COMO ES LA ARTESANÍA FAMILIAR

UNA ARTESANÍA FAMILIAR

Desde los 10 años,  Orlando Durán García (49), empezó una pasión por la artesanía. Mientras observó a su padre moldear y pintar cuidadosamente la imagen del Señor, Orlando comprendió que si bien la artesanía no es una profesión, es un trabajo por el cual viviría y moriría.

¿Cómo inicio cono este negocio?

Mi papá era el que había iniciado con este trabajo, con el pasar del tiempo, nos heredó todo su conocimiento, a mí  y a mis hermanos. Yo empecé desde los diez años,  ya luego,  lo heredaron mis hijas y mi esposa. Él fue el que nos enseñó. Era arequipeño, por eso, corría por su sangre la artesanía.

¿Cómo es el proceso para construir nacimientos?        

Para empezar, la materia prima es de Morrope y los complementos, es decir, los moldes,  lo hacemos nosotros mismos. El látex y el yeso vienen de Lima. Después, al tener todo ya listo, iniciamos con la preparación: empezamos a moldear; luego pintamos, poco a poco,  cada figura; luego pasamos a los detalles; y finalmente, el empaquetado.

¿Cuáles son las principales dificultades y necesidades que presenta trabajar en este negocio?

El negocio de los nacimientos solo resulta por campaña navideña, por eso, el resto del año hago alcancías, en diferentes modelos y tamaños, para los cumpleaños, etc…

¿Cuál es la ganancia de este negocio?

No tenemos un monto fijo de ganancia, pero sobrevivimos con este trabajo. Gracias a Dios, siempre la ganancia se mantiene en ese mismo nivel, siempre se ha vendido.

¿Sigue a algún artesano?

Aprendí casi todo de mi padre, pero recuerdo a Manuel Sánchez, un maestro escultor de Ferreñafe, del cual mi familia y yo aprendimos mucho.

Además, los artesanos chiclayanos consideramos como  verdaderos maestros  a las personas de Arequipa, del Cuzco, de ellos vamos aprendiendo.

¿Recuerda alguna anécdota en su trabajo?

Siempre pasan anécdotas, pero ahora no recuerdo ninguna. Pero…ya. En un tiempo, en el gobierno de Alan García, cuando cambió las monedas por billetes, la gente ya no compraba alcancías porque no habían monedas, eran billetes de papel. Es lo que más recuerdo.

Si tuviera la opción de dedicarse a otra profesión…, interrumpe y responde:

De mi parte, no. Trabajo en la artesanía y me quedó con la artesanía.

¿Tiene alguna meta a futuro como artesano?

Continuaré con este negocio, hasta cuando Dios me lo permita. Ya mis hijos verán si continúan. No se les obliga a seguir el mismo trabajo, verán ellos si quieren ser profesionales o no. Porque la artesanía no es una profesión, pero sí un trabajo.

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