Relsciones Civico-militares, Chile

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Desde la irrupción de las Fuerzas Armadas en la vida política chilena en 1973, la que terminó con casi cincuenta años de convivencia democrática en el país, el tema del poder militar ha estado presente en todos los ámbitos de la sociedad y con esto su relación con el cuerpo cívico, el cual, si bien está compuesto por cada ciudadano chileno, será asumido en este documento como todo aquel ciudadano Chileno que no participo en el golpe de estado en calidad de perpetrador.

Las relaciones cívico-militares son un punto complicado de analizar, aun con toda la información relacionada al respecto.

Las relaciones cívico-militares anteriores al golpe de estado han sido tremendamente contradictorias y llenas de conflictos en Chile, pese al convencimiento dominante en la población, por lo menos hasta 1973, de que el país contaba con una institución obediente, no deliberante y defensora de la constitucionalidad y la convivencia democrática. De hecho, los militares y su subcultura eran verdaderamente desconocidos para la gran mayoría de la ciudadanía.

Lo cual cambio drásticamente cuando el 11 de septiembre de 1973, el comandante en jefe del ejército, señor Augusto Pinochet, interrumpió la democracia en chile, rompiendo así, la desinformación del pueblo sobre los militares. Junto a esto quebró una relación ficticia entre el pueblo y los militares, la cual la ignorancia había creado, en la que los primeros creían que el ejército les protegía, debido a que aquello era lo que querían y debían hacer; los segundos, al contrario de las idealizaciones del pueblo, se unían a las filas seducidos por la estabilidad económica que representaba ostentar un cargo en el ejército, por bajo que fuese, hecho que quedo claro cuando estos salieron con sus poderosos tanques a las calles, debido a las rebajas de su sueldo y a los impagos de estos, cosa a la que no estaban acostumbrados, este hecho luego fue conocido como el “Tanquetazo”, precursor del golpe de estado.

Debido a esto, la primera impresión, real, que este organismo impuso sobre el ciudadano común, no pudo haber sido peor.

Durante la dictadura (1973-1990), los militares cometieron grandes violaciones a los derechos humanos, las cuales están condensadas, no en su totalidad, en dos informes: el Informe Rettig^[1] y el Informe Valech^[2], los cuales se crearon para corroborar la verdad que todo chile sabia, durante la dictadura la integridad del pueblo había sido traspasada por el poderío militar.

Claro que no todo el pueblo odiaba a esta dictadura, existían los fervientes seguidores de Pinochet, personas comunes que solo gracias a ser simpatizantes no sufrieron un gran cambio en su integridad como seres humanos, incluso luego de treinta años desde el golpe de estado, todavía existe el que dice que la dictadura fue una gran época, de hecho una de cada cuatro personas entrevistadas afirmaron que estaban a favor del gobierno de Pinochet^[3].

Mi opinión hacia aquellos que siguen apoyando a Pinochet, no puede ser más misericordiosa, simplemente basta con escuchar a uno hablar para darse cuenta que él o ella no estuvo en el lado que sufrió tales injusticias, aunque claro no por ello no son libres de opinar, al contrario que los muertos, los cuales no poseen voz ni tales derechos; muchas veces uno escucha El fin justifica los medios como respuesta a lo sucedido en aquellas fechas, lo cual señala que no importa el cómo se haga una cosa, sino es que tal cosa se haga, de lo cual yo personalmente difiero, aquella es un frase de perezosos, de gente demasiada apurada por lograr algo, también implica un cambio rápido, pero no bien hecho, debido a que el modo no importa, lo cual no puede ser más erróneo, tal vez si el modo hubiera sido diferente la inconformidad con el proceso habría sido menor y esta polarización política del pueblo habría sido menos severa.

Por otro lado los militares, al igual que el pueblo, se dividían, unos antes del golpe de estado apoyaban fervientemente la idea de que los estatutos dictados en la constitución del 25’ debía seguirse al pie de la letra, entre ellos destaca Schneider^[4] Comandante en Jefe del Ejército asesinado por partidarios de la ultra-derecha; había otros, siendo esta la mayoría, que buscaban un cambio rápido, querían el poder rápidamente en sus manos, y estos, los cuales no le daban importancia al método, salieron victoriosos. Y con el transcurso de la dictadura absorbieron al grupo que buscaba el seguimiento de las leyes, seduciéndolo con el poder, con el dinero e incluso con una pistola apuntándoles a la cabeza, sino puedes con ellos úneteles, aunque esto último no les quita la responsabilidad sobre lo acontecido durante la dictadura.

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