“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos” -Thomas Carlyle-

“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos” -Thomas Carlyle-

Es probable que reíamos, lloremos, nos frustremos, peleemos; pero al fin y al cabo estamos hoy aquí presentes a escasos minutos de recibir nuestro tan ansiado diploma. Esta cita habla de cómo luchar para poder disfrutar de los logros y es, exactamente, lo que nos pasa a cada uno de nosotros. Fue un largo y arduo camino, encontramos en él personas que nos hicieron crecer como seres humanos y nos ayudaron a desarrollar habilidades para nuestro propio futuro. De igual forma, habla del resultado del sacrificio de nuestros padres, esos que cada día se levantan temprano preocupados por nuestro bienestar. Hoy les digo, estén orgullosos de lo que sembraron porque los frutos de esas pequeñas semillas que vieron crecer con perseverancia y amor, van creciendo más y más para ser el futuro de este país.

Además, en un día tan especial y anhelado como este, la promoción Alliance 2016 le da las gracias a Dios por habernos permitido cerrar un capítulo más en nuestras vidas y comenzar a partir de hoy uno nuevo. Uno donde no sabemos lo que nos espera, pero que acogemos con los brazos abiertos y la esperanza de que será de provecho para todos. Esta aventura llamada vida, continúa, cada día hay nuevos retos, metas que alcanzar, personas y lugares por conocer. Aún quedan peldaños por subir en la escalera de la vida. Y como dijo Martin Luther King: “Da el primer paso con fe. No tienes por qué ver toda la escalera. Basta con que subas el primer peldaño”

Me llena de satisfacción decir que la mayoría de los que conformamos esta promoción, no solo hemos creado un vínculo de compañerismo, sino una familia, una que comenzó desde el jardín de niños junto a nuestras maestras: Ana, Maribel y Alba, quienes con amor y paciencia nos instruyeron en nuestros primeros trazos, la cuenta de los números, cantos, representaciones teatrales y muchas otras cosas que serían nuestra base para continuar nuestro crecimiento tanto académico como personal.

Posteriormente llegamos a Primaria, aquí iniciaron los primeros exámenes, nuevos profesores, las aterradoras exposiciones orales, las interesantes clases de inglés y las travesuras de muchos aquí presentes. Recuerdo las ferias familiares donde toda la familia emanuelista se reunía y celebraban el aniversario del colegio. Y una de las actividades que jamás se olvidará, y se extrañará participar en ella, La Semana del Inglés o English Week. Esta era la actividad más esperada todos los años, nos preparábamos con ahínco para llegar a ser el mejor acto presentado y ver a nuestros padres, familiares y docentes orgullosos de cada uno de nosotros, aunque claro no era nada fácil la organización.  Las distintas personalidades de cada uno hacían de esto un reto por superar debido a que, como decían algunos profesores: siempre está la persona que todo lo quiere hacer, los que ayudan más o menos, el que critica todo y no hace nada y el que simple y sencillamente no hace nada ni opina ni deja hacer. Pero, aunque en todo el proceso había discusiones, regaños, estrés y tantas otras cosas, siempre terminábamos felices y satisfechos de nuestro trabajo e incluso más unidos que nunca. Y así con esta y otras actividades pasaron los días, meses y años hasta llegar a la secundaria.  Quizás una de las etapas más difíciles en nuestras vidas, ya no éramos niños, comenzábamos la adolescencia, periodo donde se da inicio a la edad adulta y experimentábamos cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales. También esta etapa nos iría formando para elegir un bachiller específico que nos permitiera, en un futuro no muy lejano, buscar una carrera universitaria que nos hará ser los profesionales que necesita nuestro país, para así ser triunfadores y no dejarnos vencer por todos aquellos factores nocivos presentes en la sociedad.

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