VIOLENCIA
Enviado por NANY7651 • 28 de Febrero de 2015 • 5.228 Palabras (21 Páginas) • 159 Visitas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS RELACIONES DE INTERIOR, JUSTICIA Y PAZ
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
LICENCIATURA 2 HELICOIDE - MIRANDA
UNES - CATIA
Facilitador: Discente:
Estrada Jesús Díaz Franthony
Landaeta Jean
Prato Nancy
Vallenilla Jean
Caracas, febrero 2015
INTRODUCCIÓN.
En la sociedad en la que vivimos, existe un fenómeno que si bien es cierto ya ha debido de ser erradico por la implementación de Políticas Públicas adecuadas, aun sigue siendo la principal fuente de criminalidad en nuestro país, hablamos de la VIOLENCIA.
Es por ello que en el presente trabajo se aborda desde un punto de vista analítico este flagelo, dando respuesta a ciertas interrogantes que nos ayudaran a comprender porque desde el seno de la familia la VIOLENCIA acomete en contra de la sociedad entera sin importar el estrato social al cual se pertenezca.
En principio podemos establecer que la violencia en la familia es la base de tanta violencia. Se ve a diario como madres y padres dañan tanto física y psicológicamente a sus hijos dándoles un mal ejemplo y convirtiéndolas en futuras personas violentas.
Establecer los causantes de este problema es el objetivo principal del presente análisis, esperando sea de total comprensión y que sirva como aporte a la sociedad lectora.
VIOLENCIA.
Del latín violentĭa, la violencia es la cualidad de violento o la acción y efecto de violentar o violentarse. Lo violento, por su parte, es aquello que está fuera de su natural estado, situación o modo; que se ejecuta con fuerza, ímpetu o brusquedad; o que se hace contra el gusto o la voluntad de uno mismo.
LAS DIMENSIONES DE LA VIOLENCIA.
No podemos conformarnos con hablar de violencia en singular. En realidad no nos encontramos con la violencia sino con “las violencias”. Sería demasiado simple condenar de la misma manera todas las violencias, sean las que sean y vengan de donde vengan, metiéndolas a todas en el mismo saco.
Conviene, pues, hacer tres distinciones fundamentales:
La violencia de las situaciones de injusticia.
La violencia de las acciones de liberación.
La violencia de las acciones de represión.
Violencias de opresión, violencias de liberación y violencias de represión se entremezclan en una espiral de violencia que corre el peligro de no tener fin. Para acabar con ella hay que salir de la lógica de la violencia e inventar una nueva lógica. La información no basta, también hay que favorecer cambios emocionales y de comportamiento.
Para prevenir la violencia no basta con enseñar a condenarla, aunque esto es importante. Es necesario tener en cuenta que dicho problema incluye componentes de diversa naturaleza en torno a los cuales se debe orientar la intervención:
COMPONENTE COGNITIVO.
En la violencia subyacen deficiencias cognitivas que impiden comprender los problemas sociales y que conducen a: conceptualizar la realidad de forma absolutista y dicotómica (en términos de blanco y negro), graves diferencias que no permiten percibir adecuadamente cuales son las causas que originan los problemas y la tendencia a extraer conclusiones excesivamente generales a partir de informaciones parciales y sesgadas.
COMPONENTE AFECTIVO O EVALUATIVO.
La violencia suele estar originada por el sentimiento de estar injustamente tratado, que provoca una cierta hostilidad hacia los demás, así como la tendencia a asociar la violencia con el poder y a considerarla como una forma legítima de responder al daño que se cree haber sufrido.
Los programas preventivos más efectivos son aquellos que van dirigidos a los pequeños durante los doce primeros años de edad, mientras existe la oportunidad de estimular el desarrollo de la compasión, la tolerancia, el sentido de la autocrítica y la empatía. Si conseguimos que un menor incorpore estos atributos naturales a su carácter, tendremos muchas probabilidades de evitar que recurra a la violencia cuando sea mayor.
EL COMPONENTE CONDUCTUAL.
La violencia suele producirse por la falta de habilidades que permitan resolver los conflictos sociales sin recurrir a ella; y se refuerza a través de experiencias en las que el individuo la utiliza para responder a una de las funciones psicológicas mencionadas en el apartado anterior.
Los estudios realizados sobre la influencia de la educación en los componentes anteriormente expuestos reflejan que estos se producen con una relativa independencia:
El desarrollo cognitivo y la enseñanza de habilidades de categorización y explicación causal influyen especialmente en el componente cognitivo.
El componente afectivo tiene que ver con las actitudes que se observan en los agentes de socialización (compañeros, padres, madres, profesores, etc.).
Con el componente conductual se relacionan las experiencias específicas que se han vivido en relación a individuos de grupos que se perciben diferentes o en la solución a los conflictos sociales.
Debemos alimentar una cultura que fomente el desarrollo saludable de los niños, que neutralice las fuerzas sociales desestabilizadoras y que busque construir una convivencia más generosa, más justa, más ecuménica, y más esperanzadora.
LAS DIMENSIONES DE LA VIOLENCIA ESCOLAR.
Las manifestaciones de violencia escolar son múltiples y variadas. Las dimensiones, por su parte, hacen referencia a tres tipos de violencia, sustentadas en relaciones sociales específicas que involucran, de diferente manera, a los miembros de una comunidad escolar:
La violencia entre pares son todas aquellas situaciones lesivas de la integridad personal, que se dan como consecuencia de la interacción de los alumnos entre sí (Ortega, 2008).
La violencia institucional o de la escuela (Abramovay,
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