Sociedad Reprimída

Sociedad Reprimída

En 1984 se muestra una sociedad muy reprimida y controlada que ya no se atreve ni a pensar. Esto se debe a la época en la que vivió George Orwell, el autor, y a través de las descripciones y acciones de la sociedad, transmite ciertas ideas sobre su presente. En esta novela él presenta una sociedad llena de simbolismos.

El autor vivió en una etapa de muchas guerras y conflictos como la Primera y Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española y la Independencia de la India. También estuvo presente en muchos gobiernos totalitaristas como el de Mussolini, Hitler, Stalin y Francisco Franco. Con todas estas experiencias, Orwell desarrolló un odio hacia este tipo de gobiernos, ya que sometían a las personas y les quitaban el derecho de tener su propia opinión y el derecho de libre expresión. Por esto, utilizó varias obras como críticas hacia el totalitarismo.

En cuanto a 1984 hay muchos símbolos que representan a este tipo de gobiernos. El primero es cómo estaban en constante observación. “La pantalla recibía y transmitía al mismo tiempo. Podía captar cualquier sonido o movimiento que Winston hiciera” (Orwell 16). En primer lugar estaban vigilados por éstos aparatos que se encontraban hasta en las casas y si hacían algo en contra del partido los vaporizaban. También habían muchos espías como los de la Policía del Pensamiento e incluso los niños. Llegó un punto en el que hasta los niños acusaban a sus padres de tener ‘ideadelitos’ o ideas en contra del Gran Hermano. Esto representa cómo en la vida real también habían muchos espías y que las personas en las que más confiabas, como en el caso de los niños, resultaban ser los que te traicionaban. Aunque las telepantallas fueron un invento del autor, también esta novela era una visión del futuro.

Otro símbolo es cómo les quitaban la libertad de expresión y de pensamiento. En la novela el doble pensar y la neolengua eran laos recursos que más usaban ya que actuaban de manera inconsciente en las personas. El doble pensar consistía en darle a las personas dos ideas contradictorias y que crean en ellas al mismo tiempo. A pesar de que las frases no hagan sentido la gente las creía y las seguía. Como explica el autor, “el doble pensar está en el centro mismo del Socing, porque el acto esencial del partido es aplicar un engaño consciente, al mismo tiempo que conservar la firmeza de propósito que acompaña la honestidad absoluta” (210). La neolengua era un nuevo lenguaje creado también por el partido para controlar lo que pensaban los ciudadanos. Funcionaba eliminando las palabras relacionadas con traición o ideas contradictorias a las suyas, para que ni siquiera puedan existir, además de agregar muchas que generen amor y lealtad al partido como ‘ideadelito’ por ejemplo. Por si fuera poco también existía el lavado de cerebro. Todos estos elementos representan cómo los gobiernos totalitaristas

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