Alternativas de empleo en zonas periféricas de la Ciudad de México: un acercamiento a las experiencias de los taxistas de Cuauhtepec

ENTRE LA ESPERANZA Y EL RIESGO

Alternativas de empleo en zonas periféricas de la Ciudad de México: un acercamiento a las experiencias de los taxistas de Cuauhtepec^[1]∗

Nicolás Hernández Mejía^[2]∗∗

Marlene Vizuet Morales^[3]∗∗∗

En el panorama actual la población joven de México enfrenta serias dificultades al momento de incorporarse al ámbito laboral, ya que durante el proceso de contratación se les exige contar con estudios profesionales y además una amplia experiencia, requisitos que no todos los jóvenes cumplen. Ante dicha circunstancia algunos jóvenes ven como opción insertarse en una economía informal que pese a las condiciones de riesgo, inseguridad y clandestinidad les permita cubrir sus necesidades básicas y proyectarse expectativas a corto y mediano plazo en su futuro.

En este sentido, el objetivo de este trabajo es visibilizar la experiencia de aquellos jóvenes cuya estrategia de subsistencia los coloca entre la esperanza y el riesgo, al emplearse como conductores de taxi no regularizados que operan en la periferia norte de la Ciudad de México. Por lo que, consideramos importante aproximarnos a las narraciones de los  jóvenes para entender la manera en que se da su incorporación a este empleo y cómo ha marcado su trayectoria de vida.

Cuauhtepec es una localidad ubicada al norte de la ciudad de México, en los límites de la delegación Gustavo A. Madero su geografía se caracteriza por ser un asentamiento urbano conformado principalmente por población migrante dedicada a emplearse en las zonas industriales aledañas. Asimismo, la comunidad está inmersa en una zona marginal, pues carece tanto de servicios de salud para atender a la población completa, como de oportunidades en ámbitos referentes a la educación y el acceso a actividades culturales. Cuenta con dos centros de educación superior y dos de media superior que atiende a gran parte de los jóvenes locales. Sin embargo, su desempeño económico se desenvuelve en dos principales rubros: mano de obra y el comercio local.

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Foto 1. Nicolás Hernández. Cuauhtepec, 2014.

Los taxis no regularizados de Cuauhtepec son vehículos en su mayoría Volkswagen en desuso en zonas céntricas de la ciudad. Desde hace quince años aproximadamente funcionan como una herramienta de trabajo, que por un lado representa una fuente de ingresos para los habitantes, principalmente los jóvenes, y por el otro; contribuyen a la comunidad al cubrir las necesidades presentes en el mismo espacio, por ejemplo la carencia de un transporte público y funcional.

Juan tiene 24 años, vive en Cuauhtepec, es soltero y licenciado en psicología, trabajó como taxista alrededor de cuatro años; sin embargo, a pesar de contar con estudios de licenciatura  y saber la ventaja que supondría tenerlos, la falta de experiencia laboral no le ha permitido incorporarse en un trabajo formal, Juan narra:

Año y medio estuve tratando de entrar a la UNAM […] Pues [sentía] que no le eché las ganas suficientes, que no estudié como era; muchas veces sí me sentí incapaz, de estar en esa competencia. Otra de esas cuestiones cuando recién egresé de la carrera también me sentí así porque iba a los empleos y en la mayoría necesitas experiencia, y muchas veces pasaba las primeras entrevistas y a la tercera ya ni me hablaban. Entonces decía: bueno, quizás no estoy lo suficientemente preparado.

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