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Un Niño Llamado Juan


Enviado por   •  8 de Julio de 2013  •  4.122 Palabras (17 Páginas)  •  422 Visitas

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Un niño llamado Juan

UN NIÑO LLAMADO JUAN

INTRODUCCION

La escena se desarrolla en la época actual 2013. Cuenta la historia de una pareja supuestamente de enamorados, que al saber la noticia de que la novia espera un hijo, traerá problemas en la relación. Pero dará comienzo al conocimiento total de si misma, y a la fuerza eminente que desatara, frente a la actitud del papa del niño llamado Juan.

Es el llamado para las madres solteras que tienen miedo a enfrentarse solas a la decisión de tener un hijo sin padre. Pero sobre todo, es la invitación que nos brinda Juan, al permitir reconocer que una mujer en su papel de padre y madre, tiene mas valor que un padre ausente, que solo puede brindar desequilibrio y desamor, frete a los ojos de sus hijos.

PERSONAJES

• ANTONIA: Una mujer muy sencilla de aspecto tierno, representa la fuerza y el amor maternal. Le da vida a su hijo, destacando la importancia de la mujer frente a la maternidad.

• FAUSTO: Representa el típico hombre irresponsable, incapaz de asumir el papel de padre. Destaca el valor inhumano frente a la paternidad.

• JUAN: Representa la inocencia y el claro significado del verdadero amor. Destaca la importancia de que el amor lo puede cambiar todo, incluso hasta lo imposible. Reflexiona sobre la realidad actual de un niño frente la ausencia de un padre.

Antonia esta sentada ansiosamente en una silla al pie de un tocadiscos, escuchando una música suave pero a la vez muy melancólica para su estado de ánimo. Esta esperando la llegada de aquel que le quitaría la vida sin ates conocerla…

Antonia levanta la vista y oye a lo lejos el sonido de una llave tratando de abrir la puerta principal de su casa. Preocupada, se coloca de pie rápidamente, y corre hacia el encuentro definitivo con su futuro.

Alguien abre con cuidado aquella puerta, mientras ella abriendo sus grandes ojos suspira con grandeza…

¡¡Al fin llegas!! (Comenta alegre y con ganas de reír), estoy contenta de verte… ¡¡tengo algo muy importante que decirte!! Algo que cambiara de forma definitiva nuestras vidas, y sé que estarás igual de feliz como lo estoy ahora yo.

Fausto, sorprendido por el recibimiento de su novia, deja sus llaves encima de la mesita de la entrada, y se dirige hacia la sala de la casa. Cogiendo de la mano a su prometida, y guiándola hacia el gran mueble blanco…esta preparado para escuchar la noticia preparada…

Cuéntame mujer, me tienes bastante intrigado con lo que pasa, ¿Qué es aquello que te tiene tan contenta y con ganas de gritarle al mundo la gran felicidad que te invade? ¿La felicidad que hasta a mi mismo desearía sentir en este momento? ¡¡Vamos háblame!! Que muero por saber que sentimiento tan agradable es el que lleva tu corazón.

Si amor, es un gran sentimiento, es aquel que solo una mujer puede sentir…es la dicha de ser bendecida y escogida por Dios para dar existencia a una nueva vida; es comprender que mas alla de ser mujer, me he comvertido en aquella que ha dado fruto a nuestro amor. Por esto no hay palabras que puedan expresar la que siento al saber que voy a ser madre; la dicha de saber que un pedacito de cielo crece dentro de mi, y que en pocos meses Dios me enviara como un angel hermoso para cambiar mi vida entera

Fausto con la mirada escondida, sorprendido, angustiado y desesperado, quedando sin palabras, se para del sofá, mira sin punto fijo y quedando sin movimiento alguno, voltea su mirada hacia Antonia y le dice:

¡¡¡es imposible! ¡Como pudo haber pasado! Esto no debe estar sucediendo…tenias que cuidarte, no estábamos preparados para asumir esta responsabilidad…no quiero un tercer entre los dos…no quiero ser padre en este momento…no quiero perder mi libertad…no quiero y no quiero…no deseo ser papa…

Antonia no puede creer lo que esta escuchando, es encontrar algo que nunca esperaba hacerlo; es conocer a alguien totalmente irreconocible, es saber que sus sentimientos no eran iguales que los de él. Es reconocer que no había un camino claro por recorrer.

¡Como puedes decirme esto,, tu que sabes de lo que soy o no capaz de ser! Yo al contrario de ti, quiero ser alguien diferente, alguien maduro que tenga una razón mejor para ser feliz y ser mejor cada día; alguien orgullosa de si, para enfrentar cosas nuevas, y se que Dios me esta dando aquella oportunidad tan esperada, y que tu no quieres asimilar…

Fausto enfadado y un tanto agresivo le dice: Si…exactamente, no quiero asimilar porque no quiero un tercero entre nosotros, porque solo quiero estar contigo….Pero…pero nada, quiero que hagas algo, que te olvides de él y que no hablemos mas del tema…

¿Pero que estas diciendo? Me estas diciendo que…

Si Antonia…quiero que abortes…

“No puedo creer que este diciendo todo esto. No quiero saber que me equivoque de persona, no es posible que haya elegido tan mal al padre de mi hijo… pensé que esta noticia seria igual de grata para ti, así como lo es para mi…pero me equivoque, mis sentimientos no son iguales que los tuyos….

¡Por supuesto que no! Tengo una vida por delante, mi estudio, mi trabajo, mis amistades… Antonia, no estoy preparado para un hijo en este momento, y créeme que tu tampoco…

¡Antonia levantándose eufórica del mueble donde se allá sentada le dice: Eso nunca Fausto…prefiero estar muerta antes que hacer algo así…como me puedes pedir algo así… pensé que me amabas.

Si te amo, ¡pero A ese niño No!

¡¿Qué? (llorando baja la cabeza sentándose nuevamente en el mueble y sollozando con lo escuchado, toma algunos segundos de aire, respira fuertemente y grita:

Sal de mi casa ahora! No quiero volver te a ver, me equivoque al elegirte y aun mas pretendiendo que sientas igual que yo… puedes irte por donde llegaste.

¿Quieres tu libertad? Pues te la devuelvo en bandeja de plata; pero eso si… nunca te atrevas a regresar, porque en este momento, acabas de perder a una mujer que te amo con todo su corazón, y aun hijo que nunca conocerás… y no por mi, sino por tu maldito egoísmo que nunca podrás reconocer.

Al pasar el tiempo, se encuentra Antonia en el mismo mueble de su casa y dice:

Mire tu carita sonriente, te escuche hablar con tal pasión de aquellas metas que alcanzar quieres y que tanto desea tu corazón. Tus ojitos poseían un brillo tan hermoso como el de las estrellas, y no parabas de hablar de las hazañas del día. Te mirabas tan feliz, tan contento, que por un leve momento vino a mi mente el recuerdo de cuando en mis entrañas vivías. Tú eres un bendecido, un escogido de Dios, y al ser tu madre recibo también esa bendición.

Ahora con tus 18 años de vida, puedo verte como una gran luz en el camino,

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