Articulo petrolero

La caída de un barril

El desabastecimiento en Venezuela ha alcanzado cifras insólitas y alarmantes, la alta inflación anual de 2014, fue superior a 65%, la más alta del mundo, según un análisis escrito por 60 economistas venezolanos. El gobierno responsabiliza a los sectores privados del país de promover una guerra económica contra el pueblo venezolano y es que precisamente es ese pueblo el que padece día tras día los resultados de una mala administración, de la falta de gerencia en las empresas productoras expropiadas por el Estado. No hace falta planificar ninguna “guerra” en contra del gobierno de Maduro cuando el mismo lidia con una en su patio trasero: la guerra del toma y dame. La guerra de la ambición y corrupción que se instaló desde hace años en todos los sectores del gobierno.

Economistas de todo el mundo se han pronunciado alarmados por la caída del precio del barril del petróleo y del impacto que puede generar en los países productores del mismo, han hecho sus planteamientos de cómo lograr un balance, un equilibrio o una salida que favorezca a las economías de países como Rusia, Arabia y Venezuela. Los expertos de la materia en nuestro país sin embargo, no han sido positivos al respecto, y después de que el presidente Obama pronunciara su discurso de la Unión, en el cual se refirió al petróleo prediciendo que seguiría bajando, sus argumentos coinciden con la realidad, el crudo venezolano se ubicó en 38$ y mientras países como EE.UU y Chile por ejemplo, celebran esta caída porque han mejorado su economía, nosotros desde acá padecemos la dependencia de cada barril que se exporta, vivimos en un país donde el gobierno todo lo importa y es el pueblo el que padece en la calle.

Desde mediados y finales del año pasado y en lo que va de 2015 se puede observar en cada rincón del país innumerables colas, eso sin tomar en cuenta a los pueblos y comunidades a las que pasan meses sin llegar los productos de la canasta básica como leche, harina pan, mantequilla, aceite, papel sanitario, entre otros. Aparte de la demanda de los alimentos, en diciembre del 2014 por segundo año consecutivo las jugueterías estaban sin juguetes, luego de la llamada ofensiva económica, estos negocios quedaban en inventario cero. Se presentaron hechos de violencia como saqueos en varios comercios por estos tener sus anaqueles vacíos.

Con la industria textil y de calzado ocurrió lo mismo, desde julio del año pasado, en un comunicado de la Cámara de calzado y componentes, indicó que su producción había bajado por la falta de divisas para adquirir materia prima. En varias tiendas de los centro comerciales, se veían las colas de personas para comprar los “estrenos”. En la cadena de tiendas ZARA determinaron que cada persona podía comprar cinco prendas por mes.

El presidente Nicolás Maduro, a su regreso de su criticada gira, en su discurso de Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional, se refirió en relación a la aguda y fuerte caída de los precios del petróleo, con una frase que se convirtió en polémica y se hizo viral en las redes sociales, una frase que muchos venezolanos la han adoptado desde los inicios de esta revolución, y que, como en un estado de letargo la tenemos clavada en las sienes, el “Dios proveerá” de Maduro es el que todos hemos dicho concurrentemente, pero que en este año, tal vez sea el presidente el que lo necesite más de no tomar medidas drásticas, que generen cambio en las ideologías extremistas, cambio en ese modelo que ha fracasado en el desarrollo económico y social del país.

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