Victimas De La Moda

Víctimas de la moda de “Guillaume Erner”

Este libro, nos habla sobre como el término “Moda” conlleva muchísimas definiciones acerca de lo que es realmente y la manera en la que ha influido en la vida de las personas. Es cuestionable, el porque la gente compra ropa de marca, que es lo que buscan en un diseño y como su estilo de vida está fuertemente ligada a las percepciones que los consumidores tienen hacia las marcas de ropa. Hay muchísimos diseñadores entre ellos Coco Chanel, que creo una verdadera revolución en cuanto las tendencias que fueron surgiendo, además de la forma en la que plasmo su personalidad a sus diseños, motivo por el cual miles de consumidores quedaron completamente asombrados y acabaron adoptando su marca de por vida.

Cada diseñador plasma en sus diseños, sus propias experiencias, sus sentimientos, personalidad, emociones entre otros, y como resultado de ello crean una propia marca en la que muchos consumidores se sienten reflejados y por lo tanto, portar esos diseños los hace sentir a gusto consigo mismos y a la vez reflejan la manera en la que les gusta sean percibidos por lo demás.

La palabra “Modisto” apareció en idioma francés por el año de 1870. Anteriormente ese término no era conocido por la gente, ya que las personas que confeccionaban vestidos en esa época, no tenían en si una profesión. Este libro nos habla sobre como la moda comenzó a ser una tendencia que la gente fue conociendo poco a poco.

Aunque la moda había existido desde varios siglos antes, el punto de partida para la moda, tal y como la conocemos hoy, viene de la mano de María Antonieta y su corte. Durante el reinado de su esposo Luis XVI, la moda francesa entro en uno de los mayores éxitos de todos los tiempos. Fue justo en este punto cuando la moda dejó de ser un elemento funcional ya que hasta entonces había servido para demostrar la clase social a la que uno pertenecía, para convertirse en un asunto de palacio. En la época de María Antonieta todos imitaban lo que ella lucía, se podría decir de ella que era una creadora de tendencias. Sin embargo, el esplendor de su reinado y de su vestimenta duró poco.

Desde ese entonces el “modisto” comenzó a plasmar sus huellas en los vestidos que hacía, por lo tanto dejaba una firma permanente en el diseño que realizaba, o le proporcionaba una marca al mismo. El siglo XX, fue la época de auge de los diseñadores de moda, ya que en los años 20’s comenzaron a incursionar en el mercado diseñadores tan famosos como Coco Chanel, y en los 40´s como Christian Dior, después de haber realizado diseños fuera de la común que a la gente comenzó a gustarle y a adoptar ese tipo de modas. Actualmente existen diseñadores como Jean Paul Gaultier, que van más allá de lo común y a pesar de que sus diseños son bastante extravagantes y posiblemente no del agrado de todas las personas, sus diseños son un éxito a nivel mundial y su moda se encuentra plasmada en muchísimas partes alrededor del mundo. Desde entonces el negocio de la “Moda” ha tomado muchísima fuerza y actualmente es uno de los negocios más rentables a nivel mundial.

La firma plasmada en un diseño, aunque suene raro, es lo que más le da importancia la gente al comprar ropa, ya que la marca es la que refleja la personalidad del producto y las personas se ven reflejadas en las mismas. La relación entre el diseñador y la marca es importantísima, ya que el diseñador es el que dota de personalidad a marca y por lo tanto las percepciones y beneficios que obtienen los consumidores por ese diseño, provienen del nombre que portan los diseños. Muchas veces el simple hecho de conocer la marca y saber cómo es, hace olvidar por un momento quien es el diseñador de la misma. Sin embargo para que un diseñador pueda gozar del privilegio de que sus consumidores compren sus productos por la simple marca no es fácil, se necesita de muchísimos años de trabajo y generar lealtad entre los mismos, resultado de constante innovación y recordación de porque la marca te representa ese estilo de vida que quieres tener.

Para los modistas, la moda es una forma de expresar lo que sienten y lo que están viviendo en ese momento, y aunque ellos saben que todos sus diseños no forzosamente serán del gusto de los seguidores de su marca, buscan la manera de encontrar cosas especiales que los hagan permanecer con ella y crear lealtad, por lo tanto eso los motiva, a estar en constante innovación. El negocio de la moda es un éxito para los modistas, ya que tienen sus diseños puestos en sus propias tiendas o tiendas de lujo y saben que van a poder vender lo que ellos quieran, por lo tanto constantemente se están preparando para las próximas temporadas.

Bien dijo Christian Lacroix “La calle es peligrosamente creativa” y por lo tanto los diseñadores no tienen miedo a crear diseños nuevos, por lo que van más allá de lo que la gente espera y marcan tendencias que antes la gente no conocía, pero que pasan de ser un misterio a una realidad a la que todos quieren entrar. Algo interesante del libro es que dice que los mismos diseñadores o modistas, también pueden ser considerados “Victimas de la moda”, ya que este negocio está en constante cambio y bastante rápido, por lo tanto siempre están alertas de las tendencias que están surgiendo y deben actuar rápidamente para poder competir con las otras marcas que están en el juego.

Para un diseñador su ritmo de vida está en constantes cambios por la forma en la vive. Estas personas son percibidas por los consumidores como seres dotados de mucha creatividad y que además su estilo de vida está llena de Glamour, ya que siempre asisten a los mejores eventos y por lo tanto son personas que se sienten exclusivas en el entorno en el que se rodean. Es por esto que muchos demandantes de sus diseños, muestran aspiración al ver lo que su diseñador hace y por lo mismo, compra sus diseños para poder sentir que también pueden ser como ellos. Por supuesto dentro de los criterios de segmentación esto es completamente Psicográfico. Ya que una marca y un diseño, transmite a las personas, percepciones, deseos, aspiraciones y un estilo de vida, que también ellos quisieran tener.

Otro punto muy interesante al que hace referencia el libro, es como muchas marcas ya habiendo conocido el mercado, y después de tener fuertemente posicionada su marca en la mente de los consumidores, decidió entrar en mundo de las licencias. Por supuesto esta era una oportunidad que no podían dejar pasar, ya que les daba la posibilidad de poder hacer crecer su marca mucho más, poniéndole su logotipo o nombre a diferentes productos, como carteras, bolsas, lentes y hasta encendedores. El libro pone el ejemplo de Gucci, quien plasmo su logotipo y marca en más de 200 productos que comercializaban, lo que les genero

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