social tiene una persona, se van conociendo mejor la forma de ser o de actuar propia y la de los demás, dejando a la vista si está dotado de comportamientos de liderazgo o no.

Los entornos sociales básicos de Guatemala, la universidad, colegio, iglesia, una empresa, entre otros; funcionan bajo la tutela de líderes capacitados y entrenados para ejercer un papel importante de liderazgo dentro del entorno en el que se encuentran. Es ahí cuando uno se da cuenta de la fuerte necesidad de liderazgo para un mejor desenvolvimiento de las personas, y es más latente y necesario cuando el entorno está compuesto de personas con un nivel de madurez más alto, como por ejemplo en la universidad, el entorno laboral, o la iglesia; esto derivado a que en las edades más maduras es cuando se requiere que resalte el líder que uno lleva por dentro, o la necesidad de liderazgo.

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