AYUDANDO AL NIÑO AL PROCESO DEL DUELO

AYUDANDO AL NIÑO AL PROCESO DEL DUELO

La Tanatología es: el estudio científico y humanístico de todo conocimiento relacionado con el morir, la muerte y el duelo del ser humano y nos proporciona las herramientas que necesitamos para enfrentar la muerte y sus distintos procesos. Apoya la revaloración de la calidad de vida del paciente, su familia, amigos y cuerpo médico. Se funda en el principio de que todos los seres humanos somos mortales (Polo Scott).

Hablar de muerte representa un acontecimiento que generalmente causa dolor, tristeza, culpa, enojo, entre muchos otros sentimientos. Cuando alguien muere, es posible que se observe un cambio en las relaciones con los demás, las familias y amistades normalmente ya no se comportan de la misma manera, debido a alteraciones que trae consigo la pérdida de uno de sus miembros.

Cuando fallece una persona termina su sufrimiento, bueno por lo menos el de su vida en la tierra. Pero los familiares que siguen vivos, se enfrentan al dolor, a presiones, a decisiones importantes y a emociones violentas.

El sufrimiento o duelo de los sobrevivientes recién comienza, la atención de amigos y parientes está centrada en el que estaba muriendo, pero cuando muere aquellos a quienes la muerte afecto más de cerca necesitan la atención de la familia y amigos. La muerte viene siendo una herida psicológica seria y dolorosa, que al igual que cualquier lesión requiere de un cuidado tierno y amoroso, serenidad y tiempo.

Es importante ayudar a comprender el proceso del dolor, a que aprendan a vivir con la pérdida, que se den cuenta que el duelo tiene un curso progresivo y que al final de su dolor sobrevivirán y con el tiempo volverán a experimentar la alegría de vivir.

Es duro enfrentar la realidad de perder a un ser querido, tal vez a algunas personas les cuesta trabajo o quizá no piensan que los niños también pasan por el proceso de duelo, un niño afligido necesita saber que el mundo continua, que la vida es bella y que el dolor se supera.

¿Será acaso que los adultos deseamos proteger a nuestros hijos? Pero negarlo o simplemente no hacerlos participe de el proceso, no es la manera más idónea porque experiencias dolorosas como lo es la muerte de un ser querido, el niño debe enfrentarlas ya que forma parte de la vida, y finalmente se acabaran encontrando con ella.

Con la idea de "proteger" al niño de la impresión de la muerte, los padres muchas veces recurrimos a distintos comportamientos. Muchas personas usan metáforas para explicar la muerte (está durmiendo para siempre), y la mayoría evita expresar sus sentimientos de dolor en frente de los niños. Una de las conductas más recurridas es la de excluirlos de los ritos fúnebres.

Los niños son parte integral de la familia y exigen que se les considere como tales. (Gómez 2007)

Algunas de estas conductas se explican bajo la premisa que los niños "no se dan cuenta" o bien "no entenderán" si se les habla de la muerte. El poder llorar la muerte de un ser querido, poder despedirse de él, hará que el niño crezca sin sentirse culpable, deprimido, enojado o asustado.

En las conversaciones inmediatas a la muerte, es muy importante resaltarle al niño que es mucho mejor hablar del dolor y la tristeza y sentirla, pues la tristeza es necesaria para curar la herida, que guardársela dentro (reprimirla) y fingir que no está ahí o que no se siente; esto solo hará más daño que beneficio y la herida tardara más en curarse. Al acompañar a los niños en este proceso de aprendizaje de la muerte les estamos dando elementos esenciales (estrategias y herramientas) para afrontar las inevitables pérdidas futuras. (Gómez 2007 p.252)

Al igual que los adultos, el niño necesita hablar, expresar

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