Análisis de la migración debido a la Guerra en Siria

En busca de un refugio fuera de Siria

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente

Guadalajara, Jalisco.

Marzo 2017

Introducción

Durante los 6 años de guerra en Siria, se han desplazado 4.8 millones de civiles. En promedio 24 personas tiene que huir de su hogar cada minuto, lo que resulta 34,000 desplazados por día. Este trabajo tiene como objetivo conocer las causas directas de la guerra y su consecuencia más alarmante, las migraciones de los civiles. En él se detallan los principales países que acogen y como ha sido su respuesta hacía las peticiones de asilo. Este último es abordado desde el punto de los Tratados ya establecidos. Además, se hará un análisis de las consecuencias a partir de la guerra, en ámbitos demográficos y económicos. Así como futuras consecuencias dados todos los hechos. Tiene un enfoque estadístico, analítico.

El inicio de la Guerra

Durante el mes de marzo del 2011 se desató una serie de protestas en países como Egipto, Libia y Túnez, que pronto llegarían a Siria, en las cuales se pedía la abertura a modelos más democráticos y respeto a los derechos humanos. Esto se conocería como la Primavera Árabe.

        Lo que había comenzado como una manifestación pacífica pronto se convertiría en una represión social, causado por el choque entre dos sistemas de gobierno. Ya que el presidente Bashar al- Asad, defiende “un sistema de gobierno hereditario y centralizado en una sola figura, mientras los opositores reclaman otro donde primen las garantías democráticas, los derechos civiles y la igualdad.” (Zaballis, 2016)

        Esto traería como resultado el inicio de un levantamiento nacional y por último una guerra civil. Las manifestaciones continuaban y con ello la represión del gobierno se intensificaba, las primeras muestras de represión se darían en Daraa. Desde ese momento la violencia empeoraría y así comenzaría la guerra civil, en la cual se involucrarían grupos rebeldes que comenzaron a levantarse en armas. De esta forma el gobierno y los rebeldes desatarían una nueva crisis.

        El gobierno estaría apoyado por Irán, Rusia y el grupo Hezbollah, mientras que los rebeldes se apoyaron con Estados Unidos, Francia, Qatar y Arabia Saudí. Dentro de los rebeldes hay dos categorías, los opositores y los radicales. El objetivo de los primeros es lograr la renuncia del presidente, reclaman mayores libertades y derechos. Mientras que los segundos, ISIS y Al Nusra, son grupos que se basan en el Corán, quieren un estado independiente en el cual se aplique la ley islámica que ellos profesan. Además, a aquellas personas que no comparten su misma religión las matan; torturan y extorsionan.

        Otro factor que ha propiciado la guerra, es que el presidente es perteneciente a la religión chiíta, mientras que los rebeldes son sunitas, lo cual forma un choque ideológico.

La intervención de potencias mundiales ha dado como resultado la prolongación del conflicto, el apoyo militar, financiero y político tanto para el gobierno como para los rebeldes, permiten la intensificación y continuación de los enfrentamientos.

Impacto de la guerra en la civilización

Los movimientos de la población a causa de la guerra han dado como consecuencia cambios económicos y demográficos en los países. Pero antes de abordar el tema, ¿cuál es la diferencia entre un migrante y un refugiado? La Organización Internacional para los Migrantes define migración como:

 “Movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos.” (OIM, 2006)

Por lo tanto, los refugiados son también inmigrantes, pero una persona sólo se convierte en un refugiado una vez que se acepta su solicitud de asilo, hablando en términos jurídicos.

La Guerra en Siria, según la ONU es “la mayor crisis humanitaria” desde la segunda Guerra Mundial. El desplazamiento de civiles ha ido en aumento. Se calcula que aproximadamente un 95% de los sirios han abandonado el país y se refugian en los países vecinos. Según datos de ACNUR,

 “Turquía asila a más de 2.733.000; Líbano, un país de 4 millones y medio de habitantes, acoge a 1.033.000; Jordania, a 656.400; Irak, a 239.008 y Egipto, a 114.000. Números llamativos si los comparas con los 160.000 que acordó acoger la Unión Europea en su conjunto.” (ACNUR, s.f)

        De los refugiados que la Unión Europea se comprometió a acoger solo un 3.5% ha sido reubicado en los países de Grecia, Italia, que solo han acogido 5,000, mientras que España llegó a 363 de los 16,000 que se comprometió a recibir. (Cifras del 2016).

Pero, ¿Por qué los países europeos no aceptan más refugiados?

Debido a la responsabilidad económica que sobrelleva aceptar más personas en el territorio, lo ven como “un incremento temporal o permanente del gasto social y en consecuencia de su carga tributaria.” (De Quiros, 2015)

        Al parecer algunos de los países no recuerdan que al finalizar la Segunda Guerra Mundial ciento cuarenta y dos estados firmaron tanto la Convención de Refugiados de 1957 como el Protocolo de 1967. Acuerdos que se establecieron cuando había miles de refugiados desplazados por toda Europa.

En el Tratado se definió que es un refugiado: “alguien que busca refugio de una persecución. También les concede un derecho muy importante: el derecho a no ser enviados de vuelta a su hogar, donde podrían sufrir algún daño, salvo en circunstancias extremas.” (Yan, 2015)

        Entre los firmantes se encuentra Latino América, La Unión Europea, África, Rusia, entre otros países, los cuales tienen la obligación de aceptar refugiados en caso de ser necesario.

Países como Hungría, firmante del Acuerdo, se ha negado completamente, a tal grado de construir una valla de contención (de alambre con púas) para evitar el paso de los inmigrantes. Al mismo tiempo, países árabes cercanos a las zonas del conflicto se han negado a acoger refugiados, tales países son Arabia Saudita, Kuwait, Bahréin, Qatar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, los cuales se rehúsan a apoyar para no involucrarse en los conflictos con ISIS y también el acto de acoger refugiados lo ven como un factor que contribuye al incremento de la violencia. Además, no se sienten obligados a acoger debido a que no son firmantes del Acuerdo.        

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