Seguridad Social

I PARTE. REALIDAD SOCIAL Y CULTURAL CHILENA

El porcentaje asignado a la pobreza extrema en Chile, según el mapa que se encuentra en el módulo corresponde a un 21 %.

Con respecto de este porcentaje en mi opinión esto representa claramente la desigualdad en la distribución equitativa de la riqueza que genera nuestro país, en donde podemos ver que el crecimiento económico no ha conducido a mejorar la calidad de vida de las persona que habitan en nuestro país.

La pobreza es un fenómeno que resulta persistente en este Chile contemporáneo, opera como una compleja suma de problemas entre las cuales hay que mencionar la mala calidad del empleo y de las bajas remuneraciones, la mala calidad de la educación y la salud pública las condiciones precarias de vivienda y acceso a infraestructura urbana, la marginalidad urbana y rural, entre otros factores. Se genera así un círculo de la pobreza, que no solo tiende a reproducirse de generación en generación, sino que además relaciona estrechamente trabajo/empleo, educación, vivienda y salud como factores concomitantes. El problema central que explica estos hechos es el sistema económico predominante en Chile.

Se trata de un modelo económico neoliberal desigual, asimétrico, que genera mayor desigualdad económica, social y territorial, que afecta principalmente a mujeres jefas de hogar y a los niños y jóvenes en hogares desintegrados; que concentra la inversión, la actividad y la riqueza en algunos territorios metropolitanos y afecta a las regiones; que se basa en la explotación del trabajo precario y mal pagado; que favorece la especulación financiera; que destruye la industria nacional en beneficio de los productos extranjeros importados; que exporta materias primas e importa tecnologías.

Las mujeres chilenas quieren optar libremente y más que nada quieren opciones de trabajo, quieren ser valoradas y respetadas por el aporte real que están realizando en todos los ámbitos. Esto es, una mayor conciencia y valoración del rol de madre y esposa, y por otro lado, que se les facilite o aumenten las posibilidades de inserción laboral respetando su derecho a ser madres, esposas y muchas veces Jefas de Hogar. Además que podamos optar a los mismos cargos en materia laboral y percibir el mismo tipo de remunericacion. Definitivamente que haya más justicia social para ellas y menos discriminación respecto de su condición de mujer. Queremos ser tratadas con igual.

Es aquel que es expulsado del centro hacia la periferia, es aquel que se inscribe más Allá del margen señalado, aquel que no entra em el contexto.

Los marginales son los vivos indicadores de lo que la norma social no autoriza, son aquellos que desaparecen como sujetos en la exacta medida que van creciendo como problema.

Los marginados van apareciendo cada vez que la

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