Rol del Educador Social en Pandemia

Proyecto de Practica Profesionalizante

Ensayo argumentativo

El rol del educador social ¿limitado por la pandemia?

Introducción

        Sabemos que esta nueva pandemia de COVID-19, tomó al mundo de sorpresa y, por ende, la rutina se vio modificada debido a un aislamiento social obligatorio. Esto trajo aparejado un sinfín de problemáticas que se sumaron a las ya preexistentes; siendo la más notoria, la situación económica de los trabajadores informales. Algunas de estas problemáticas en el mundo, eran atendidas por los educadores sociales, que asistían a los sujetos en situación de vulnerabilidad pero de manera presencial y hoy, ante esta realidad que nos asiste ¿se ven limitados en su acción debido al confinamiento social?

        Desde un marco teórico adecuado, tomando de referentes a autores como Violeta Nuñez, Santamaría- Zacarías y, desde un artículo publicado en “The Conversation” que es una fuente de noticias y análisis escritos por la comunidad académica e investigadora y dirigida directamente a la sociedad, escrito por Fernando Marhuenda Fluixá Catedrático de Didáctica y Organización Escolar, Universitat de València; que me sirvió para formular la idea de este ensayo; me pregunto si realmente existe una limitación y si de quién depende que el educador siga con su misión y cómo llevarla a la práctica, qué estrategias podrían utilizarse.

Desarrollo

La educación social es la práctica educativa que opera sobre lo que lo social define como problema. Trabaja en territorios de frontera, entre lógicas económicas y sociales que van definiendo términos de inclusión/exclusión social. Atiende efectos de inclusión social, cultural, social y económica y dota a los sujetos de los recursos pertinentes para resolver los desafíos del momento histórico, tiene estrecha relación con las políticas sociales- (Violeta Nuñez)-.

Tomé un artículo de España para sostener mi idea, ya que en Argentina esta acción todavía no es tan reconocida como en otros países, lo cierto es que el educador social tiene un rol determinado cuyo propósito es la intencionalidad de promoción de los sujetos en estado de vulnerabilidad.

Ahora bien, si para trabajar en los distintos campos habilitantes de esta profesión -infancia, adolescencias, juventudes, adultos, animadores socioculturales- debemos iniciar un ciclo de trabajo in situ, lo más probable es que, al encontrarnos con la primera etapa que es un diagnóstico participativo- forma de investigación en que se describen y explican problemas con el fin de comprenderlos y en el que, los miembros de la organización son los sujetos de estas actividades, tienen participación en las decisiones sobre qué diagnosticar, para qué y cómo (Santamaría-Zacarías , 2017). Considero que sería bueno, a partir de esta pandemia, que en el diagnóstico se vea ya la posibilidad del cómo actuar en caso de no ser posible la presencialidad para llevar a cabo un mapeo, una entrevista con los actores de la comunidad en la que está inserto el sujeto y establecer el trabajo en red más óptimo para atender la situación.  

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