Todo Viene

ANTECEDENTES DEL PROYECTO

Este proyecto surge con la necesidad de provocar un cambio de actitud en nuestra comunidad educativa a través de una invitación desde el aula (Segundo “B”), el trabajo en común y el compromiso social para comenzar a cambiar el entorno de intolerancia, falta de norma y disfrutar así de la vida por medio de convivencia pacífica.

Al mismo tiempo para integrar al grupo ya que fueron combinados para, tratar de mejorar la actitud de los estudiantes en las diferentes actividades realizadas en el aula ya que presentaban vínculos amistosos muy fuertes, lo que ocasionaba dispersión en los estudiantes. El trabajo colaborativo no es dinámico, pues prefieren trabajar de forma individual, sin dar a conocer sus opiniones al resto del grupo, les cuesta seguir instrucciones, pedir la palabra para dar sus aportes, esperar al docente dentro del aula de clase, utilizan un tono de voz muy fuerte, lo que genera malestar en el grupo, realizan conversaciones inoportunas con sus compañeros, interfiriendo en el buen desarrollo de las clases, incumplimiento con las tareas.

JUSTIFICACIÓN.

En toda sociedad y ambiente tiene que haber normas, aunque sean mínimas. La familia y la escuela son fundamentales para su aprendizaje. Las normas deben ser cumplidas por maestros y estudiantes a fin de facilitar el logro de los objetivos educativos. Sin ellas difícilmente se alcanzan. ¿Cómo se va a aprender en un lugar donde todos hablan, gritan o juegan?

Pero no es tan fácil cumplirlas: la naturaleza humana, y más la de los niños y jóvenes, tiende a pasar por encima de ellas: no las desea; tiende a desobedecerlas, aunque sean lógicas y razonables. Es que, con frecuencia, los estudiantes desconocen su importancia para una adecuada convivencia y no en pocos casos porque tienen otros intereses.

La educación en valores ayuda a descubrir y asimilarlos, se hace necesario buscar estrategias para ayudar a los estudiantes en el desarrollo y formación de sus capacidades en diversas situaciones, la formación de actitudes y aplicación de normas de convivencia en el aula, el compañerismo, el respeto por la opinión del otro.

Al mismo tiempo tener la oportunidad de compartir vivencias, sentimientos y concepciones relacionadas con la construcción de la personalidad de los estudiantes, como un grupo de trabajo en el que se reflexiona y comparten estrategias y materiales para la práctica de valores en el aula.

La propuesta de trabajo se concibe como una actividad formativa, mezcla de encuentro interpersonal entre estudiantes, para tener la oportunidad de compartir vivencias, sentimientos y concepciones relacionadas con la construcción de las dimensiones de la personalidad moral de los alumnos y alumnas y, como un grupo de trabajo en el que

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