Tocando El Corazón De Dios
Enviado por 9315 • 16 de Diciembre de 2014 • 368 Palabras (2 Páginas) • 245 Visitas
Tocando el corazón de Dios
Dios busca corazones que estén delante de Él, hombres y mujeres en los cuales Él pueda bendecir y transformar las naciones, derramando lluvias de bendición por la mediación de ellos delante de Su Trono, en el Nombre de Jesús, siendo guiados por el Espíritu Santo.
A esos hombres y mujeres Dios no les encubre nada; sino, que conociendo la promesa que pesan en sus vidas de Su parte, El Señor les Da los tesoros escondidos de Su misericordioso corazón. Éstos son aquellos que guardan Sus Mandamientos y que practican la justicia del Señor y dan mandamiento a sus generaciones de hacer justicia, juicio y a andar en perfección de vida, como andaba Abraham.
Estos hombres y mujeres están delante de Dios, rogando en reverencia y humillación, cambiando la maldición que pesa en contra de otras personas en bendición. Cambian sentencias de muerte en sentencia de vida, de hombres que al igual que Lot, moran entre la iniquidad y Dios les salva, porque Se place en usar intercesores, para sacar las vidas de moradas inmundas, para que habiten bajo la sombre de Sus alas.
Dios usa intercesores de acuerdo a Su propósito y voluntad, con clamor, para deshacer las obras de iniquidad. Hombres en el poder del Espíritu, bajo Su obediencia, persistentes, como el siervo Abraham. Hombres y mujeres que conozcan la misericordia de nuestro Dios libertador; que conozcan de Su bondad, Su benevolencia y de Su inclinación hacia los pensamientos de bien y caminos de prosperidad que Dios tiene para Su pueblo por amor a Sí, en el Nombre de Cristo.
Los intercesores son aquellos que conocen el corazón de Dios y que tienen un corazón transformado, capaz de humillarse como Abraham, reconociendo el Señorío de Cristo en todas las áreas de su vida; pero también capaces de entender y recibir Su amor y del favor el Hijo delante del Padre.
Una oración intercesora toca el corazón de Dios, confiando en que siempre recibirá un respuesta del Altísimo, y siempre será la mejor.
“Y busqué entre ellos hombres que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no la hallé”. Ezequiel 22:30
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