Sociedad Sedienta

UNA SOCIEDAD SEDIENTA.

El ser humano es el producto de la evolución de las especies desde una célula mononuclear acuática hasta la complejidad multicelular de los seres superiores actuales. El 60 % de su peso está constituido por agua que está contenida dentro de las células y en espacios extracelulares bien definidos. Así, tenemos que el agua representa el 70 % del peso del cerebro humano, más del 80 % de la fase líquida de la sangre y se halla en estructuras tan importantes como el pulmón. Podemos vivir un mes sin alimentos, pero solamente podemos sobrevivir una semana sin ingerir agua.

El agua cubre la mayor parte de la superficie de la tierra, pero solamente el 3% de su totalidad es agua dulce encontrándose mayoritariamente en forma sólida, es decir, en forma de hielo. De esta agua, menos del 1% se encuentra fácilmente disponible para el uso humano. Dicho de otra manera, menos del 0,007 % del agua contenida en la tierra es apta para el consumo humano. Una gran parte del agua que ingresa a los hogares se utiliza en actividades domesticas como la descarga de los sanitarios con un consumo de 2 galones de fluido (7,5 L) por cada accionar, uso de lavadoras con un gasto de 150 L por cada carga de ropa, y en el aseo personal, promediando 190 L por 10 minutos de regadera y 6 L por minuto en cada cepillado de dientes con el grifo abierto.

Una crisis por falta de disponibilidad de agua es inminente, basta considerar que durante el siglo XX la población mundial se triplicó mientras el consumo de agua se multiplicó por 6 en el mismo periodo. Además, para la mitad de este siglo, habrá en la tierra 3.000 millones de “nuevos” habitantes, muchos de las cuales nacerán en países que ya presentan déficit de agua. Según la FAO, el umbral de pobreza de agua es un consumo menor a 50 L por persona por día. Es preciso recordar que a nivel mundial una de cada cinco personas no tiene acceso al agua potable y un niño muere cada 15 segundos por enfermedades transmitidas por el agua. La crisis de agua reduce la producción agrícola y aumenta los precios de granos, verduras y hortalizas. La

contaminación y el mal uso del agua son las principales causas de existan agricultura, industrias y ciudades sedientas. Según la fundación de Educación Ambiental de Venezuela, la contaminación es el deterioro, alteración, contagio, desequilibrio y toda otra acción que afecte negativamente el equilibrio natural, o el estado natural de la sociedad de seres vivientes y no vivientes. Las aguas residuales; provenientes de los hogares. La contaminación del agua deriva fundamentalmente de la actividad del hombre y se produce por residuos del consumo hogareño, la actividad industrial y los químicos agrícolas. En el País uno de los casos más dramáticos de contaminación lo constituye el Lago de Valencia. Este lago está enclavado en una cuenca endorreica y los desechos que se depositan en él no tienen posibilidad de ser drenados a otra parte o de circular hacia otros lugares; de esta forma se ha producido una acumulación de tóxicos contaminantes –tanto industriales como residuales- que han obligado a declararlo en estado de emergencia.

La población de nuestro País está condensada en el centro-norte, occidente y zona costera mientras los grandes ríos y acuíferos se encuentran en los llanos y sur del mismo, lo que dificulta la distribución equitativa del agua hacia los grandes centros urbanos, debido fundamentalmente a la distancia y a los cambios climáticos. En Venezuela debido

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