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Una Vision Al 2040

hurtado8522 de Agosto de 2011

3.683 Palabras (15 Páginas)781 Visitas

Página 1 de 15

Resumen del libro

El transporte como soporte al desarrollo de

Colombia. Una visión al 2040

Jorge Acevedo

C.E., MSc. Profesor Asociado. Investigador del grupo TESO, Departamento de Ingeniería Industrial. Investigador del

grupo SUR, Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental. Universidad de los Andes. Bogotá D.C., Colombia

jacevedo@uniandes.edu.co

INTRODUCCIÓN

El propósito fundamental de este texto es que los lectores

interesados tengan una visión global del libro

El transporte como soporte al desarrollo de Colombia. Una

visión al 2040, trabajo interdisciplinario realizado por

un grupo de profesores de la Universidad de los Andes

y publicado por la misma Universidad.

A continuación se resume en forma condensada algunos

de los planteamientos y resultados de este libro,

cuyo propósito fundamental no es predecir el futuro

en tan largo plazo, sino plantear una visión prospectiva

que estimule el debate sobre importantes decisiones

de política pública que el país debe tomar en

el corto plazo y que repercutirán decididamente en el

largo plazo.

Los méritos del trabajo pertenecen al grupo de autores,

pero las omisiones e interpretaciones de este

resumen son exclusiva responsabilidad de su autor.

E L C R E C I M I E N T O E C O N Ó M I C O E S P E R A B L E D E

C O L O M B I A E N L O S P R Ó X I M O S 3 0 A Ñ O S

El país seguirá creciendo si los gobernantes que sean

elijidos continúan aplicando políticas prudentes y

acertadas. A pesar del bajonazo que ha producido la

aguda crisis financiera global, es de esperar que Colombia

en un par de años recupere su crecimiento y

que en la siguiente década logre unas tasas de crecimiento

elevadas. Para los 20 años subsiguientes,

en forma muy conservadora, el estudio supone unas

tasas de crecimiento positivas pero modestas. Éstas

son las bases de las proyecciones que se discuten a

continuación.

C R E C I M I E N T O E S P E R A D O D E C A R R O S Y M O T O S

Con el crecimiento económico previsto, Colombia

va a experimentar, aunque en una escala mucho más

modesta, lo que ha venido pasando en forma dramá-

1 Jorge Acevedo, Juan Pablo Bocarejo, Juan Carlos Echeverry, Germán C. Lleras, Germán Ospina, Álvaro Rodríguez. El

transporte como soporte al desarrollo de Colombia. Una visión al 2040. Universidad de los Andes, marzo de 2009.

157

#29 revista de ingeniería

dossier

tica en China y en la India en los últimos años: al

aumentar sus ingresos, una porción creciente de su

población ya no tendrá que dedicarlos enteramente a

subsistir, por lo que generará una cierta capacidad de

ahorro que la liberará gradualmente de las garras de

la pobreza.

Este hecho permitirá a muchos la satisfacción de una

aspiración común de las personas y sus hogares: lograr

una mejora sustancial en su movilidad mediante

la adquisición de un vehículo privado, que le da la

libertad de ir donde quiera y cuando quiera. En este

estudio pudimos determinar que en Colombia, cuando

se logra un ingreso personal de $1 millón mensual

(pesos de 2005), la persona está en capacidad

de adquirir una motocicleta; y cuando logra alcanzar

un ingreso de $2 millones, ya está en capacidad de

adquirir un carro privado. Con estos datos y con las

previsiones de crecimiento poblacional y económico,

nuestras proyecciones del parque de carros y motos

en Colombia son (Tabla 1):

Si el crecimiento económico del país supera nuestros

pronósticos conservadores, las cifras de parque serán

superiores a las proyectadas. Igualmente, si llega a

Colombia el carro recientemente anunciado por Tata

Motors de la India (el Nano), con un precio de apenas

US$2.500, el efecto será reducir el umbral de ingreso

necesario para comprar carro, lo que resultará en

un menor número de motos y un mayor número de

carros.

A pesar del crecimiento elevado en el periodo señalado,

el parque automotor seguirá aumentando en forma

muy acelerada en Colombia en las décadas posteriores

a 2040, quizá hasta finales del siglo.

T R A N S P O R T E U R B A N O D E P A S A J E R O S

a) Ciudades intermedias

Tomando a Neiva como prototipo de ciudad intermedia,

nuestras proyecciones indican que, si todo

sigue igual, para 2040 habrá en esa ciudad 200 mil

motos (hoy hay 44 mil) y 39 mil carros (hoy hay 16

mil). Como consecuencia, el transporte colectivo, que

hoy moviliza el 61% de los viajes motorizados de la

ciudad, en 2040 se habrá extinguido víctima del mototaxismo.

