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Ética Profesional


Enviado por   •  17 de Agosto de 2012  •  2.816 Palabras (12 Páginas)  •  433 Visitas

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LA ÉTICA DEL ABOGADO

Es tan importante la formación del abogado, donde se contrae el aspecto ético de su actividad, esta surge desde el hogar, abarca la moral y la ética.

La Moral la puedo definir como el conjunto de pautas de conductas que encaminan los actos que realizan las personas atreves de su vida.

La Ética es una ciencia esta explica las cosas por sus causa, trata de emitir juicios sobre la bondad y la maldad moral de algo, pero dando la causa de dicho juicio.

Sostienen que la moral es el objeto de la ética, que la ética tiene un objeto material y un objeto formal. El objeto material sería aquél que está constituido por los actos humanos, distintos éstos de los actos del hombre. Tal diferenciación radica en que la ética reserva el nombre de actos humanos para acciones libres que el hombre es dueño de hacer u omitir y de hacerlas de uno u otro modo, es decir, estos actos proceden de la voluntad libre y deliberada. No se puede juzgar debidamente a una persona si no se determina primero, si hubo voluntariedad o no al momento de realizar el acto.

Por otro lado, los actos del hombre, son acciones que no son libres ya sea por falta de conocimiento y voluntariedad, como por ejemplo, los actos de un demente o los actos de aquella persona que fue sometida y obligada a actuar de una determinada manera incluso en contra de su voluntad

La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales de carácter no técnico, ejercidas o vinculadas, de cualquier manera, al ejercicio de la profesión. Esta tiene la finalidad de garantizar la actuación honesta a todo los que ejercen la profesión ya sea Abogados, Ingenieros etc.

La Deontología Jurídica comprende las reglas del deber y, como tal, tiene la misión de regular el proceder correcto y apropiado del abogado en su ejercicio profesional. Esta función la realiza desde

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El ámbito de los llamados Códigos Deontológicos que regulan toda la actividad de la Abogacía, los que a su vez se nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la Ética. La deontología no es más que la ética profesional aplicada, donde sus contenidos normativos son de acatamiento obligatorio para todos los abogados a los cuales se dirigen.

Existen muchos principios rectores de la Deontología Profesional, entre los más importantes encontramos la justicia, la independencia profesional, la libertad profesional, la ciencia y conciencia, así como la probidad profesional. Estos principios brindan contenido y vigencia práctica a la Deontología Jurídica, desde su eminente carácter preventivo, el cual algunas veces se muestra vulnerado por actuaciones indebidas de los abogados y surge, irremediablemente, la posibilidad extrema de imponer sanciones disciplinarias a éstos.

La profesión de abogado es una de las profesiones que más repercusión tiene en la sociedad y es el resultado en gran medida de la forma de vida de un país, lo que implica que sobre ellos recae una gran responsabilidad de la que deben ser conscientes en todo momento, anteponiendo los derechos y deberes sociales al lucro personal.

Saber leyes no es saber derecho, el abogado debe contar con ambas cualidades y debe saber transmitirlas a través de su trabajo, ya que de este depende el bienestar de sus conciudadanos. Y digo conciudadanos porque el abogado debe ver a sus clientes como ciudadanos que forman parte de nuestra sociedad.

Una persona recurre a un abogado cuando se siente indefensa, lo hace buscando apoyo con total inocencia y el abogado también debe educar o sea asesorar a la persona que recurre a él.

El abogado debe ser honesto, debe asesorar con la verdad, sin engañar, ofreciendo la solución más inteligente sin crear falsas expectativas. El abogado debe ofrecer privacidad, el secreto profesional

se basa en la confianza mutua. El abogado debe ceñirse a los códigos éticos y morales que adquirió a través de su formación y su experiencia. El abogado debe educar a sus clientes para que puedan responder de forma adecuada en situaciones futuras. El abogado debe ayudar a mejorar las conductas y el sistema jurídico.

Cuando alguien recurre a un abogado muchas veces no sabe si lo que solicita es legal o ilegal. Si es legal el abogado debe procurar su solución, si es ilegal el abogado tiene la obligación de explicarlo. El abogado siempre debe tener criterios propios y ser transparente en la comunicación con el cliente.

Se podría entrar en un amplio debate sobre lo que es correctamente ético y moral sin llegar a ponernos de acuerdo, pero esto no se decide por uno mismo si no que es el resultado de una evolución social. Lo ético y moralmente correcto debe ser aprendido al igual que un niño debe aprender a tener un comportamiento correcto en la sociedad.

El abogado debe aprender estos valores y tomar conciencia de ellos desde el primer momento que empieza su formación y es responsabilidad de sus formadores inculcar la conciencia de su responsabilidad futura. Los valores no se aprenden por el mero hecho de leerlos si no que hay que tomar conciencia de ellos hasta interiorizarlos.

No es suficiente un juramento al terminar la carrera si no que debe exigirse el cumplimiento del mismo. Hay que reconocer que en la abogacía, al igual que en otras profesiones, existen abogados inmorales y carentes de toda lógica que se aprovechan de las circunstancias. Para regular estos casos están los colegios de abogados que tienen la misión de definir claramente cuales son los comportamientos que se deben seguir en todos los aspectos, al igual que regular ciertas prácticas como pueden ser los honorarios profesionales o el carácter de los servicios a prestar.

El sistema judicial siempre es mejorable y todos debemos contribuir a mejorarlo. Los abogados debemos adoptar unas buenas prácticas de conducta, inculcárselas a nuestros clientes y denunciar a todo el que ensucie las maravillosas virtudes que posee esta profesión.

La abogacía debe ser vista como un constante ejercicio de virtud. Por tal motivo, ella le impone al abogado una serie deberes de estricto cumplimiento en razón de la importantísima función que éste ejerce como garante de la justicia, del bien común y la paz social.

El abogado debe cultivar sus virtudes profesionales y formación integral mediante el estudio y el seguimiento de las normas morales. Me refiero en este aspecto al estudio y actualización del abogado ya que la sociedad esta en constante cambio, esto lo llevará a proponer soluciones que estén orientadas al bien en todos los aspectos

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