Relacion Entre La Practica Y La Teoria
Enviado por adrianao7 • 15 de Julio de 2013 • 3.667 Palabras (15 Páginas) • 701 Visitas
La teoría en la práctica educativa
Luis Gerardo Meza Cascante
La distancia entre la teoría y la práctica que todo el
mundo deplora es, en la actualidad, endémica
dentro de la perspectiva de que la teoría de la
educación puede elaborarse en contextos teóricos
y prácticos diferentes del contexto teórico y
práctico en el que se pretende aplicar.
Wilfred Carr
Resumen
En su obra "Una teoría para la educación. Hacia
una investigación educativa crítica" Wilfred Carr
intenta demostrar que la brecha entre la teoría y la
práctica educativa no se debe a estos supuestos,
sino "que las distancias entre la teoría y la práctica
están totalmente inmersas en los fundamentos
conceptuales sobre los que se ha construido el
conjunto de la práctica de la teoría de la educación
y que solo se eliminarán retirando algunos
supuestos básicos dudosos en cuyos términos se han entendido siempre la teoría de
la educación y su relación con la práctica".
Tomando como fundamento los planteamientos de Carr en la obra citada, me intereso
en este trabajo por destacar sus ideas más relevantes y reflexionar sobre los alcances
en nuestra realidad educativa.
Introducción
La relación entre teoría y práctica educativa ha recibido mucha atención. Para Carr,
como tema de discusión y debate, la relación entre la teoría de la educación y la
práctica educativa ha recibido más atención que la mayoría de los temas.
Lamentablemente, como concluye este autor, a pesar de la gran cantidad de
publicaciones sobre el tema la mayoría de los educadores siguen pensando que la
teoría educativa es "jerga" incomprensible que no tiene nada que ver con sus
problemas y preocupaciones.
Para unos teóricos la brecha que se observa entre la teoría y la práctica educativa se
debe a la ignorancia, la apatía o la indiferencia de los docentes. Otros, convencidos de
que su "jerga" es difícil de comprender y sosteniendo que la relevancia práctica de sus
teorías no siempre es evidente, creen que la brecha entre la teoría y la práctica se
puede salvar mediante la introducción de estrategias que traduzcan a los profesores
las teorías relevantes y los convenzan de su valor práctico.
Qué entendemos por práctica educativa
Aunque parezca paradójico no es fácil dar una definición de lo que debe entenderse
por práctica educativa. Como dice Carr, "resulta sorprendente descubrir que los
filósofos de la educación que defienden de buena gana el sentido de "teoría de la
educación" parecen reacios a discutir cómo ha de entenderse el concepto de práctica
educativa".
Tal vez una parte de los estudiosos asuman la posición de ver el concepto de práctica
educativa como un término primitivo, al estilo de los matemáticos, del cual se asuma
que se conoce lo suficiente por las relaciones que guarda con otros conceptos, que no
se definen explícitamente al carecerse de otros términos previos y precisos que
puedan ser utilizados en tal definición. O, tal vez, otras personas estimen que es
innecesario definir lo que es evidente, pues asumen que la "práctica educativa" es algo
que resulta claro y evidente para todo el mundo. A Carr le queda la sensación de que
se asume que el significado de "práctica educativa" es tan rotundo y claro que
podemos quedarnos tranquilos con nuestras ideas de sentido común cuando usamos
la expresión en las discusiones y debates sobre la educación.
Pienso que posiciones como las esbozadas anteriormente encierran ciertos peligros,
como el que señala Carr cuando afirma que "podríamos esperar que cualquier
investigación filosófica sobre el significado de práctica educativa que se centrara solo
en la forma actual de utilización del concepto, fuese incapaz de detectar los puntos
débiles heredados que contuviera nuestro concepto actual".
Como Carr considero que nuestro concepto actual de práctica educativa constituye el
producto final de un proceso histórico a través del cual un concepto más antiguo,
amplio y coherente ha ido sufriendo transformaciones y modificaciones graduales.
Kemmis, en el prólogo de la obra de Carr, aclara este punto. En efecto, nos dice: "
Para el profesor en ejercicio, ¿puede haber alguna idea más inocente, más
transparente, más familiar que la de "práctica"? Es lo que hacemos. Es nuestro
trabajo. Habla por sí misma –o, al menos, eso pensamos. Pero hay otro punto de vista:
la práctica no "habla por sí misma". Según esta perspectiva alternativa, la práctica
educativa es algo que hacen las personas. La práctica educativa es una forma de
poder; una fuerza que actúa tanto a favor de la continuidad social como del cambio
social que, aunque compartida con otros y limitada por ellos, sigue estando, en gran
medida, en manos de los profesores".
Importancia de comprender la propia visión de los
educadores
Para Carr es evidente que la práctica educativa no se trata de una especie de
conducta robótica que el docente lleva a cabo de manera completamente inconsciente
o mecánica. Es una actividad intencional, que el docente desarrolla en forma
consciente, que solo podemos comprender adecuadamente si consideramos los
esquemas de pensamiento, las más de las veces implícitos, en cuyos términos otorgan
sentido a sus experiencias los educadores.
Por tanto, sostiene que "los educadores solo pueden llevar a cabo prácticas
educativas en virtud de su capacidad para caracterizar su propia práctica y para
hacerse idea de las prácticas de otros partiendo de la base, por regla general implícita,
de un conjunto de creencias relativas a lo que hacen, de la situación en la que actúan
y de lo que tratan de conseguir".
Asimismo, indica que una práctica educativa es también social y que, en
consecuencia, el esquema teórico de un docente individual no se adquiere en forma
aislada. Se trata, más bien, de una forma de pensar que se aprende de otros colegas y
se comparte con ellos, que se conserva a través de las tradiciones de pensamiento y
práctica educativos en cuyo marco se ha desarrollado y evoluciona. En otras palabras,
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