Algunos datos de equidad de género en Chile
Enviado por Catalina Lavín • 4 de Diciembre de 2020 • Ensayo • 2.337 Palabras (10 Páginas) • 169 Visitas
Algunos datos de equidad de género y la situación actual en Chile
La igualdad de género es un concepto que cada vez encontramos más en nuestro día a día: en las noticias, en nuestros trabajos, en las redes sociales… Pero, ¿qué significa exactamente la igualdad de género?, ¿Por qué es importante? ¿Es lo mismo igualdad de género que equidad de género? y ¿Por qué se sigue reivindicando la igualdad de género si todas las leyes reconocen los mismos derechos a hombres y mujeres?
Según Naciones Unidas, cuando hablamos de igualdad de género hablamos de “la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas y los niños”. Motivo por el cual el sexo con el que hayamos nacido nunca debe determinar los derechos, oportunidades y responsabilidades que podamos tener a lo largo de nuestra vida. Así lo proclama la Carta de Naciones Unidas, en cuyo Preámbulo afirma su «fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres», lo que ratifica en su primer artículo, el que establece que uno de los objetivos principales de organización es el de desarrollar y promover «el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión». Este principio se reafirma en un sinnúmero de declaraciones y tratados, como lo son el Artículo 2° de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Artículo 2° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Artículo 2° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y más específicamente en la Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer de 1979, en el artículo 18° de la Declaración y Programa de Acción de Viena de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993 o en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer de 1995.
Es la igualdad de género, por tanto, un principio jurídico universal, pero, ¿es lo mismo hablar de igualdad de género que equidad de género? Mientras que la igualdad de género busca que las mujeres y los varones gocen de condiciones iguales en el ejercicio pleno de sus derechos humanos, en su posibilidad de contribuir al desarrollo nacional político, económico social y cultural y en su posibilidad de beneficiarse de sus resultados; la equidad de género se encamina principalmente a brindar oportunidades justas a mujeres y varones, atendiendo principalmente a la idea de que mujeres y varones son distintos, introduciendo un componente ético que asegure una igualdad real que de alguna forma compense la desigualdad histórica que el género femenino arrastra en diferentes ámbitos. En este sentido, dadas las actuales disparidades, el trato igual a hombres y mujeres resulta una estrategia insuficiente para la equidad de género. El trato igual, en el contexto de desigualdades, podría significar la perpetuación de estas disparidades. Lograr la equidad de género requiere cambios en las prácticas y en las relaciones sociales que, actualmente, refuerzan y legitiman las disparidades. La equidad es por tanto un medio estratégico para lograr la igualdad, que debe ser promovida en congruencia con cada contexto particular.
Pero, ¿por qué es importante? Las mujeres y las niñas representan la mitad de la población mundial y también, por tanto, la mitad de su potencial. Sin embargo, la desigualdad de género persiste hoy en todo el mundo y provoca el estancamiento del progreso social. La plena participación de las mujeres en la fuerza de trabajo añadiría puntos porcentuales a la mayoría de tasas de crecimiento nacional —que serían, en muchos casos, de dos dígitos. Pero más allá de los índices económicos e independientemente del lugar donde vivamos, la igualdad de género es un derecho humano fundamental. Promover la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana: desde la promoción de la salud (unos 133 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de la mutilación/ablación genital femenina en los 29 países de África y el Oriente Medio, donde esta nociva práctica es más habitual, con un alto riesgo de hemorragia, infecciones (incluido el VIH), complicaciones en el parto, infertilidad y muerte), la protección y el bienestar de las niñas y los niños (A medida que las niñas entran en la adolescencia, las disparidades entre los géneros se incrementan. El matrimonio infantil afecta a las niñas mucho más que a los niños, alcanzando cifras a nivel mundial de casi 15 millones de niñas menores de 18 años que contraen matrimonio cada año), la educación (Casarse jóvenes también afecta a la educación de las niñas. Aproximadamente un tercio de los países en desarrollo no ha logrado la paridad entre los géneros en la enseñanza primaria. Las niñas de África Subsahariana, Oceanía y Asia Occidental siguen teniendo dificultades para matricularse tanto en la escuela primaria como en la escuela secundaria), y hasta la reducción de la pobreza (Invertir en programas de educación para las niñas y aumentar la edad para contraer matrimonio pueden generar unos beneficios de 5 dólares por cada dólar gastado. La inversión en programas que mejoran las actividades generadoras de ingresos para las mujeres puede generar unos beneficios de 7 dólares por cada dólar gastado). Es tan importante este último punto que el Foro Económico Mundial estableció en su último informe presentado en 2017, que la equidad de género es fundamental para saber si prosperan las economías y las sociedades, y si es así, cómo lo hacen, ya que asegurar el desarrollo completo y el despliegue adecuado de la mitad del total de talentos del mundo tiene una gran influencia en el crecimiento, la competitividad y la preparación para el futuro de las economías y las empresas de todo el mundo. Y la OCDE corrobora lo anterior estableciendo que “la búsqueda de la igualdad de género debe ser una prioridad para lograr un crecimiento sostenible e inclusivo en beneficio de todos los ciudadanos”.
Aunque las cuestiones de género llevan años en la agenda internacional, es un hecho que las mujeres y las niñas, sufren discriminación y violencia por el simple hecho de haber nacido mujer en todo el mundo. El informe de la OCDE “Perseguir la igualdad de género: una batalla cuesta arriba” lo deja bien claro cuando asegura que ningún país en el mundo, ni siquiera aquellos más igualitarios, ha alcanzado aún la igualdad de género. Precisamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que deben cumplirse en 2030, establecen en su objetivo número 5 “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas”, estando solo detrás de poner fin a la pobreza, poner fin al hambre, garantizar una vida sana y bienestar para todos en todas las edades, y garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
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