Tiempos Modernos, Critica

“Tiempos modernos"

Charles Chaplin, 1936

Guión y partitura musical: Charles Chaplin

Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Tiny Sandford, Chester Conklin, Hank Mann, Stanley Blystone, Al Ernest Garcia, Richard Alexander, Cecil Reynolds, Mira McKinney, Murdock MacQuarrie, Wilfred Lucas, Edward LeSaint, Fred Malatesta, Sammy Stein, Juana Sutton y Ted Oliver.

https://www.youtube.com/watch?v=b6mrvKTopY8

Tiempos modernos es una comedia escrita, dirigida y protagonizada por Charlie Chaplin, la cual se considera una de sus películas más importantes. Como toda obra grande de Chaplin, la película pisa una línea muy fina entre el slapstick y la sátira, así como el funcionamiento como un comentario socio- económico de la sociedad estadounidense durante los años treinta como resultado de la creciente industrialización y en los efectos devastadores de la Gran Depresión. A lo largo de la segunda mitad de su carrera, Chaplin fue acusado a menudo de tener simpatías comunistas y aunque él negó vehementemente estas acusaciones, está claro que Chaplin se apoyó cómodamente a la izquierda. Su afecto hacia la clase obrera se remonta a la infancia de Chaplin en los suburbios de Londres. A pesar de su temprana desconfianza de películas con mensajes, Tiempos modernos marca el punto de inflexión en el que Chaplin plenamente llegó a enfrentarse con su condición de figura internacional y comenzó a utilizar su fama para comentar más sobre el mundo y llamar la atención sobre los problemas que sentía eran importantes.

La abrumadora preocupación de Chaplin en la primera sección de Tiempos modernos es la tiranía de la tecnología y la sociedad, como la humanidad se ve obligada a adaptarse a su alrededor dentro de las máquinas y las instituciones endémicas en la sociedad moderna, sobre todo en relación con la idea del "sueño americano" y la "búsqueda de la felicidad". El tema de la tecnología que atrapa y esclaviza al hombre hace hincapié en la introducción de la película, que tiene lugar en una fábrica bizarra en el que todos los trabajadores son controlados y supervisados por monitores gigantes. Los seres humanos trabajan al ritmo de las máquinas, un ritmo que se ajusta en varias ocasiones a efecto cómico y resulta en una escena en la que las experiencias de Chaplin le generan una crisis nerviosa. Mientras esta escena funciona de maravilla en un nivel puramente cómico, también intenta revelar cómo tal, el trabajo mecánico aburrido, que no requiere de la creatividad o el pensamiento; deshumaniza a las personas reduciéndolas a poco más que engranajes de una máquina. De hecho, la película está llena de metáforas visuales: desde la desaparición del vagabundo en la propia máquina en la cual se mueve a lo largo de engranajes gigantes, a una escena en la que es alimentado a la fuerza por robots con la finalidad de eliminar la hora del almuerzo.

Peculiarmente, la crítica de Chaplin hacia los supuestos beneficios de la tecnología sigue en la producción de la película. El sonido había llegado al cine desde 1927, pero en Tiempos Modernos, casi diez años después, Chaplin optó por mantener la película casi totalmente muda, supongo que por el temor que socavaría el atractivo universal de Chaplin y su capacidad para comunicarse través de la mímica. Tiempos modernos es en particular la primera y la última película que cuenta con la voz de Chaplin, la cual se aprecia en la escena en donde trabajaba como camarero y animador en un restaurante, pierde la letra de una canción

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