TRABAJO HUMANO, EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN

TRABAJO HUMANO, EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN

Desde el comienzo de nuestra humanización, el trabajo ha sido visto como aquella actividad humana productiva, que se vuelve necesaria para nuestra supervivencia, pues la palabra trabajo tiene una fuerte carga social dentro del ser humano, por lo tanto está ligada a él. A través de nuestra historia, nos hemos dado cuenta como aquella actividad humana es usada indiscriminadamente para someter a personas a trabajos forzados, sin una remuneración, y privándolos de su libertad (es decir, la esclavitud); u ofreciendo su trabajo al señor feudal a cambio de las tierras adquiridas y protección (feudalismo); sino el enriquecimiento de la burguesía capitalista, condenado al proletariado a vivir en condiciones insalubres recibiendo un salario mínimo mediante un contrato.

Para varios autores el capitalismo fue el cambio drástico que sufrió la humanidad entorno a lo que es productividad, economía, capital y trabajo, ya que vino de la mano con la revolución industrial, aquel fenómeno que desplazo la mano de obra de los agricultores y artesanos por maquinas que realizaban un trabajo mecanizado por lo tanto más productivo; obligándolos así a aquellas personas a despoblar los campos habitando de manera masiva las ciudades y aceptando “contratos” para tener dinero y poder subsistir.

Debido a estas condiciones en 1950 y 1960 la sociedad por medio de historiadores, comenzó a prestar atención a estas condiciones sociales de vida y trabajo de los obreros y los entornos sociopolíticos en que se desarrollaban (refiriéndome a las prohibiciones de asociaciones entre trabajadores calificándolo de delito penal) dando paso así a la formación de sindicatos, organizaciones que tienen con fin garantizar el bien jurídico, social y laboral del trabajador.

Organizaciones como la OIT dan apoyo a esta idea poniendo dentro de sus definiciones como trabajo decente en la Conferencia Internacional de Trabajo del

1999, como trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad, y dignidad; en el cual los derechos son protegidos y que cuentan con remuneración adecuada y protección social. Pero no obstante la clase burguesa trata de un modo u otro poner los recursos necesarios para explotar al proletariado y de esa manera hacer más rentable y productivo su capital.

La revolución industrial llego a la humanidad en el siglo XVII y principios del siglo XIX será acaso que nos quedamos perdidos en el tiempo, porque al parecer no logramos cerrar ese ciclo de desigualdad (no estoy en contra de la propiedad privada pero si al enriquecimiento ilícito) social y laboral; menciono también a la desigualdad laboral por al inquietud que existe por parte de los jefes de designar a personas con un apariencia aceptable a trabajos donde se requiere menos esfuerzo, y aquellas personas que no corren con esa “suerte” son encaminados a trabajos

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