Arquitectura moderna en la primera mitad del siglo XX

Estilo: Arquitectura moderna en la primera mitad del siglo XX
Galindo Duran Juan de Dios
Juan.galindo.gd@gmail.com

Siglo XX, la disputa económica mundial se ve reflejada en la Primera guerra mundial, los avances tecnológicos que supusieron a partir de la revolución industrial generaron que la guerra fuera más devastadora de lo pensado. Esta funge como un cambio importante en la sociedad mundial y en la forma de pensar y crear. Esto afecta tanto en la cultura como en la forma de apreciar el arte.

          Nos entramos en una etapa del tiempo donde México, un país que entra en revolución en 1910, después del periodo conocido como porfiriato, y de una época donde Porfirio Diaz busca traer los estilos y corrientes artísticas a México de Francia (Art Deco, Modernismo). Durante todo el proceso de la revolución en México la arquitectura estuvo estancada, sin embargo, al finalizar este periodo, y por el problema económico en el que se encontraba México, la arquitectura generara un cambio, evitando los estilos traídos por el porfiriato y enfocándose en una arquitectura mas simple, la arquitectura moderna. Por esto, se pretenderá llegar a una conclusión profunda de lo que realmente represento este estilo arquitectónico, de que manera fue vista esta en su tiempo y como fue desarrollándose a lo largo del tiempo.

          Juan O’ Gorman, conocido por ser de los pioneros de la arquitectura moderna y del muralismo en México, nos dice como se interpretaba este estilo arquitectónico en esos tiempos, “Por funcionalismo debemos entender la tendencia en la arquitectura a realizarse como obra de ingeniería, es decir, con el máximo de eficiencia por el mínimo de esfuerzo. Se entiende claramente que dentro de este concepto queda eliminada la posibilidad de realizar la obra de arte arquitectónica y que la arquitectura se convierte en ingeniería de edificios” (Juan O’ Gorman, 1934), por esto, la arquitectura mexicana queda sumergida en un periodo en donde las edificaciones pierden su esencia arquitectónica, dando paso a una arquitectura funcionalista, en donde “La forma sigue a la función” (Louis Sullivan,1896), por lo que se ve mas las maneras de atender a la sociedad, que aun resentía los efectos de la revolución Mexicana. Esto nos deja edificaciones que son basadas principalmente en su función o finalidad, perdiendo su lado estético al momento de diseñar. Sin embargo, este estilo fue bien acogido por las soluciones que dio a esta problemática, mostrando este tipo de arquitectura principalmente en escuelas, multifamiliares, centros de salud, etc.

          O’ Gorman (1934) niega a la estética el papel que se le ha dado como medio para resolver y como finalidad de la obra. El pensamiento funcionalista en México toma un sendero en el cual se deja de lado todo sentimiento que podía dejarte una obra arquitectónica, pierde el lazo cultural que se tenía, dando entrada a la época de rascacielos en las ciudades de mayor nivel económico. La arquitectura se vuelve una ingeniería a los ojos de los arquitectos mexicanos, pierden su identidad y empiezan a estancarse en un estilo que no se llega a comprender.

          “Una obra bella que olvida su finalidad útil, la consideramos desintegrada arquitectónicamente, será una hermosa decoración o una escultura monumental, pero no una autentica obra de arquitectura” (José Villagrán, 1945), es decir, la parte fundamental de una obra arquitectónica es su funcionalidad, si no cumple una función social, si no es capas de ser habitable no es arquitectura. De esta forma se basaba el pensamiento arquitectónico, los arquitectos se encuentran en un periodo donde se construye por mera necesidad del humano, ignorando si esta llega a ser o no bella, ya no se conecta con el ambiente, lo que genera que se hagan edificios como “cajas de zapatos en el piso” (Frank Lloyd Wright, 1943).

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