Los viajes en moto serán el 73% del total de

viajes motorizados y en carro serán el 25%.

La extinción del transporte colectivo es indeseable

para grandes grupos de población (niños, ancianos,

discapacitados); por lo que estas ciudades deberán hacer

un gran esfuerzo de apoyo y mejoramiento de su

transporte colectivo para evitar esa desaparición.

b) Ciudades grandes: el caso de Bogotá

Para este grupo de ciudades tomamos como prototipo

a Bogotá. A pesar de las particularidades de cada

caso, mucho de lo que se discute para Bogotá es válido

para las otras ciudades del grupo.

Las proyecciones muestran para la capital un considerable

crecimiento del número de carros (de 700

mil hoy registrados, pasará a 3,3 millones en 2040)

y motos (de 80 mil pasará a 420 mil en 2040). Estas

cifras dan una idea de la magnitud de los problemas

de movilidad que esperan a la ciudad y de la necesidad

urgente de actuar en múltiples frentes para atenuar

estos problemas.

Un primer frente debe ser una mejora sustancial de

la capacidad institucional del gobierno de la ciudad.

La debilidad técnica y económica de la Secretaría de

A ñ o 2 0 1 0 2 0 1 5 2 0 2 0 2 0 2 5 2 0 3 0 2 0 3 5 2 0 4 0

Población del país

(millones) 45,5 48,2 50,9 53,6 56,3 59,0 61,7

Número de carros

(millones) 3,0 3,7 4,6 5,9 7,3 8,8 10,4

Número de motos

(millones) 2,4 4,0 5,9 7,8 9,4 11,3 12,9

Tabla 1. Proyección de parque automotor en Colombia, 2010 – 2040.

158 Movilidad, del IDU y de otras instancias oficiales es

muy aguda, lo que repercute en diagnósticos malos o

inexistentes, y en desconocimiento de temas técnicos

indispensables como la ingeniería de tránsito e improvisación

permanente. Esto, a su vez, resulta en un

pésimo funcionamiento de los semáforos, peor manejo

del tránsito, mal estado de las vías, etc. Sin una

autoridad capaz y fuerte, estos problemas doblegarán

por completo a la ciudad.

Una muestra fehaciente de la debilidad económica y

técnica es el estado actual de la malla vial de Bogotá.

Sus 14.800 kilómetros-carril de vías están en muy mal

estado –casi la mitad requiere ya reconstrucción. Para

recuperarlos, se necesitará una inversión total de $9,3

billones (pesos de 2005)2.

Para afrontar la avalancha de vehículos, es indispensable

que Bogotá tenga sus vías en buenas condiciones.

Si la ciudad toma la decisión de mejorar su malla

vial para que dentro de diez años (iniciando en 2009),

toda su red esté en buen estado, deberá invertir $2,9

billones anuales hasta 2018 y, a partir de ese momento,

cuando ya la red esté totalmente recuperada, deberá

invertir en su mantenimiento $1,9 billones anuales

para conservarla en buen estado. Estos montos, que

la ciudad no tiene disponibles, deben recaudarse con

nuevos tributos y cargas, los cuales deben recaer sobre

los directamente beneficiados con las mejoras.

Por un lado, las obras de recuperación de las vías

locales (por un monto de $4,2 billones) deberían financiarse

mediante una contribución de valorización

a toda la ciudad, ya que los beneficios por estas obras

repercutirán en un mayor valor de todos los inmuebles.

Igualmente, el costo del mantenimiento anual de

la red vial local, una vez recuperada, asciende a $1

billón; este monto debería, por tanto, asociarse al impuesto

predial en forma permanente.

El saldo, de $1,4 billones anuales durante los diez años,

corresponde al costo de recuperación de las vías intermedias

y de las arterias, y debería cobrarse a los directamente

beneficiados, que son los vehículos que transitan

por las calles de Bogotá. Debería cobrarse a todos

los vehículos (carros, camiones, taxis, buses y motos),

con tarifas que reflejen el daño que hacen a las vías.

Como ilustración de los posibles montos requeridos

se realizó un simple ejercicio matemático suponiendo

que a los buses, camiones y taxis corresponda un

pago de $0,2 billones anuales, y a los carros y motos

los $1,2 billones anuales restantes. Si a las motos se

cobra el 5% de esta última cifra y a los carros el 95%

restante,

...

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