Amor

Texto 2

1. En 1609 hacia por lo menos 20 años que Galileo era partidario de Copérnico, aunque aún no había dicho nada públicamente al respecto. Es más, de acuerdo con el programa de la universidad, a sus estudiantes les enseñaba la vieja astronomía de Tolomeo, con una tierra inmóvil en el centro del universo.

2. ¿A qué se debía tanta prudencia? En primer lugar, era muy arriesgado defender públicamente las ideas de Copérnico, pues no sólo contradecían a Tolomeo sino también a la Biblia, dado que en ella también hay una Tierra inmóvil en el centro del universo y un Sol que da vueltas a su alrededor. Aun¬que la iglesia no había prohibido oficialmente la teoría de Copérnico, la Inquisición había condenado a Giordano Bruno a morir en La hoguera, en parte, por defender esta teoría. La ejecución había tenido lu¬gar en Roma en 1600, y estamos en 1609...

3. Es cierto que la iglesia tenía otros cargos con¬tra Bruno, y Galileo no iba a ser condenado a La ho¬guera sólo por defender públicamente La astronomía de Copérnico. Pero, sin duda llamaría La atención de la Inquisición, y debería afrontar una agria polémica con todos sus colegas, que ya le reprochaban su falta de acatamiento de la autoridad de Aristóteles.

4. Galileo no temía los riesgos ni la polémica. Pero necesitaba un apoyo sólido para luchar por sus ideas. Y para él nada había tan sólido como la expe¬riencia. Estaba harto de «consideraciones, razona¬mientos y refutaciones» en el aire, a los que llama¬ba «ejercicios escolares». Aunque estaba convencido de que Copérnico había acertado, por el momento no tenía pruebas, y si quería convencer a los demás ne-cesitaba munición. Su munición eran los resultados de sus experimentos.

5. Con la esperanza de que el anteojo le diera argumentos, se dispuso a fabricar uno. Precisamen¬te estaban a punto de empezar las vacaciones de ve¬rano. Por lo general Galileo veraneaba en Florencia, donde daba clases al joven príncipe de Toscana, Cos¬me de Médicis. Pero aquel año, a la muerte de su pa¬dre, Cosme ya era gran duque y no iría más a clases. Por una vez Galileo disponía de tiempo libre.

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