Terapia Deportiva
Enviado por Slidy Roberto • 26 de Agosto de 2017 • Resumen • 2.784 Palabras (12 Páginas) • 179 Visitas
Thompson, P. J. (2009). Introducción al proceso de entrenamiento. Monaco: International Association of Athletics Federations.
El cuerpo humano es una ‘máquina’ viva muy compleja y la anatomía versa sobre el aprendizaje de la estructura del cuerpo. Los atletas varían mucho en forma y tamaño y en el color de la piel, pero el cuerpo siempre funciona exactamente de la misma forma. A medida que vayas experimentando cómo está construido el cuerpo, comprenderás mejor como éste responde al ejercicio y al entrenamiento.
- Célula es una unidad de materia viva y es el bloque de construcción básico de la vida. Todas las cosas vivas consisten en una o más células. Las células forman la piel, los huesos, los músculos y el cerebro, y todas las otras partes del cuerpo.
- Esqueleto: Los seres humanos, como la mayoría de los animales grandes, tienen un esqueleto dentro del cuerpo. Un esqueleto es un sistema de huesos y otros materiales de soporte. Tiene tres funciones importantes: dar soporte al cuerpo, proteger los órganos y brindar anclaje para los músculos
- Musculo: Los huesos se mueven en las articulaciones por medio de la contracción y la relajación de los músculos unidos a ellos. El cuerpo tiene más de 600 músculos y éstos forman un 40% aproximadamente del peso del cuerpo. Usamos estos músculos para movernos, respirar e incluso para permanecer quietos.
Los músculos esqueléticos humanos suelen clasificarse según tres tipos de fibras musculares que, por otro lado, pueden formar parte de un mismo músculo. Esta clasificación se basa en las características bioquímicas y la fuerza producida por los distintos tipos de células musculares aisladas.
Billat, V. (2002). Fisiologia y metodologia del entrenamiento deportivo de la teoria a la practica. España: Paidotribo.
- Fibras de contracción rápida También llamadas fibras rápidas glucolíticas o fibras de tipo IIb. Estas fibras tienen un número relativamente escaso de mitocondrias, un metabolismo aeróbico bajo y una menor resistencia a la fatiga. Las reacciones químicas involucradas en este movimiento rápido, implican que no puede utilizar las fibras de contracción rápida por mucho tiempo.
Fibras de contracción lenta También llamadas fibras lentas oxidativas o fibras de tipo I. Las fibras de contracción lenta contienen un gran número de mitocondrias y están rodeadas por más "capilares" (ramificación de las arterias y de las venas) que los otros tipos de fibras. Además, las fibras de contracción lenta contienen un pigmento rojo, la "mioglobina", proteína muscular sobre la que se fija el oxígeno. La estructura de la mioglobina es similar a la de la hemoglobina sanguínea. La concentración elevada de mioglobina y el gran número de capilares y de mitocondrias favorece el aporte de oxígeno (por la mioglobina y los capilares) y su utilización (por las mitocondrias, en las que se desarrolla el ciclo de Krebs y la cadena respiratoria). Esta gran capacidad para metabolizar ATP por medio del oxígeno, confiere, a la fibra muscular de tipo lento, resistencia a la fatiga.
- Fibras intermedias Estas fibras también reciben el nombre de rápidas glucolíticas y oxidativas o también fibras IIa. Tal como sugiere esta denominación, dichas fibras tienen características bioquímicas y de resistencia a la fatiga a medio camino entre las fibras lentas y las rápidas. Sin embargo, parece que la fibra intermedia es un estado transitorio entre las fibras lentas y las rápidas en respuesta a una nueva carga de ejercicio (en una fase llamada de adaptación). Las fibras intermedias implican más bien la noción de continuidad entre los tipos de fibras lentas y las rápidas, dada la dificultad para realizar una clasificación entre esas dos categorías
Cuando se estimula el músculo esquelético, éste tiende a acortarse alrededor de un eje longitudinal y a desarrollar una fuerza: la contracción muscular. Las contracciones musculares son de dos tipos principales:
- Contracción dinámica:
- contracción concéntrica cambio producido en la longitud del músculo y al movimiento en una o más articulaciones. Cuando la fuerza de contracción es mayor que la carga que hay que elevar, la contracción dinámica resulta en el acortamiento del músculo.
- contracción excéntrica Si la fuerza de contracción es un poco inferior a la carga que hay que elevar, la contracción dinámica resulta en la extensión del músculo. Las contracciones excéntricas tienden a hacer contracciones de control
Fig. 1. Contracción dinámica
[pic 1]
Fuente: Introducción al proceso de entrenamiento
- Contracción estática: Este tipo de contracción se llama más a menudo contracción isométrica. Cuando el músculo se contrae isométricamente produce tensión, pero el músculo no se extiende ni se acorta, y no hay movimiento. Tal contracción es muy común y se puede observar cuando uno intenta mover un objeto que no es posible mover.
Vanmeerhaeghe, A. F., & Romero Rodriguez, D. (2013). Rol del sistema sensoriomotor en la estabilidad articular durante las actividades deportivas. Apunts Med Esport, 48(178), 69-76.
El sistema nervioso central (SNC) obtiene la información necesaria para controlar los movimientos de nuestro cuerpo desde 3 subsistemas: el sistema somatosensorial, el sistema vestibular y el sistema visual. Los músculos reaccionan cuando reciben señales del cerebro. Estas señales son transmitidas por los nervios formados por células nerviosas especiales. El proceso de contracción real de una fibra muscular empieza cuando recibe un estímulo nervioso, que es una señal eléctrica transportada a través de las células nerviosas. Los mecanorreceptores se encuentran en diferentes partes del cuerpo, incluyendo la piel, las articulaciones, los ligamentos, los tendones y los músculos. Las vías aferentes (líneas de puntos) transmiten entradas a 3 niveles de control motor y se asocian a áreas como el cerebelo. La activación de las neuronas motoras puede darse en respuesta directa a la entrada sensorial perifénca (reflejos) o bien descendiendo desde centros superiores (movimiento automático y voluntario). Estas 2 vías pueden ser moduladas o reguladas por las áreas asociadas. Desde cada uno de los niveles de control motor las vías eferentes convergen con las motoneuronas situadas en las raíces ventrales de la médula espinal. La activación de las fibras musculares intrafusales y extrafusales provocará nuevos estímulos para ser presentados a los mecanorreceptores periféricos.
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