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Valores Ciudadanos


Enviado por   •  19 de Mayo de 2014  •  5.886 Palabras (24 Páginas)  •  481 Visitas

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Valores Ciudadanos

RESPETO

Significa valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad. El respeto se acoge siempre a la verdad; no tolera bajo ninguna circunstancia la mentira, y repugna la calumnia y el engaño.

El respeto exige un trato amable y cortes; el resto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, la vida conyuga, de cualquier relación interpersonal. El respeto es garantía de transparencia.

El respeto crea un ambiente de seguridad y cordialidad, permite la aceptación de las limitaciones ajenas y el reconocimiento de las virtudes de los demás. Evita las ofensas y las ironías, no deja que la violencia se convierta en medio para imponer criterios. El respeto conoce la autonomía de cada ser humano y acepta complacido el derecho a ser diferente.

IMPORTANCIA DEL RESPETO

El respeto como la honestidad y la responsabilidad son valores fundamentales para hacer posibles las relaciones de convivencia y comunicación eficaz entre las personas ya que son condición indispensable para el surgimiento de la confianza en las comunidades sociales.

La falta de respeto a nuestras instituciones surge de la laxitud en la que ha caído la cultura moderna por el excesivo énfasis que hemos puesto a la libertad y los derechos de los individuos con el olvido de la responsabilidad y el deber como contra parte complementaria.

RESPONSABILIDAD

La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.

Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.

La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.

El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios como:

*Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.

*Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del cargo que se tiene.

*Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o involuntaria.

*Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad general.

*Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y sentimientos generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los recursos asignados al cargo conferido.

*Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las herramientas y materiales que al cargo se le confiere.

LA HONESTIDAD

Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas.

La honestidad es una cualidad humana, el respeto a la verdad, que buscamos y, en cierta manera, exigimos a las personas con las que compartimos algún tipo de relación, ya sean amigos, pareja o hijos. La mayoría de los seres humanos lo vemos como un valor importante para que las relaciones humanas se desenvuelvan y crezcan en un ambiente de confianza y armonía. Es una virtud que nos aporta seguridad y credibilidad en las personas, y en ocasiones hasta admiración. Tristemente, recibimos mensajes que nos alejan de cultivar este tipo de valores y nos acercan más a un mundo de apariencias y frivolidad. ¿Será que los seres humanos hemos evolucionado (o regresado) que ahora la seguridad y la confianza nos la aportan otras apariencias sociales que no están relacionadas con la honestidad? Y si no es así, ¿por qué la tenemos tan olvidada? Muchas veces los seres humanos tendemos a no querer enfrentar la verdad de las cosas porque el hacerlo implica tomar acción. En otras ocasiones negamos la realidad porque pensamos que si así lo hacemos en algún momento desaparecerá. Pero, pronto descubrimos que el tiempo pasa y no es así, al contrario, las cosas se complican más, acumulando una mentira encima de la otra alejándonos cada vez más de esa vida de paz interna que añoramos tener.

Recordemos que el valor de la honestidad:

Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quién lo que le es debido.

La persona que es honesta puede reconocerse por:

- Ser siempre sincero, en su comportamiento, palabras y afectos.

- Cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos

Voluntarios.

- Evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a las personalidad de los demás.

- Guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales.

- Tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.

LA SOLIDARIDAD

La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano.

La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.

La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la conciencia de una “familia” al resto de la humanidad.

La solidaridad implica afecto: la fidelidad del amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, la apuesta por causas impopulares o perdidas, todo eso puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un deber de solidaridad.

1 ¿Qué entendemos por solidaridad?

Su concepto ha experimentado un proceso de transformación

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