CRÍTICAS A LA DESCENTRALIZACIÓN EN COLOMBIA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

DERECHO AGRARIO

ESTUDIANTE: BRAYAN ORLANDO ORTIZ ARIZA

Disertación panel II

CRÍTICAS A LA DESCENTRALIZACIÓN EN COLOMBIA

El proceso de descentralización en nuestro país puede considerarse como uno de los más radicales en Latinoamérica, y es a partir de la proclamación de la constitución política de 1991 donde la institución de la descentralización adquiere un formalismo de carácter constitucional, lo cual lo reviste de un imperativo a tener en cuenta en el nuevo desenvolvimiento de la división administrativa del país.

En principio, se plantea la necesidad de aplicar la descentralización para lograr la inclusión del territorio de manera más apropiada al sistema gubernamental que por mucho tiempo se había petrificado en el centro del país, dejando en el olvido a las regiones más apartadas de la capital. Es así como se ve la posibilidad en el periodo anterior a la constituyente de permitir a las regiones la elección democrática de alcaldes con los cuales se pudiera tener una aproximación del gobierno central en las regiones a través de mecanismos de participación ciudadana, con la finalidad de que así pudiesen ser escuchados y satisfechos sus problemas, teniendo en cuenta que, la solución de los mismos, requieren de la intervención gubernamental para ser solucionados.

De esta manera la propuesta de descentralización nacía como un mecanismo para integrar de manera efectiva las diversas regiones del país en el sistema de gobierno, sin embargo, este proceso de descentralización también trajo consigo muchos problemas referentes a la escasez de resultados referentes a la integración regional, la debida representación de las regiones y en general déficit en las regiones que dan cuenta de una inequitativa distribución de los presupuestos dejando en evidencia que si bien la descentralización trajo consigo la distribución de autoridades administrativas a todo el territorio nacional, no se ve reflejado materialmente el trabajo que se proyectaba a través de la división de las entidades administrativas de orden centralizado.

La dimensión de descentralización territorial reviste un carácter de gobierno regional elegido democráticamente en el cual el gobierno central pudiera  trasladar asuntos desde la autoridad central a la nueva autoridad territorial, sin embargo, el proceso histórico de nuestro país ha demostrado que si bien hemos tenido una historia con varios intentos de transformación social, la lógica de las relaciones de poder no ha variado considerablemente, pues los grupos poderosos se han mantenido aún con el paso del tiempo, y esto causando una inevitable relación del gobierno central con esos grupos que concentran el ejercicio del poder a partir de su importante influencia en el campo económico y político en las regiones apartadas del centro, situación en la cual se puede ver que , si bien en la relación entre los grupos dominantes y el gobierno central durante el predominio del centralismo administrativo, se confiaba a estos personajes influyentes las calidades de gobernantes nombrados desde el centro, generalmente como producto de relaciones de compadrazgo y confluencia de intereses, dejando supeditado los intereses de una región a los de un individuo.

Ahora bien, después de la puesta en marcha de la descentralización administrativa, la cual traía con sigo la búsqueda de una participación activa de la gente en la elección de sus gobernantes y representantes en el ámbito general y local, con la intención de ver reflejada su voz en la de quien se pretendía representar sus intereses ante el nivel central y además harían las veces de gobierno regional con una mayor legitimidad pues esta vez ya no se sometería a la voluntad del gobierno central la imposición de un gobernante sino que esta vez era el pueblo quien podría elegir a sus gobernantes.

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