TERCERA ETAPA

TERCERA ETAPA: Una larga y lenta decadencia (1899-1927)

La tercera etapa se caracterizó por la intervención de empresarios e inversionistas Franceses dentro de la empresa (el Zancudo) por el ocaso de los empresarios de la segunda generación.

Esta decadencia de la producción se le atribuye a la apatía de los empresarios por el manejo, que se les fue delegando a los administradores. En lo financiero descuidaron la inversión de ganancias y sus fortunas. Los socios principales se convirtieron en rentistas y reaccionaron tarde cuando el primer descalabro se presentó.

La casa Amador (Coriolano Amador) sintió el primer descalabro en 1898 y buscaron inversionistas Europeos interesados en la compañía unida del Zancudo. La casa Amador aporto la mina para que la explotaran a cambio de dinero que sirvió para atender las urgentes necesidades. Agotados estos recursos, se consiguió un préstamo garantizado con las acciones, con lo que freno la ruina.

En el año de 1900 la empresa del Zancudo disponía de 400 conexiones mineras con establecimiento metalúrgico para tratar de 40 a 50 mil toneladas de mineral por año, aunque a finales del siglo XIX comenzó a decaer la empresa. ya que en este siglo era más rudimentaria y en el siglo XX se emplearon modelos administrativos “científicos”. Donde se desarrollaron experimentos técnicos, financieros, administrativos y laborales.

Los socios y los administradores viajaron al exterior a comprar maquinaria y a contactar técnicos para la empresa, de esta manera se importaron máquinas de vapor, compresores, taladros, bombas, sistemas de transporte por cable, patentes de cianuracion, etc.

Con la llegada de Alejandro López a la administración de la empresa el Zancudo en 1907, se ensancho el radio de explotación de las minas y de la fundición de sitioviejo, también redujo gastos.

Poco después el panorama económico se empeoro porque el zancudo perdió importancia y rentabilidad, fueron dando perdidas y disminuyo la ganancia porque los filones se empobrecieron.

Todos estos problemas obligaron a los administradores a incursionar en el mercado norteamericano en busca de mejores precios.

López para sacar provecho de algunos recursos depositados en las cajas de la empresa, se dedicó a hacer préstamos por medio de las letras de cambio, con lo cual obtuvo algunas ganancias para la empresa.

Solo el rendimiento de la fundición de Sitioviejo y venta de carbón al mercado de Medellín, les permitió sostenerse con pocas ganancias durante 18 años.

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