Cambios demográficos en chile durante la primera mitad del siglo XX
Enviado por abigailsfg • 8 de Abril de 2019 • Trabajo • 2.602 Palabras (11 Páginas) • 395 Visitas
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Cambios demográficos en chile durante la primera mitad del siglo XX
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Integrantes: -Ignacio mancilla
-Felipe rivera
-Sebastián Gómez
-Víctor droguett
Curso: 3 c tp
Profesora: Bárbara Valenzuela
Introducción
Crecimiento demográfico es el aumento o disminución de población. Durante el siglo XIX la población chilena creció de manera ininterrumpida cosa que se mantuvo hasta la primera mitad del siglo XX.
Tales modificaciones estuvieron vinculadas a las formas que adopto la economía como rol regulador, impulsador, educador y proveedor que asumió el estado.
Desarrollo
Crecimiento demográfico y esperanza de vida
Según el censo de 1895, en Chile había 2 695 625 personas, las que, hacia 1907, aumentaron a 3 231 022 y en 1952 a 5 932 995. Esto se debía fundamentalmente a la presencia de una alta tasa de natalidad y a una disminución paulatina en la tasa de mortalidad, que, de todos modos, se mantuvo alta, fundamentalmente por la elevada tasa de mortalidad infantil. La tasa de crecimiento demográfico solo se incrementó de manera sustantiva desde la dé- cada de 1960, cuando fue de 2,5 %. Este aumento se asoció a la implementación de políticas públicas en salud, a la introducción de tecnología médica y a las mejores condiciones generales de vida, por ejemplo en vivienda e higiene, que se dejaron sentir especialmente a partir de las décadas de 1930 y 1940. Lo anterior se tradujo en una contracción más clara en la tasa de mortalidad, sobre todo en la de infantes, a partir de las décadas de 1940 y 1950, junto con un incremento en la tasa de natalidad entre 1950 y 1965, aproximadamente, que luego decayó, pero de manera menor a lo que lo hizo la tasa de mortalidad. La esperanza de vida al nacer aumentó en la primera mitad del siglo XX. En 1910, los hombres vivían casi 26 años en promedio; en 1922 llegaron a casi 31, y en 1952 a alrededor de 53. En el mismo registro, las mujeres pasaron de vivir casi 27 años, a más de 32 y en torno a 57 en el último tramo. A pesar de la mayor sobrevida, durante esta época el tema de la vejez no fue recurrente a nivel de opinión pública, ya que gran parte de la población se encontraba en los segmentos etarios infantil y juvenil.
Composición etaria de la población
Durante los dos primeros tercios del siglo XX, la estructura etaria de la población se mantuvo bastante estable, siendo los segmentos de la infancia y la juventud los más numerosos. De hecho, entre 1907 y 1970 la población menor de 30 años siempre constituyó al menos el 65 % del total nacional. Debido a la juventud de los habitantes del país, durante este período aproximadamente la mitad de la población participaba del mercado laboral. En el caso de los hombres, la situación era más evidente, ya que al menos el 78 % trabajaba, lo que constituía cerca de dos tercios de todos los trabajadores.
Distribución de población por grupos de edad | ||||
año | menores de 15 años | entre 15 y 29 años% | entre 30 y 59 % | desde 60 años % |
1907 | 38 | 28 | 28 | 6 |
1930 | 37 | 29 | 28 | 6 |
1952 | 37 | 27 | 29 | 6 |
1970 | 39 | 26 | 27 | 8 |
Inmigraciones internacionales
Si bien Chile no ha sido tradicionalmente un país de inmigración dentro de la región, a diferencia de naciones como Argentina, desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX el Estado patrocinó el arribo o permitió la llegada de inmigrantes de diversas regiones del mundo. En 1907, el 4,1 % del total de la población había nacido en el extranjero, y hacia 1952 tal cifra había descendido al 1,8 %. En el lapso mencionado, los europeos constituyeron entre el 53,3 y el 67,2 % de todos los inmigrantes, entre los que destacaron alemanes, británicos, españoles, italianos, croatas, suizos y franceses. Cerca de 10000 árabes, mal llamados “turcos” en esta época, llegaron a Chile en la primera mitad del siglo XX. Principalmente de origen palestino, sirio y libanés, y mayoritariamente de religión cristiana, se dedicaron generalmente al comercio, tal como tradicionalmente lo hacían en sus lugares de origen. A principios de siglo comenzó también el arribo de la colonia gitana, la que se asentó o deambuló a lo largo de todo el territorio nacional. Si bien en este período la gran mayoría de los extranjeros provino desde fuera del continente, también existió una inmigración intrarregional, en la que destacaron argentinos, bolivianos y peruanos, los que aumentaron a medida que transcurría la segunda mitad del siglo XX.
Migración campo-ciudad
En el tránsito del siglo XIX al XX el país acrecentó su desarrollo urbano. En la década de 1930, la población urbana por primera vez superó a la rural, situación que se profundizó con el transcurrir del siglo. El crecimiento urbano se debió a múltiples factores: El traslado de trabajadores, en su mayoría campesinos del sur, hacia la pampa del norte chileno para trabajar en las salitreras: En torno al yacimiento se formaban las oficinas o campamentos de propiedad de las empresas mineras que dotaban de servicios sanitarios, educativos, de comunicación y entretención, usualmente de manera precaria. Se estima que en 1899 trabajaban aproximadamente 18 000 personas y que para 1914 esa cifra había aumentado a 46 000. La búsqueda de trabajos en las ciudades: La introducción de nuevas tecnologías aplicadas al riego y a los cultivos, así como a la introducción de cepas mejoradas de semillas, disminuyó la fuerza laboral requerida por la economía agrícola, lo que obligó a miles de campesinos a buscar ocupación en las urbes. El traslado de numerosos operarios y sus familias hacia algunas ciudades porteñas: Como resultado del ciclo exportador del período 1880-1930, había florecido un enorme circuito comercial que generó empleos. Ejemplo de ello fue el puerto de Valparaíso y sus zonas adyacentes, que albergaban en 1885 a 104952 personas; en 1907 a 162447, y en 1920, a 182422. La ocupación de inmigrantes rurales en industrias: Desde fines del siglo XIX, en ciudades como Santiago y Concepción, muchos inmigrantes rurales encontraron ocupación en las producciones manufactureras recién instaladas. Este proceso se intensificó a partir de las políticas de industrialización llevadas a cabo por los gobiernos radicales. La llegada de extranjeros a las zonas urbanas: El Estado entregó tierras habitadas por indígenas y campesinos pobres a inmigrantes, especialmente alemanes, croatas e italianos. Si bien los sectores dirigentes pensaban en un asentamiento foráneo de tipo semirrural, los nuevos habitantes se instalaron en zonas urbanas, como los alemanes en los alrededores del lago Llanquihue y de Valdivia; y los croatas en Punta Arenas.
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