Responsabilidad De Crianza

La Responsabilidad de Crianza.

Es la carga jurídica que determina dar cumplimiento a las satisfacción de las necesidades subjetivas del niño o del adolescente, y abarca nutrirlo material y espiritualmente, aceptarlo y comprenderlo, favoreciéndolo, que él, por si mismo, aprenda a ejercer la libertad; estimulando su iniciativa fomentando su sociabilidad e impone también a quien la otorga ampararlo en su natural indefensión y representarlo frente a terceros todo para lograr el desarrollo, armónico de su personalidad, vigilarlo, educarlo y corregirlo, ya que de la seguridad material, intelectual y moral en que se le otorgue durante sus primeros años de su vida, deriva en parte su estabilidad salud emocional, el positivo desenvolvimiento durante la adolescencia y juventud para alcanzar la adultez en plenitud, habiendo logrado el desarrollo de todo su potencial.

Según el Art. 358 de la LOPNNA, la responsabilidad de crianza comprende el deber irrenunciable de amar, criar, formar, vigilar, mantener, asistir, etc., al menor, atribuida directamente a sus padres, y requiere el contacto directo con ellos. Es inconcebible que se delegue en otras personas; esto es, la Responsabilidad de Crianza reviste un carácter eminentemente Personal.

Por otra parte una sugerencia que se le hace a los docentes a la hora de ser parte de la crianza de las niñas, niños y adolescentes, en las aulas de sus institutos son las siguientes:

1.-Fomentar la participación en las actividades educativas.

2.- Prevenir juegos violentos dentro de la institución educativa y así prevenir conductas desviadas dentro de la formación de los niños, niñas y adolescentes.

3.-Incrementar la creación, producción y difusión de materiales informativos, libros, publicaciones, obras artísticas y producciones audiovisuales, radiofónicas y multimedia dirigidas a los niños, niñas y adolescentes, que sean de la más alta calidad, plurales y que promuevan los valores de paz, democracia, libertad, tolerancia, igualdad entre las personas y sexos, así como el respeto a sus padres, madres, representantes o responsables y a su identidad nacional y cultural.

4.-Incentivar al buen trato. Es decir; una crianza y educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua, el respeto recíproco y la solidaridad.

5.-Usar las evaluaciones como instrumento para conocer los avances, alcances y no como venganza. Permitir que lo evalúen.

6.-Planificar con el estudiante y/o en función de su beneficio, crecimiento desarrollo, necesidades.

7.-No obstaculizar la inscripción de niño, niña o adolescente en escuela, plantel, institución educativa.

8.-Escuchar al estudiante. Permitir que opine sin perder el control. Orientarlo en caso de atentar contra sus derechos.

9.-Trabajar en equipo con personal plantel e instituciones cercanas.

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