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Sócrates - Ensayo


Enviado por   •  11 de Junio de 2016  •  Informe  •  6.737 Palabras (27 Páginas)  •  277 Visitas

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Sócrates

  • Altamirano Valdivia, Jorge Andrés
  • Castillo Musayon, Liseth Irene
  • Fustamante Tapia, Roxana Elizabeth
  • Marino Mejía, Lily
  • Manayay Cieza, Kely Magdaly
  • Noblecilla López, Marlon Emanuel
  • Plasencia Arana, Mary Angela

1er Ciclo – Mayo, 2016

Educción, Idiomas Extranjeros

ÍNDICE

  1.     Introducción……………………………………… Pag. 4
  1.     Contexto Histórico……………………………… Pag. 7
  1.     Situación Cultural………………………………. Pag. 10
  1.     Vida………………………………………………... Pag. 14
  1.    Nacimiento y Niñez
  2.    Juventud y Madurez
  3.    Muerte
  1.     Filosofía…………………………………………… Pag. 19
  1.     Obras………………………………………………. Pag. 22
  1.     Frases……………………………………………… Pag. 24
  1.     Discípulos…………………………………………. Pag. 28
  1.     Datos Importantes……………………………….. Pag. 31
  1. Conclusiones…………………………………….. Pag. 33

INTRODUCCIÓN

Sócrates fue una de las principales figuras de la filosofía antigua por sus grandes aportes a esta ciencia. Nace a mediados del siglo V en, hijo de un escultor y una comadrona, de ella se basa su dicho de que su arte era, como el de su madre, una mayéutica, un arte de dar a luz una idea tras otra, una verdad. Con esta acción ayudó a muchos a amar la sabiduría, a que vivan plenamente el significado etimológico de la filosofía: “Amor por la sabiduría”, hecho que le llevó a la muerte. Tuvo una vida muy digna de su época, fue el filósofo de las calles, de las plazas, de los ágoras, el que incentivó a todos a filosofar. Esta acción le llevó a tener muchos discípulos, hubo muchos muy buenos, entre ellos tenemos a Platón, uno de sus principales oyentes y discípulos.

Uno de los valores más resaltantes en la biografía de Sócrates es la humildad, pues se cuenta de que un Oráculo aseguraba que nadie era más sabio que Sócrates; sin embargo, éste intentaba demostrar lo contrario preguntando a quien se cruzaba en su camino qué son las cosas que él no sabía (llamada ironía socrática), sin embargo esto le hizo una mala jugada, ya que a cada pregunta que daba, no sabían la respuesta, ni siquiera se daban cuenta de su ignorancia, como lo hizo Sócrates llevando a dar la razón al Oráculo. Fue molesto para los que no podían responder, eso llevó a odiarlo hasta terminar en una acusación contra él, acusado de “introducir nuevos dioses y corromper a la juventud”, acusación absurda, la cual Sócrates lo toma con serenidad e ironía, junto a una sentencia de muerte, aceptada tranquilamente, rechazando la propuesta de sus discípulos de huir, bebiendo la cicuta mientras conversaba sobre la inmortalidad con ellos.

En la primera parte podremos conocer algo de lo que se conoce acerca de la vida de Sócrates; si bien es cierto, esto sólo se pasó a través de la tradición, no se conocen escritos de esa época acerca de ello. Veremos lo que puede haber abarcado su infancia, dónde nació, en qué época, quiénes fueron sus padres y qué cargo ocuparon como ciudadanos, su crecimiento y desarrollo; además veremos parte de su juventud, como soldado y, posteriormente, como el filósofo hasta la muerte, la injusta sentencia de muerte por la práctica de la mayéutica, ayudar a los demás a que lleguen a apasionarse con el conocimiento tanto como él, a amar la filosofía y en realidad lo hizo: alguien que ama algo no puede contenerlo para sí mismo, es por eso que éste gran personaje logró amar tanto la filosofía que quiso que todos también lleguen a apasionarse como él lo estaba de la filosofía.

Además, lograremos ver el contexto histórico, qué etapa de la historia se desarrolló en tiempos de Sócrates, cuál fue el pensamiento, o qué pensamiento estaban desarrollando, quiénes eran los grandes pensadores en su tiempo, cómo los griegos vencieron a los persas, el florecimiento y expansión de la cultura griega, especialmente de Atenas, su gran apogeo en las colonias, ayudó a expandir la filosofía a otros lugares, fusionándola con la cultura de cada lugar convirtiendo a Atenas en el centro de la civilización helénica, puesta en la mira de todas las polis griegas, tomándola como ejemplo cultural; también podremos apreciar en su contexto histórico la protección de parte de Pericles, quien gobernaba en ese entonces, a los artistas que surgieron en aquel entonces, como Fidias e Ictinio, a pensadores como Anaxágoras y Protágoras, entre otros.

El pensamiento socrático influenció mucho en su época a todos quienes lo escuchaban, y esa influencia también trascendió las etapas de la historia, ya que varias escuelas filosóficas tomaron en Sócrates una gran influencia para su pensamiento e ideología. Sólo podemos tener un conocimiento exacto acerca de Sócrates mediante algunos libros de Platón que hablan de su maestro, en sus Diálogos tenemos una fuente principal para el conocimiento de su filosofía y pensamiento. Logró tener una amplia importancia para la humanidad el pensamiento socrático y, sobre todo, su tradición. Influenció, sobre todo para el pensamiento cristiano, muchos pensadores se basaron en el pensamiento socrático, junto con el aristotélico; además de que influenció a otros grandes como Agustín de Hipona, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Karl Marx, Erasmo de Rotterdam, entre otros.


Contexto Histórico

La gran victoria sobre los invasores persas, lograda por los griegos en el año 478 a.C., tuvo a los atenienses por artífices principales y les inspiró honda confianza en sí mismos y en su régimen democrá­tico, determinando una intensificación del proceso ascensional de florecimiento y poderío de la ciudad.

En el orden interior se amplía y se fortifica la constitución democrática: las reformas de Efialtes y de Perícles limitan los poderes del Areópago, dominado por la burguesía pudiente, y amplían los de la asamblea y del jurado popular; hacen efectiva, mediante un régimen de indemnizaciones, la participación de los proletarios en las magistraturas; imprimen vigoroso impulso a la justicia social y mayor intensidad a la vida política e inspiran en los ciudadanos un sentimiento de consagración a la polis y a su grandeza. En el orden exterior Atenas llega a ser “la dominante” entre las ciudades marítimas, y la federación formada por éstas con la hegemonía de Atenas para la defensa común contra los bárbaros (liga delio-ática) llega a convertirse, con Perícles, en imperio ateniense. Sin embargo, este proceso ascensional mismo contenía los gérmenes de un posterior derrumbamiento, ya fuese en los conflictos con los asociados que no toleraban la situación de vasallaje a que se veían reducidos, ya fuese en las luchas a muerte con Esparta y Siracusa, a las que Atenas se vio empujada por las exigencias mismas de su dominio. Las catástrofes que Atenas padece en ambas guerras desencadenan con creciente ferocidad las luchas internas entre oligarcas y demócratas: en 413-412 a.C. los oligarcas aprovechan la grave situación bélica para derrocar la democracia y establecer la dictadura de los Cuatrocientos, luego derribada por el furor popular; pero, como la suerte de las armas no cesara de ser adversa, la psicosis de guerra lleva a la democracia a condenar a muerte, sin derecho de defensa, a sus propios generales victoriosos en la batalla naval de las Arginusas; y es en vano la valiente oposición de Sócrates a tamaño crimen.

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