Aporte De La Politica Santo Tomas De Aquino
Enviado por deluxia • 21 de Junio de 2013 • 5.754 Palabras (24 Páginas) • 540 Visitas
POLITICA, EL APORTE DE SANTO TOMAS
Jorge Arancibia Clavel
Contraalmirante
I. Introducción.
Santo Tomás de Aquino no dejó a la posteridad un tratado sistemático
de sus concepciones políticas -al contrario de lo que ocurre dentro
de su gran obra respecto a otras materias de Filosofía Jurídica, como
son sus tratados de la Ley y de la Justicia- sino que, por el
contrario, sus ideas políticas se hallan dispersas en varias de sus
obras.
Por ello, es que se hace difícil, siquiera intentar, una
recopilación y sistematización del pensamiento político de Santo
Tomás. Sin embargo, a fin de determinar su aporte en materia política
se considerará lo que él mismo formula, cuando escribe: "(...) En
toda investigación es necesario comenzar por algún principio".
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En base a lo anterior, en primer término, se establecerán las
principales obras en que Santo Tomás se refiere a la comunidad
política y que lo evidencian como un pensador político para, a
continuación, analizar algunos de los conceptos que se estimen de
mayor interés, finalizando con algunas conclusiones.
II. Obras de Santo Tomás en Materia Política.
Santo Tomás expresa sus ideas políticas en distintas obras, pero
singularmente en las siguientes:
1. "Comentarios a cuatro libros sentenciarios de Pedro Lombardo",
que data de los años 1253 a 1255, y que a pesar de ser una obra
de contenido predominantemente teológico, contiene varios textos
para reconstrucción sistemática del pensamiento político
Tomista.
2. "Comentarios a la ética nicomaquea de Aristóteles", de los años
1261 a 1264
3. "Sobre el Régimen de los Judíos", que data de los años 1263 a2
1267.
4. "El Régimen de los Príncipes", que procede de 1266 y que quedó
interrumpida al final del Capítulo 4 del Libro II, debiendo
atribuirse el resto a su discípulo y confesor, Tolomeo de Lucca;
de menor calidad y no siempre de acuerdo con las apreciaciones
de Santo Tomás expuestas en otras obras.
5. "Suma Teológica", la más importante de sus obras, cuya primera
y segunda parte datan de los años 1266 a 1272; mientras que la
tercera parte, que Santo Tomás dejó incompleta y que Reginaldo
De Piperno completó con un suplemento, fue escrita en 1273.
6. "Comentario a la Política de Aristóteles", obra en que los
libros I, II, III y IV pertenecen a Santo Tomás y el resto a su
discípulo Pedro de Aubernia.
7. "Suma Contra Gentiles", obra en que Santo Tomás expone frente
al mundo su "Weltschauung" (Visión del mundo) y que fue escrito
entre 1259 y 1264.
8. "Comentarios a las Epístolas de San Pablo", escrito exégito en
que s ó l o los comentarios a la Carta de los Romanos y a la
primera de Los Corintios pertenecen a Santo Tomás, en tanto que
el resto se debe también a Reginaldo De Piperno (1269 y 1273).
9. "Cuestiones Quodlibetales y Cuestiones Disputadas", siendo los
primeros escritos breves que abordaban por vía de ensayo una
temática teológica variada (1265-1272) y la segunda, piezas
literarias que trataban monográficamente problemas
fundamentales.
III. Santo Tomás como pensador político.
El influjo que Santo Tomás recibe como pensador político,
proviene, fundamentalmente, de dos grandes figuras: San Agustín y
Aristóteles.
Con el primero, entra en su obra la vena del Cristianismo
antiguo y de la Patrística, es decir, el conocimiento de la doctrina
y obras de los Santos Padres, así como también un platonismo y
estoicismo ya cristianizados.3
En cambio, Aristóteles representaba diferentes ideas y
personificaba la culminación el conocimiento pagano acerca del
Estado. La forma extraordinaria de cómo Santo Tomás es capaz de
concertar estas dos fuentes inspiradoras demuestran, a decir de Galán
en su obra, la Filosofía Política de Santo Tomás, "su talento
excepcional y poseedor de una mentalidad arquitectónica sinpar".
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Ahora bien, la diferencia fundamental entre la Filosofía
Política del Aquinate y las concepciones de San Agustín consiste en
que Santo Tomás supera el pesimismo metafísico y el recelo de la
iglesia antigua hacia el mundo, lo que había producido una
desvalorización de la vida política, llegándose incluso al extremo
de considerar la concepción del Estado como un pecado, es decir,
existía evidentemente, una actitud negativa frente al mundo político.
Estas influencias del mundo antiguo habían penetrado muy
profundamente en las concepciones de la Edad Media, en el siglo XIII,
hasta el punto de que en la fase anterior al estudio de las obras de
Aristóteles, se hallan, sin excepción, dominadas por la idea de que
la comunidad política es una situación artificial, producto del libre
convenio del hombre, y no algo que proviene de la misma esencia y
naturaleza humana.
Sin embargo, el pensamiento de Aristóteles, representaba el
reverso de estas concepciones. En efecto, no hay para el hombre,
según él, ninguna situación ni forma de vida extraña a la convivencia
política. La coexistencia política es la forma natural de vida del
hombre. El hombre es, por naturaleza, un ser social y político, y no
puede dejar de ser esto sin dejar de ser hombre. Entonces, la
comunidad política presenta un valor ético intrínseco y propio, es
decir, tiene una dignidad indiscutible.
Ahora bien, Aristóteles sostenía que no todos los hombres son
iguales, sino que unos han nacido para dominar y otros para servir
y, precisamente, como consecuencia de esta diferencia natural se
explica el Gobierno.
Pero, no debe olvidarse que Aristóteles fue un autor prohibido
por la Iglesia (Papas Gregorio IX, Inocencio IV y Urbano IV); sin4
embargo, poco a poco su pensamiento fue introduciéndose en el seno
de la Escolástica, principalmente por su fuerza y agudeza, resultando
especialmente conveniente para el pensamiento cristiano que el
aristotelismo
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