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Actitudes frente a la diferencia, a la alteridad cultural


Enviado por   •  15 de Octubre de 2022  •  Apuntes  •  2.383 Palabras (10 Páginas)  •  87 Visitas

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Material de cátedra: Ficha 1 Tema 2

Actitudes frente a la diferencia, a la alteridad cultural.

         Nos interesa analizar aquí prácticas que derivan de actitudes frente a quienes nos resultan diferentes y que no podemos ubicar como parte de un “nosotros”. Nos referiremos particularmente a las actitudes etnocéntricas, racistas y xenofóbica. Estas tres actitudes se relacionan de diferente modo entre sí pero tienen en común generar modos de exclusión de grupos o personas.

        La actitud etnocéntrica se relaciona con ubicar a otros grupos, culturas o sociedades en una posición desvalorizada respecto de la propia tomando como fundamento el sentido común, y por lo tanto los prejuicios que de él se desprenden. El eje esta puesto en identificar rasgos culturas diferentes y asumirlos como inferiores.

        La actitud racista genera  un modo de exclusión que se considera fundamentado –legitimado- en una “teoría” científica de la raza. Como veremos, es una  “supuesta teoría” (por eso la llamamos  doctrina)  ya que los supuestos sobre los que se basa no han podido ser probados por la ciencia.

La actitud xenofóbica, definida literalmente como "aversión hacia los forasteros y hacia todo lo que sea extranjero", se basa en una doctrina “nacionalista”, es decir en usar como argumento que la pertenencia a una nacionalidad específica supone determinados rasgos y características de sus integrantes que se presentan como amenazantes de las propias características de quien pone en práctica esta actitud.  Pero como veremos, en tanto prácticas políticas de exclusión, en la práctica estas actitudes se presentan de manera a veces simultáneas, usando argumentos intercambiables entre sí.

En todos los casos, estas actitudes dan lugar a prácticas que funcionan como  mecanismos de exclusión (una de cuyas prácticas concretas puede ser la discriminación) pero el punto de partida son procesos de identificación y distinción entre personas o grupos.

Por eso el trabajo del antropólogo, “consiste en saber hasta dónde se extiende el territorio de la identidad, y en dónde comienza el de la diferencia, y qué relaciones, exactamente, guardan estos dos territorios” (Todorov: 115). Es decir que la antropología ha tomado como propio este campo de reflexión y ha planteado distintas perspectivas de análisis al respecto.

        En términos generales, el proceso identificación/distinción que está detrás de las tres actitudes se puede sintetizar de la siguiente forma: “’yo’ me identifico a mismo con un colectivo “nosotros” que entonces se contrasta con algún ‘otro’. Lo que ‘nosotros’ somos, o lo que el ‘otro’ es, dependerá del contexto.”[1] (Leach:50) Leach pone como ejemplos: si nosotros somos ingleses los otros son franceses; si nosotros somos hombres, los otros son mujeres; si nosotros somos blancos, los otros son negros. Así, el proceso de identificación es al mismo tiempo un  proceso de distinción. Y ambos presuponen una clasificación del nosotros/otros, es decir, atribuir  cualidades a los ‘otros’  en relación a nosotros.

En esta construcción de la identidad, los miembros de los otros grupos son transformados en un todo homogéneo y singular, de manera que el grupo aparece como una realidad empírica evidente. Y esta homogeneidad del grupo se logra mediante la selección de un número limitado de rasgos considerados característicos de los individuos que lo componen. Esta selección resulta esencial a los fines de poder reconocer a un individuo ante todo bajo las etiquetas correspondientes al grupo cuya existencia se desea afirmar: “negro”, “blanco”, etc. Esta esquematización de los rasgos seleccionados permite la distinción del grupo de pertenencia respecto de los demás y permite construir estereotipos con los cuales rápidamente podemos identificar al ‘otro”.

En ciertos contextos, estas actitudes se vinculan con relaciones de poder (dominación), que sirven para legitimar comportamientos violentos hacia el otro: discriminación, exterminio, exclusión.

ETNOCENTRISMO

El etnocentrismo toma como base de referencia a la etnia,  un grupo que se define o es definido por  su cultura. El considerar a un grupo como étnico –culturalmente distinto- fue un invento netamente antropológico que sirvió para distinguir a las personas unas de otras y evitar el uso de términos como el de primitivo o salvaje. Al no encontrar distinciones formalmente organizadas como la nación o el estado, el término ‘grupo étnico’ sirvió como un elemento delimitador. Con el tiempo, los grupos así designados por los antropólogos comenzaron a utilizar ese término para identificarse así mismo. Hoy, los q’om hablan de etnia q’om, por ejemplo.

El etnocentrismo implica una valorización positiva frente a las realizaciones del grupo con el cual me identifico y una valorización negativa frente a los grupos  exteriores que se realiza mediante la proyección de parte del observador de conceptos, normas y valores del grupo de pertenencia. El etnocentrismo (...) parte de algo particular [lo familiar, su propia cultura] que de inmediato se esfuerza por generalizar (...) cree que sus valores son los valores. (...) La actitud etnocéntrica universaliza el contenido particular de su cultura o más concretamente, los valores de su cultura.

La justificación o la legitimación de la actitud etnocéntricas es el “sentido común”, donde la explicación de los fenómenos está en las cosas mismas porque se presentan como evidentes y transparentes. El sentido común parte de una verdad natural: “lo que veo es lo que es” por lo tanto la explicación está en la cosa misma: la verdad está en lo evidente y por lo tanto no hay cuestionamiento inicial. Es una explicación que no necesita demostrarse. Respecto a la alteridad, el sentido común se basa en un proceso de naturalización: es algo obvio, transparente, propio de la “cosa” y por lo tanto es un hecho natural.

RACISMO

El término “racismo” se utiliza comúnmente para hacer referencia a un comportamiento o práctica “que la mayoría de las veces está constituido por odio y menosprecio con respecto a personas que poseen características  físicas  bien definidas y distintas a las nuestras”. El racista toma como criterios diferenciadores de las “razas” propiedades inmediatamente visibles como el color de la piel, el sistema piloso, la configuración de la cara, etc. Es en el contacto con el blanco que la “negritud” adquiere significación (58)[2].

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