ACTIVIDAD N° 3. VALORES EN LA VIDA COTIDIANA

UNIDAD EDUCATIVA COLEGIO LAS CUMBRES II[pic 1]

GUÍA DIDÁCTICA

ORIENTACIÓN Y CONVIVENCIA

ACTIVIDAD N° 3.  VALORES EN LA VIDA COTIDIANA

PROFESORA: Liliana Torres                            Email: limetoku@gmail.com

ORIENTACIÓN Y CONVIVENCIA

ACTIVIDAD N° 3.  VALORES EN LA VIDA COTIDIANA

“Lo que hace personas a las personas, son sus valores’’      Agnes Héller

Desde esta perspectiva, la familia es la primera escuela de la vida. A partir del momento en que la mujer está en proceso de gestación, el feto depende totalmente de ella. Dicho contexto le requiere a la mujer estar profundamente consciente de su rol, y ejercer responsabilidad al actuar con la calidad necesaria para enfrentar las situaciones que vive diariamente, para contribuir al desarrollo de una vida.

El recién nacido requiere de un cuidado extraordinario que atienda sus necesidades cotidianas. Indefenso y totalmente dependiente, por instinto buscará el calor humano. Proporcionalmente a su estado físico, interactuará con lo que le rodea. El ambiente familiar, la comunidad, los vecinos, el cuido y eventualmente la escuela, moldearan posteriormente su vida cuando ya haya logrado cierto nivel de independencia.

 En esta nueva etapa de la vida, conocida comúnmente como la escolaridad, el individuo recibe de su entorno diversos componentes que ejercerán influencia sobre su calidad de vida. Posteriormente llega la adolescencia, y las vivencias experimentadas en el núcleo familiar, la escuela, los espacios para cultivar sus creencias y sus relaciones en el entorno social en general, habrán de incidir en la formación de su identidad.

La importancia de todo este entorno social se enfoca en la influencia directa que tiene en el desarrollo del individuo durante las diferentes etapas de su vida, el cual es proporcional al valor con el que se le ha tratado y se le trata, y a los valores que esta asuma y practique en su cotidianidad. En la medida en que practiquemos valores para el beneficio de nuestros(as) jóvenes, los que nos rodean y nosotros(as) mismos(as), la calidad de nuestra vida individual y social incrementará notablemente. Ciertamente, la influencia y el alcance abrumador de los valores en nuestro diario vivir, también nos lleva a reflexionar profundamente sobre su ausencia; tema que desarrollaremos a continuación.

¿Se han perdido los valores?

En la cotidianidad podemos escuchar frecuentemente frases como “los valores se han perdido.” En nuestra perspectiva, los valores no se pierden, los seres humanos somos quienes no valoramos adecuadamente nuestro código de conducta y forma de interactuar en sociedad.

Practicar o no los valores, es simplemente cuestión de voluntad: querer hacerlo. Ejercer la voluntad requiere que cada uno(a) actúe según sus propias convicciones: hacer lo que realmente se quiere hacer. Practicar un valor sin que nadie me lo pida u ordene, es un evento profundamente importante: es la esencia de lo que uno es como ser humano, conforme a la acción que se lleve a cabo.

Un ejemplo cotidiano sencillo es valorar que alguien agradezca que se le ceda el paso, algo que no se ve a diario; pero todavía hay personas que practican el civismo intencionalmente, y con ello contribuyen a que la convivencia cotidiana sea pacífica y agradable.

La riqueza más importante de una sociedad, es proporcional a la calidad de vida que se experimenta en su cotidianidad. Por ejemplo, cuando practico la bondad, proyecto una inclinación hacia el bien, que puede influenciar positivamente la percepción y los estados de ánimo de los demás.

En un escenario conflictivo, dar el primer paso para la reconciliación después de un mal entendido, es un acto valiente que demuestra madurez y humildad, y que puede contribuir al proceso de limar asperezas para el bienestar de la relación o la calidad de vida de un grupo.

Los valores como el respeto, la confianza, el civismo, la bondad, la confiabilidad y la justicia, los trasmitimos cotidianamente a través de acciones concretas, ya sea en la vida familiar y en nuestras relaciones con los demás. La práctica de los valores debe convertirse en ejemplo, en marco de referencia que inspira sensibilidad y compromiso en pos de contribuir a la calidad de vida de todos, mejorando la convivencia.

Los Valores de La Convivencia

Todos los seres humanos tenemos la misma dignidad y los mismos derechos y deberes, por eso nadie puede pretender ser superior o inferior a otro .Conocer nuestros propios valores es importante, con el propósito de ser constantes con nuestras decisiones. Conocer nuestros valores nos permite estar prevenidos y evitar actuar como marionetas, por lo tanto, ser congruentes con nuestros valores nos va a permitir sentirnos bien con nosotros mismos.

Es fundamental reforzar algunos de los valores cívicos durante la etapa de la adolescencia, ya que en particular estos valores nos permitirán convivir de mejor manera con los otros, y por consiguiente, la aceptación grupal. Alguno de ellos son: la libertad, justicia, igualdad, equidad, respeto y tolerancia; entre otros. A continuación revisaremos sus definiciones.

1. La libertad: Somos libres porque tenemos la capacidad de elegir, de optar o de decidir de acuerdo con nuestra conveniencia. Sin embargo, la libertad individual significa compromiso con uno mismo y compromiso con los demás: nuestra libertad individual acaba donde comienza la de los otros.

2. La justicia: La justicia tiene que ver mucho con la igualdad, es decir, con el descubrimiento del otro como semejante nuestro. La justicia forma parte de todas las relaciones humanas, porque sirve como criterio para medir si alguien ha obrado o no correctamente.

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