Taekwondo y educación Practica laboral emergente en el campo del pedagogo.
Enviado por Guillermo Perez Ramirez • 26 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.359 Palabras (10 Páginas) • 135 Visitas
Taekwondo.
Practica laboral emergente en el campo del pedagogo.
Por: Guillermo David Pérez Ramírez.
Suele considerarse al Tae-Kwon-Do como un deporte de contacto, con el cual el alumno logrará afinar sus habilidades físicas, por lo que se pretende que un practicante de esta disciplina se apacigüe si es activo en casa, ya que equivocadamente los padres o el mismo alumno suele pensar que sólo ira a golpear cosas y así expulsar energía contenida. Pero, ¿Es cierto este pensamiento?...
En la antigüedad, en el año 935 D. C en Corea, había un pequeño poblado que constantemente sufría ataques de sus vecinos, el rey de este poblado, decidió crear un cuerpo de guerreros de elite, este grupo tenía un código ético muy rígido y sus principios eran los siguientes: Lealtad, devoción a los padres, ser honorable con tus amigos, nunca retroceder en batalla, hacer muerte justa (omisión de violencia innecesaria sobre cualquier forma de vida).
La relación con la pedagogía será entonces, el cultivo del cuerpo y mente, al desarrollar habilidades físicas, pero sin dejar de lado el aporte formativo, conducidos por el proceso de enseñanza aprendizaje crítico y no solo en el desarrollo de las habilidades, como lo es el combate cuerpo a cuerpo y el uso de armas.
Si el pedagogo retomara en lo que es el Taekwondo actual, (lleno de contenidos que solo le ayudan a conocer ciertas habilidades físicas y técnicas según su grado) la praxis de este tipo de formación marcial, llevaría al alumno(s) a la estimulación de su propia formación a partir de lo que el otro signifique para él.
Sustentación.
En la actualidad, el 85% de la población de alumnos Taekwondo en México y de la mayoría de los países, es de niños(as) de edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, siendo estos la mayor fuente de ingresos de la totalidad de las escuelas de taekwondo.
En la mayoría de los casos, se suele llevar al prospecto de alumno por previos problemas de conducta, como lo son: la utilización de palabras anti sonantes, el uso de fuerza desmedida sobre los demás miembros de la familia (en particular, los hermanos) o compañeros escolares, desafío sobre las autoridades en casa o escuela, por mencionar algunas. Caso distinto, cuando se le lleva por la dificultad de relacionarse con sus semejantes y se le busca que salga de su introspección. Estas dos son las variantes más constantes dentro del alumno y las dificultades con las que suelen ser presentados ante el maestro.
El profesor, suele no tener ninguna instrucción pedagógica previa, en la mayoría de los casos es un alumno con el grado de cinta negra, que es puesto dentro de un espacio para transmitir un conocimiento de curriculum ya previamente establecido por la institución a la que se encuentra afiliado, éste suele apoyarse de los castigos físicos para que el alumno tenga disciplina dentro de los espacios.
Se vuelve una práctica cotidiana que el alumno sea sometido con la amenaza de un golpe al no realizar los ejercicios bien, donde mal es; cansarse al hacer las repeticiones de movimientos, no realizar un grito potente en cada técnica, intercambiar alguna palabra con sus compañeros, entre tantas. El “garrote” o tabla de castigo, suele ser el instrumento principal de este pseudo pedagogo y lo suele utilizar a la menor provocación de falta a su autoridad, provocando en el alumno el miedo a su expresión en dudas o ejecución distinta de lo que está realizando.
En su deseo de captar más dinero a su bolsillo, el maestro enseña un programa que debe ser expuesto cada periodo de tres meses, el alumno suele no estar preparado al presentarlo, pero por no perder ese capital se le suele engañar y se le dice que es común que no se ejecute de manera correcta.
El curriculm en ningún momento hace referencia a las problemáticas en las que se ve envuelto el profesor, se limita al contenido que el alumno debe presentar en los exámenes de promoción de grados, la realización de una forma que se aprende mecánicamente, técnicas de pateo y defensas, sin ningún otro sentido más que el ponerlos en práctica de combate.
Es por esto que se presentan las problemática de que el practicante pueda romper con lo que son las verdaderas bases de este arte marcial, al ser expuesto como una enseñanza experiencial, es verdad que se aprende haciendo, como una forma de iniciación disciplinada al planteamiento (Díaz Barriga Frida. ENSEÑANZA SITUADA. Vínculo entre la escuela y la vida. Ed McGraw Hill, México, 2006, pp.8), pero la reflexión del ¿por qué? no existe en esta perspectiva de la enseñanza.
La experiencia del realizar un ejercicio no podrá nutrir de la misma manera en este tipo de enseñanza ya que se convierte en un acto conductista, inclusive hay ejercicios donde el alumno debe de realizar el ejercicio al silbatazo, provocando que él se bloquee en el momento que se trabaja sin dicho instrumento, y reaccionando al uso de este nuevamente. Lo que provocará el alumno una falta de conciencia propia.
El trabajar a partir de la exposición de valores del antiguo arte es donde debe tomarse el labor pedagógico: Lealtad, devoción a los padres, ser honorable con tus amigos, nunca retroceder en batalla, hacer muerte justa (omisión de violencia innecesaria sobre cualquier forma de vida) [Ruiz de Chávez Altamirano. TAEKWONDO. Programa integral de enseñanza. The Word Taekwondo Federation. México,1996, pp. 6]
Cada uno estos valores deberán ser colocados según el sitio en el que se realizará la práctica, teniendo en cuenta un modelo de enseñanza-aprendizaje situado a partir de la crítica del sistema actual de la enseñanza de Taekwondo, donde se tomara nota del contexto, experiencia y reflexión de ésta, y poder provocar en el alumno un verdadero aporte formativo en su ser.
En el practicante de edad avanzada, este proceso reflexivo debe ser presentado a partir de la imagen de igual con el otro, ya que es en este caso que se suele presentar el problema con la conducta, trabajando desde las bases, aunque muy difícilmente se le puede involucrar a los padres en el proceso, es de vital importancia que el pedagogo haga reflexionar a los tutores que estas conductas suelen aprenderse en casa.
Mostrar con la ayuda de técnicas que hagan reflexionar los valores y el sentido humano, en experiencia propia, se logra con la convivencia extra clase, ejercicios de confianza, pedir al alumno que reflexione día con día la práctica, en qué tipo de situación puede ser aplicable y plasmarlo en un diario, proporciona grandes resultados.
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