Reseña Percepciones juveniles de la violencia

Esta reseña se hace conforme al artículo “percepciones juveniles de la violencia urbana” de las autoras Marisa Mesina Polanco, Claudia Alcaraz Munguía y María Carvajal Santillán, de la revista Sin Fronteras.

La violencia ciertamente es un fenómeno social que está causando problemas en las vidas de los jóvenes y en relación con eso, los que acuden a la escuela lo reflejan en su rendimiento escolar, calidad de vida, economía, accesos y otros ámbitos.

Al inicio de la juventud es cuando se comienza a formar la identidad, por medio de experiencias que influyen al cambio de personalidad, conducta y emociones. Ahí es donde la violencia se introduce en la vida de los jóvenes, y tratan de darle una explicación a este fenómeno partiendo de sus ideas propias, lo cual tiene gran influencia en la postura que tomarán sobre esta problemática.

El fenómeno de la violencia no es un problema nuevo, pues años atrás ya existía pero de diferente manera. Tiene que ver con las formas de interacción dada entre los jóvenes mismos, su familia y el entorno que los rodea.

Uno de los factores que influyen en el comportamiento de los jóvenes es el contexto en el que se desempeñan de manera individual pues tratan de adoptar los usos y costumbres. Por esto la conducta debe ser tomada en cuenta desde un punto colectivo pues de acuerdo con Recalde(2004) la conducta depende de la influencia de otros individuos y la interacción es primordial en este proceso, la cual como consecuencia produce efectos sobre la percepción, el aprendizaje y la adaptación del individuo, por esta razón se considera que el entorno social es uno de los principales indicadores de lo que se acepta y lo que no en un comportamiento, es aquí mismo donde el adolescente adopta y hace sus propias reglas que dirigen su comportamiento en la sociedad.

Se dice que la violencia es una "forma de interactuar" a pesar de involucrar agresiones físicas o verbales, pero ante esto yo estoy en desacuerdo pues no lo considero una manera correcta de interactuar y no debería describirse como tal.

Hay ciertos factores existentes que tienen relación con este comportamiento violento, como las rupturas familiares, el mal uso del tiempo, la desintegración de los valores y la marginalidad social. Esto está orillando a los jóvenes a crear sus propios espacios donde poder desarrollarse como las pandillas u otros grupos de amigos, formados por lo general de otros jóvenes con distintos problemas.

Existen 3 tipos de enfrentamientos en los que los jóvenes fuera de estos grupos participan: el primer enfrentamiento se centra en el contexto de las subculturas juveniles o "tribus urbanas" las cuales orientan a ciertas ideologías y moda; el segundo enfrentamiento, se produce por lo general en horas nocturnas y en fines de semana en zonas desoladas que se prestan para situaciones violentas; y el tercer enfrentamiento, el cual se relaciona con el control y mantenimiento de los negocios ilegales, y suele presentarse en el sistema escolar, produciéndose así la violencia en las escuelas ya sea de profesores a estudiantes, estudiantes a profesores o entre los estudiantes mismos.

Las causas que llevan a un compañero a agredir a otro pueden ser múltiples pero por lo general llevan el mismo trasfondo, el querer llamar la atención. Suelen asociarse a circunstancias familiares, dificultades económicas, falta de cuidados, falta de cariño, abandono, sobreprotección, alguna enfermedad o discapacidad, maltratos en la familia misma, posible presencia de drogas, marginalidad o conductas violentas por querer sobresalir.

Muchas de las veces estas causan llevan a los jóvenes a recurrir a la violencia como método para expresar lo que sienten, piensan o  necesitan, pero su entorno los cataloga como jóvenes violentos por no tener los ideales que la sociedad marca.

Las autoras de este artículo dicen que la violencia es algo que se construye, y se basan en la sociología del conocimiento, la cual se encarga del análisis de la construcción social de la realidad. Está teoría establece que los procesos consensuales por los cuales los seres humanos establecen marcos de entendimientos, son los que dan sentido a las vidas e interacciones. No existe nada real o verdadero.

Así pues, Beger y Luckmann definen la realidad como una casualidad propia de los fenómenos que reconocemos como independientes de nuestra propia volición aunando al conocimiento como la servidumbre de que los fenómenos son reales y de que poseen características específicas.

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