Transición A La Democracia

En 1493 el papa Alejandro VI repartió el mundo a dos potencias colonizadoras Europeas, España y Portugal, aunque la definición del hemisferio terrestre no se presentó lo bastante clara y hubo conflicto por ello.

Hacia 1544 llegaron a Japón los primeros colonizadores portugueses siendo uno de los más destacados Fernando Mendes Pinto. Los navíos portugueses lejos de llegar con una idea colonizadora llegaron con un claro ímpetu evangelizador de las órdenes religiosas, para esto llevaron consigo a uno de los grandes representantes de la orden Jesuita Francisco Javier y fue gracias a un informe de Mendes Pinto que se enteró que llegaría a unas islas de recién descubrimiento que bautizaron con el nombre de “islas japonesas” donde pondrían todo su empeño en implantar la “fe religiosa”.

Los portugueses no tardaron en establecer el comercio en el puente de Nangasaqui y así los Jesuitas y los mercaderes controlaron el tráfico espiritual y material que llevaba a aquel reino, aunque los españoles no perdieron el tiempo y llegaron dos naves de la armada Española a Filipinas, los portugueses vieron en este hecho una violación a sus derechos y por supuesto un peligro para sus posesiones y su comercio. Los ánimos entre ambas naciones estaban a hervor, los nervios se calmaron con estallidos esporádicos, los portugueses tenían poco esmero por luchar y esto se debía a su próxima independencia de la corona de los Austria.

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