Temperamento
Enviado por pisis2 • 4 de Septiembre de 2011 • 788 Palabras (4 Páginas) • 5.765 Visitas
Si hay algo que le pone el sello a la personalidad es el temperamento. Desde la niñez nos acompaña, desde los 6 meses a los dos años se va dejando sentir nuestro temperamento. Diríamos que viene alojado en los genes, en la raíz neurológica, y que va a quedarse con nosotros hasta la muerte. Es decir, el temperamento es la parte heredada de nuestros abuelos y de nuestros padres. El temperamento junto al carácter forman la parte no física de la personalidad, algo que se siente, que se puede observar a través de las reacciones, pero que nunca alcanzamos a tocar. Según Hipócrates el temperamento se divide en cuatro categorías básicas: sanguíneo, colérico, melancólico y flemático. El sanguíneo: son personas cálidas, vivaz, alegres, muy empáticas, y a la vez muy expresivas, francas y con tendencia a las impresiones extremas. Además, son muy gregarios, amistosos, le huyen a la soledad. Pese a que son muy trabajadores, tienen tendencia a la desorganización. Una de sus trampas es su inflexibilidad, la rigidez en sus pensamientos, y en sus actividades. Sin embargo, son excelentes anfitriones, o predicadores, oradores de masas, o emprendedores de proyectos. El colérico: son activos, ágiles, de fuerte voluntad y con independencia en sus actuaciones. Viven llenos de metas, proyectos, planes, asumen riesgos, sin embargo, tienen destreza y habilidad para salir bien de ellos, son muy prácticos; para los conflictos interpersonales y de parejas, aunque tienen tendencia hacia la hostilidad y al enojo. Emocionalmente son contaminantes y afectivos. El melancólico: son muy inteligentes, creativos, trabajadores e imaginativos, con tendencia hacia las artes, la pintura, la escultura, o las letras. Son pacifistas y humanista. Huyen de los conflictos, de las críticas y de los comportamientos violentos de los sanguíneos. Los melancólicos, son amorosos, sensibles, solidarios, pero muy determinantes con sus espacios, por lo que son egocéntricos, susceptibles y a la vez perfeccionistas. En algunas situaciones pueden tornarse negativo o depresivo por su alta susceptibilidad frente a ser cuestionado. Si su ánimo decae por mucho tiempo, se vuelven improductivos, solitarios, callados y de conducta muy introvertida. El flemático: son de temperamento tranquilo, sereno, equilibrado en cualquiera de las circunstancias. Difícilmente reaccionan de forma colérica o explosiva, por lo que son totalmente pasivos, conciliadores, de tendencia a la disciplina y al trabajo con capacidad de liderazgo, pero lucen siempre como si no le interesara; emocionalmente son fríos, distantes, poco afectivos. En sus relaciones aman, pero no son ardientes, ni expresivos, ni demandan pasiones, más bien participan, pero otro tiene que ponerle el volumen. En la vida, los flemáticos suelen ser lentos, pocos demandantes, diría que, realizan sus trabajos, logran sus propósitos, pero no asumen grandes desafíos, ni comportamientos transcendentes. Más bien, son las circunstancias
...