Una Colombia Mejor

Hablar o escribir acerca de los fenómenos económico y social en nuestro estado de forma actualizada, no es otra cosa que volver a revisar los problemas que atañen a Michoacán desde siempre; una tarea complicada para esbozarla en breve espacio; sin embargo, trataré de explicar grosso modo los principales aspectos que considero relevantes e inherentes a dichos fenómenos.

Como preámbulo, cabe aclarar que; de acuerdo al modelo económico de nuestro país, y por ende, de nuestro estado, economía y sociedad son términos que no pueden separarse del todo; puesto que, la sociedad se rige necesariamente por un modelo económico que impulsa el resto de sus actividades. A su vez, la economía sería no menos que una abstracción si careciese del aspecto social.

El desempleo, la pobreza extrema que ostenta infinidad de zonas de la región de tierra caliente (y otras más), la migración al país vecino, el abandono del campo, la proliferación de la delincuencia, la crisis económica, la educación, la pérdida de identidad cultural, la marginación de grupos indígenas, y un sinfín de problemas que se convierten en parte del diario vivir del pueblo michoacano; problemas a los que nos vamos acostumbrando y que se aceptan y reciben en nuestra mesa, no como en “el pan nuestro de cada día”, sino como la tortilla nuestra que no puede faltar, problemas que de tanto repetir y manosear en esbozos, panfletos o ensayos han perdido el sentido, como lo pierden la palabra iniciar después de repetirla 10 ó 12 veces sin parar.

Es por ello que a continuación revisaremos uno de los aspectos anteriormente enumerados, sin dejar de resaltar que ninguno de ellos dejará de ser visto como un problema si no se inicia con una propuesta, un cambio de paradigma, una actitud distinta por cada uno de los ( no sé cuantos michoacanos seamos) individuos que habitamos el estado de Michoacán.

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