Sexologia Forense
Enviado por Glendy • 8 de Abril de 2012 • 9.694 Palabras (39 Páginas) • 1.211 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ROMULO GALLEGOS
ALDEA BOLIVARIANA GENERAL JOSE LAURENCIO SILVA
FUNDACION MISION SUCRE
TINAQUILLO ESTADO COJEDES
SEXOLOGIA FORENSE
ESTUDIO JURIDICO CONDUCTUAL
TINAQUILLO 8 DE ABRIL DE 2.011
INTRODUCCION
El avance del derecho nos ha llevado a estudiar y a comprender una rama más sencilla que es la Medicina Legal. Esta rama del Derecho se desenvuelve en amplitud en todo lo referido a la comprobación de los delitos con sustento médico, pero trataremos como punto en el siguiente trabajo.
La violencia sexual, entendiéndose como la violencia que se hace ante una persona para abusar de ella en contra su voluntad, abarcando además los procesos a seguirse para la identificación de la violación sexual, hecho que le compete al Médico Legal, mediante lo que se denomina el Peritaje Legal Además de mencionar las consecuencias que puede traer hacia una persona la violación sexual, sobre todo las psicológicas. De otro lado, la Medicina Legal constituye un apoyo importante, por ejemplo para determinar si efectivamente fue una violación sexual o sexo consentido, basándose en la investigación ocular, de laboratorio; con el transcurrir del tiempo y gracias al avance científico, la Criminalística cuenta hoy con métodos sofisticados que le permiten determinar con certeza la identidad del autor de la violación como es el caso de la prueba del ADN.
Finalmente, la ciencia y la tecnología a emplear se encuentran en un proceso dinámico de avance, toda vez que los perpetradores utilizan técnicas para evitar ser identificados, lo que podría conllevar a la impunidad del delito cometido.
LA SEXOLOGIA FORENSE
Campo de la Medicina Forense que estudia los diversos problemas de carácter médico legal relacionados con el sexo.
Conductas Sexuales
No se puede estudiar y comprender los delitos sexuales si no se parte de un mínimo de conocimientos sobre lo que significa la sexualidad en la conducta de cada individuo. Se observa frecuentemente que estos delitos pueden ser cometidos por individuos que por su conducta sexual habitual pueden ser considerados "normales" y la manifestación de esa conducta sexual delictiva está ligada a una circunstancia personal o ambiental momentánea.
Muchos delitos cometidos por perturbados sexuales son debidos no a su perturbación, que "per se" puede o no ser delictiva, sino a una conducta sexual tipificada como delictiva en la que puede influir el perfil de la personalidad, un comportamiento sexual perturbado o circunstancias ambientales condicionantes, por ejemplo intoxicaciones como el alcohol y/o las drogas. Por supuesto que también estos delitos los pueden cometer perturbados sexuales (disfuncionales y/o parafílicos o desviados), pero debe quedar en claro que estas perturbaciones sexuales, por lo menos en su inmensa mayoría, no están contempladas por sí mismas como delitos por el Código Penal vigente.
En la dinámica de las conductas sexuales delictivas se encuentran dos elementos de importancia:
a) la particular sexualidad individual del victimario y
b) el comportamiento eventual de la víctima. Tal vez en estos dos tipos de delitos es donde se observa con mayor claridad la actuación que le cupo a la víctima.
Así veremos que las conductas sexuales más comunes que pueden conducir a actitudes delictivas son la violación, el abuso deshonesto, el estupro, el abuso sexual con menores, el exhibicionismo, la prostitución, el crimen sádico, etcétera. Limitar la actividad sexual a la sexogenitalidad o función reproductora (área biológica del sistema sexual) es empobrecer ostensiblemente las posibilidades humanas y reducirlas a una analogía animal.
DESVIACIONES SEXUALES
La conducta sexual, al igual que el comportamiento humano, es plural y compleja y desafía los esquemas de clasificación en exceso simplistas.
Desde una perspectiva sociológica, la conducta que va más allá de los límites de los hábitos aceptados y de las normas de una colectividad determinada se considera pervertida. Desde un prisma estadístico, es normal lo común, lo mayoritario, mientras que se considera anormal lo excepcional o raro. Desde una óptica psicológica, es anormal lo que genera una sensación personal y subjetiva de malestar, angustia o aflicción como la ansiedad, la depresión o el sentimiento de culpa.
Resulta sencillo afirmar que una persona que se masturba una o dos veces por semana no muestra un comportamiento sexual anormal que sí exhibe el individuo que se masturba compulsivamente diez veces al día. Pero... ¿dónde trazamos la línea divisoria normalidad/anormalidad?
PARAFILIAS
Se llama parafilia a todo estado en el que la excitación sexual y la gratificación del individuo están supeditadas por entero a la fantasía recurrente de una experiencia sexual insólita que se convierte en el foco principal de la conducta sexual.
La parafilia puede girar en torno a un objeto sexual concreto (animales, niños u otras personas que no consienten, ropa interior), o a un acto sexual determinado (infligir o sufrir dolor o humillación, telefonía obscena).
EPIDEMIOLOGÍA
Se desconocen las tasas de prevalencia, pues se diagnostican raramente en Atención Primaria. Todas las parafilias son casi exclusivas de los varones y las más observadas en consultas especializadas son la Pedofilia, el Voyeurismo y el Exhibicionismo, aunque últimamente se estudian con frecuencia creciente casos de Adicción al sexo por Internet y a las líneas eróticas telefónicas.
SÍNTOMAS
Los parafílicos, si se deciden a hacerlo, tardan mucho tiempo en consultar su problema y cuando lo hacen o son portados por la justicia manifestando –no siempre- intensos sentimientos de culpa, baja autoestima, sentimiento de incapacidad de relacionarse con mujeres adultas –casi siempre son hombres-, vergüenza y depresión. Los pedófilos con frecuencia no empatizan, es decir no saben ponerse en lugar de sus infantiles víctimas e intentan autojustificar sus delitos. Son frecuentes los trastornos de la personalidad –especialmente la inmadurez emocional- y las disfunciones sexuales. Pueden coexistir problemas de abuso de alcohol y/o drogas. No es infrecuente que un sujeto presente a la vez más de
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