Respuesta a la interrogante de la docente

El presente discurso pretende dar respuesta a la interrogante propuesta por la docente de la cátedra de Expresión Oral y Escrita del Español, Licda. María Sofía Albayero; la cual rezaba de la siguiente manera: ¿Quién importa más rescatar un perro o u niño de la calle?, a lo cual se puede expresar que la información acerca del tema es nula ya que es un tanto de carácter personal o más bien un poco más de sentido común para dar respuesta a dicha pregunta por ende se habla de temas legales, con respecto al menor de edad y de aspectos de valor humano al dejar abandonado a las dos criaturas en la calle

Si bien es cierto el menor de edad es alguien inocente a quien no deberían dejar en la calle o abandonarlo a su buena suerte ya que este no se puede vale por sí solo, al igual que el perrito de la calle, son criaturas inocentes que no merecen venir al mundo a sufrir por personas sin corazón que no les importa tirarlos al olvido.

Ya viéndolo desde la parte legal o jurídica, puede llegar a ser penado el hecho de abandonar a un menor de edad ya que acá se pone en práctica la Ley LEPINA ya que se trata de un niño y es en este punto donde dicha ley hace su trabajo contra los agresores o quienes abandonan al menor en el caso del perrito no se conoce de ley alguna que proteja la vida y la integridad física de los cachorros nada más la ordenanza municipal girada por la venta y comercialización de los mismo en espacios públicos sin permiso alguno

Siendo como obstáculo para poder rescatar al menor de edad el hecho de las entidades que velan por el bien de los infantes ya que se involucraría temas legales y posteriormente sentimentales ya que si se rescatara al menor es inevitable mezclar sentimientos en el poco o mucho tiempo que se entable la relación. Por ello es más complicado el querer rescatar a un menor de edad de la calle; más sin embargo se puede dar parte a las autoridades pertinente para que se hagan cargo del caso y puedan proceder al traslado del menor de edad a un centro o albergue de niños abandonados donde posteriormente serán dados en adopción a personas que en verdad los vayan a cuidar y puedan velar por el bienestar de los mismos

En cambio con un cachorro es más simple el hecho de rescatarlo, quizá teniendo las precauciones necesarias para rescatarlo, pero se puede dar de una forma más natural y sin involucrarse en temas legales ya que no hay entidades que velen por ellos más que solo la persona que lo quiera rescatar o adoptar haciendo un gesto de solidaridad con el cachorro

En conclusión y para dar respuesta a la interrogante de la docente, es menos complicado rescatar un perro que un niño de la calle debido a lo expuesto anteriormente dentro del discurso. Es cierto que el decir que es preferible rescatar a un perro que a un niño puede escucharse un tanto malo o desubicado pero honestamente sería lo más sensato para evitar algún problema legal.

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