Andragogia

ANDRAGOGIA

Establecer donde termina la educación escolar y comienza la educación de adultos, es importante, ya que centra al andragogo en el campo donde el va a desarrollar sus conocimientos, resaltando los criterios que definen al adulto, y manteniendo y conservando los criterios que definen también a los escolares. En tal sentido considerando que la Andragogia (etimológicamente) se define como el término que proviene del griego anér cuya raíz andr significa: no niño. Igualmente reseña el diccionario etimologico que adolescente se deriva del latín adolescere, que significa crecer, y adulto deriva del latín adultum, que significa crecido. Entonces este tipo de educación va dirigida a los adultos que tienen como tarea asumir la responsabilidad de educarse, ya que los adultos internalizamos una serie de información que durante el desarrollo de la vida va adquiriendo cierto nivel de importancia en nuestra mente, la cual sirve como una amplia zona para relacionar aprendizajes nuevos, ordenando de acuerdo a las prioridades. Se puede resaltar que en el adulto surge la motivación y necesidad de aprender y se centra en atender necesidades en forma jerárquica. Es por ello que el adulto se encuentra interesado y motivado trabajando en lo que quiere.

Adam, F. ( ) padre de la Andragogía en Venezuela, define la Antropogogía como “la ciencia y arte de instruir y educar permanentemente al hombre, en cualquier periodo de su desarrollo psicobiologico, en función de su vida cultural, ergológica y social”. Vemos así, que la Antropogogía comprendería dos ciencias particulares: la pedagogía como estudio y arte de la educación de la niñez y la adolescencia, y Andragogía como estudio y arte de la educación de los adultos. Distinguimos pues que la persona debe educarse según la edad psicobiológica que le corresponde, y que la Andragogía trata pues del aprendizaje del adulto.

Ahora bien lo antes expuesto permite comprender que las practicas docentes no pueden ser las mismas para la pedagogía y para la andragogia puesto que es evidente que debe existir una diferencia entre estos dos sistemas. Tomando en cuenta que el niño atiende a otros intereses particulares y el adulto asume un compromiso con el aprendizaje.

Por otra parte el facilitador Andragogico ha de estar dispuesto a ofrecer una educación de calidad no de cantidad, no es solo enseñar, porque la sociedad lo reclama si no porque se está cumpliendo con un requisito del conocimiento. De igual forma el andragogo tiene que estar ubicado y diferencial el espacio en el cual va a desarrollar su asistencia, con el principio de horizontalidad respetando y marcando la diferencia en ciertos aspectos.

Según Knowles, M. (1913-1997) considerado como el padre de la educación de adultos, define la Andragogía “como el arte y la ciencia de ayudar a los adultos a aprender”.

Ludojoski, R. citado por Gíralico José en su artículo “la Andragogía como liberación” propone tres criterios para considerar a una persona adulta, ellos son: responsabilidad de sus actos, el predominio de la razón sobre los sentimientos, y el equilibrio de la personalidad. Vemos pues, que en el campo de la educación, y por ende de la vida, ser adulto significa asumir la responsabilidad de educarse así mismo, viendo con objetividad el mundo y la institución que lo rodea, y viviendo la realidad que lo acontece. Así como también ser capaz de palpar e interiorizar que ha vivido y superado biológica y psíquicamente cada una de las etapas que preceden al adulto, a saber: infancia,

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