Alumnos Con Problemas De Distracción Y Atención En Clase
Enviado por melyfer • 8 de Enero de 2013 • 6.147 Palabras (25 Páginas) • 1.594 Visitas
INTRODUCCIÓN
Muchas veces se cataloga o etiqueta a un niño por su bajo rendimiento en el salón de clase en una determinada institución escolar. Escasas veces se le pone atención al por qué de ese bajo aprovechamiento y en vez de guiarlo y orientarlo sin un discurso o sermón, se le reprime bajo una amenaza o castigo severo, pues algunas ocasiones no están considerando lo que pueda estar atravesando el infante.
Decir por qué un niño se distrae no es una pregunta simple porque no tiene una sola respuesta. Los padres pueden ayudar a sus hijos – y los maestros a sus alumnos- cuando saben escucharlos y admitir la necesidad de abrir un espacio diferente a la casa y la escuela, donde pueda desplegarse la pregunta por ese síntoma que funciona como un enigma para ellos y para el niño también inaccesible.
Por la complejidad que implica está interrogante (hablando de distracción y atención en clase) se podría hablar y escribir un sinfín de posibilidades que lleven a explicarlo, es por eso que en el transcurso de este documento se hablará sobre algunos factores que llevan al niño a caer en estos dos grandes problemas (que muchas veces está en la labor que ejerce un profesor y la dinámica o estrategia aplicadas en el aula) y algunas posibles soluciones para ello.
ANTECEDENTES
Las bases de la conducta social humana son: las influencias culturales originadas por la existencia de sociedades organizadas; las influencias sociales debidas a grupos primarios dentro de la sociedad y las influencias ambientales mediadas por las propiedades físicas del ambiente social. Pertenecer a una sociedad dada significa, cuando menos, la exposición a sus valores culturales, un cierto grado de conformidad con la conducta de sus miembros y la necesidad íntima de contactos sociales satisfactorios con otras personas.
La cultura es el más penetrante de los contextos sociales. La cultura se compone de los patrones aprendidos y organizados de conducta característicos de una sociedad particular. Es por ello que es necesario comprender como ha ido evolucionando la cultura en el hombre.
El hombre por naturaleza vive en sociedad y sería un error decir que él solo se basta para realizar cualquier actividad. Desde tiempos ancestrales se le ha visto como a través de sonidos y gestos se ha comunicado con sus semejantes; ha aprendido a través de la imitación y observación en su entorno cosas por sí mismo, mismas que ha ido inculcando a sus descendientes a través de la práctica e interacción. Pasó un tiempo para que comprendiera que el valerse por él mismo, no lo llevaría a un buen futuro y con el transcurso de la historia fue evolucionando y aprendió que en grupos era más sencillo sobrevivir. Así surgieron las primeras civilizaciones y con ello la necesidad de adquirir nuevos conocimientos.
Pero, ¿Por qué será necesario entender todos estos aspectos de la historia en cuanto a la educación?
La respuesta es simple y un buen seguimiento de ella nos conducirá a reflexionar sobre sus métodos, técnicas y acciones que utilizaban para que el alumno desarrollara un mejor potencial.
Enfocado más hacia la distracción e indisciplina, es frecuente observar a niños que parecen no estar nunca quietos; no prestan atención a lo que se les dice; se distraen fácilmente y actúan con una impulsividad casi violenta.
¿De qué se trata, en realidad?
En el pasado, esta conducta recibía diversos nombres: desde “reacción hiperkinética (inquietud, movimiento excesivo de los músculos, ansiedad) en la infancia” hasta “disfunción cerebral mínima”.
Ahora simplemente, se habla de “déficit atencional”. Y esto, porque se ha comprobado que lo fundamental es la falta de atención, la incapacidad de concentrarse en una tarea. Además, en la gran mayoría de los casos no existen problemas neurológicos comprobables que justifiquen la conducta. Se sabe ahora, también, que la excesiva actividad motora tiende a disminuir significativamente durante la adolescencia e incluso en la edad adulta, aunque persisten los problemas de atención.
Otras causas por las que se generan las distracciones dentro de un grupo pueden ser:
Entre los problemas más comunes se encuentran los trastornos de visión, que muchas veces pasan inadvertidos, pero que al no permitir que los niños vean correctamente, hace que se distraigan fácilmente ya no muestran el suficiente interés en los temas.
Los factores madurativos inciden en las posibilidades de acceso a la lectoescritura y el cálculo: hay niños que no logran hacerlo al mismo tiempo que sus compañeros. Y eso causa distracción en el niño al sentirse que no avanza o que no va al mismo ritmo que sus compañeros.
Con respecto al lenguaje, hay niños que tienen dificultades en la pronunciación, articulación adecuada de los fonemas y grafemas.
Otro aspecto importante de considerar son los patrones de distracción en aprendizajes de cada persona y que dependen de su historia familiar, personal y ambiental. El modo de aprender, la relación con el medio en el que se aprende, la mayor o menor rigidez en la apropiación del conocimiento y en la actividad de juego se construyen desde el momento del nacimiento.
Los niños con carencia de estimulación y poco contacto con el material de lectoescritura actúan de un modo diferente en la escuela y suelen requerir de mayor apoyo.
Un niño que sufre por una situación familiar en la que reina la preocupación también es víctima de una dificultad en el aprendizaje.
Es por ello importante estar alerta a indicios específicos tales como:
• Distracción en clase.
• Falta de interés.
• Excesiva movilidad.
• Trastornos de conducta.
• Aislamiento.
• Dificultades en la relación con compañeros y docentes.
Las dificultades en el proceso de aprendizaje no sólo dependen del niño; muchas veces, es la escuela que falla en su metodología de enseñanza o no respeta los tiempos de cada alumno. Sin embargo, estas dificultades son reversibles si existe una buena comunicación con los padres, los docentes y todos los adultos involucrados en el proceso de aprendizaje.
Detectar a tiempo, o sea hacer prevención, es la clave del éxito escolar.
Tratar de dar alimentos con proteína ayuda al rendimiento escolar.
Deben abandonarse los métodos rígidos de enseñanza y debe existir un deseo de trabajar en equipo con los especialistas, cuyo aporte médico o Psicopedagógico según cada caso ayuden a producir un cambio en el estímulo de los logros del alumno.
“El éxito o el fracaso escolar es una marca para toda la vida, de todos nosotros depende la felicidad de
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