Breve recopilación del inicio de la discusión sobre la gratuidad y su situación en la actualidad.

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Gratuidad en la educación superior:

Crítica a la gratuidad en la Universidad.

Cristian Aravena Solís

Profesora Lorena Jelves Herrera

Estrategias Discursivas para acceder al conocimiento disciplinar

26 de Diciembre del 2015

        Desde el año 2011 en Chile surgió una de la grandes discusiones del último tiempo en la sociedad chilena, provocado por los movimientos sociales llevados a cabo por estudiantes secundarios y universitarios, quienes se volcaron a las calles a exigir “Educación gratuita y de calidad”, lo que se traduciría en terminar con el pago de altos aranceles y en el fin al lucro por parte de los planteles de educación superior. En los últimos meses el tema ha pasado a la agenda legislativa por iniciativa del actual ejecutivo y ha enfocado sus esfuerzos por cumplir una de sus propuestas de campaña, la ansiada educación universitaria gratuita.  

Para comenzar a desmenuzar la gratuidad, nos enfocaremos en tres aspectos del porque no nos parece que, con la realidad actual que vive el país, esta deba ser implementada, en un primer lugar, la gratuidad no solucionara el ingreso desigual a la Universidad por parte de los estudiantes de menos recursos, en segundo lugar, el pagar un impuesto con el fin de costear a los estudiantes universitarios provocara a la larga que los grupos socioeconómicos de menos recursos sustenten a la gran cantidad de universitarios de mejor situación económica, y en tercer lugar, para corregir los dos puntos anteriores es necesario realizar los esfuerzos necesarios en la educación escolar que es la que provoca la gran disparidad entre los jóvenes de nuestro país, que es la que se refleja en el área de la educación superior.

Profundizando las ideas previamente expuestas, comenzaremos con que la gratuidad no es una medida que logrará terminar con la desigualdad en el ingreso a la Universidad, la razón es porque el tópico financiero es una de las tantas variables que restringen a los alumnos de formación escolar en proseguir con sus estudios. Según establece la encuesta Casen del año 2011 (Tabla 10)^[1], un 45% de los encuestados responde que no asiste a la educación superior, a una Universidad, Instituto Profesional o CFT, porque se encuentra trabajando o busca trabajo, mientras que solo un 9,5% dirime una razón económica como obstáculo para continuar con sus estudios, también se encuentran otras motivaciones tales como que termino de estudiar (20%), ser Padres o Madres (9%), ayuda en el hogar (6%) o simplemente no le interesa (3%).  Esto nos respaldaría la idea que aunque la Universidad sea accesible para todos, esto no significa que sea alcanzable, la gran desventaja que acarrean estos jóvenes proviene de entornos tanto familiares, sociales como educacionales deficientes, y que no se soluciona con la gratuidad en la educación terciaria.

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