Trabajo Toxico

Un trabajo se vuelve tóxico cuando persistentemente provoca angustia y agotamiento. Las personas van perdiendo su brillo anterior, su energía y su autoestima. Se tornan pesimistas y evalúan negativamente su entorno, sus posibilidades laborales y su futuro. Abandonan sus expectativas de cambio y se sienten impotentes e incapaces de generarse una actividad más provechosa o un ambiente más grato. Desarrollan todo tipo de dolencias físicas o emocionales.

Cuando nuestro trabajo se torna toxico se deben de tomar medidas drásticas, pero el problema es estas conscientes de que tenemos un problema. El cambio es difícil, porque estamos acostumbrados a la rutina, es decir estamos inmersos en hacer el mismo trabajo diario, a sabiendas que nos provoca irritaciones no solo con nosotros mismos, sino con nuestro alrededor, incluso con nuestra familia, con lo que provoca sellos grises en los demás.

El trabajo toxico es provocado por los malos tratos, no ser reconocido, hacer el mismo trabajo siempre, es decir ser rutinario en todas sus actividades, incluso desde levantarse hasta dormir. Todo eso provoca angustias, insatisfacciones, molestias de nada.

Para reconocer a una persona intoxicada y evitar este tipo de comportamientos, se deben de tomar los siguientes aspectos:

1. Es trabajo no es nada personal: es demasiado fácil tomarse las cosas personalmente y pensar que el comportamiento tiene que ver con nosotros, cuando en realidad el problema es la otra persona.

2. Evitar forjar lazos afectivos en base a algo negativo: no nos debemos unir a una persona que se queja constantemente, ya que si lo hacemos la otra persona sentida que ha encontrado a un compañero de aflicción y acudirá siempre a usted cuando sienta algo negativo.

3. Descubra que le molesta realmente: saber por qué algo le fastidia la conducta a alguien es el primer paso para cambiar su reacción.

4. No se acerque demasiado: la toxicidad es contagiosa.

5. Busque un paño de lágrimas: el mejor remedio es intercambiar historias con un amigo cercano (fuera de la oficina) y encontrar humor y consuelo en saber que no está solo.

6. Todo se trata de inclusión: ayuda a cambiar a las personas toxicas por medio de pedir aportaciones y sean tomadas en cuenta, así como también sus ideas.

7. Si tiene dudas, verifique: verifique lo que pensó que vio o escuchó para que ese espacio no se llene de sentimientos de ofensa, enojo y resentimiento.

8. Busque una salida: si trabaja con un compañero tóxico, su única opción podría ser irse de ahí tan rápido como sea posible, porque posiblemente sea usted el perjudicado al ser despedido.

Estos son consejos para todas aquellas personas que todavía no encuentran esa toxicidad en sus quehaceres, pero si tienen a otros que intentan contaminar su espacio.

Las personas perjudicamos a otros con el fin de mantenernos dentro de la empresa, asegurando

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