Circuitos migratorios (México-Estados Unidos)
Enviado por Rodrigo Montalbán • 30 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 2.703 Palabras (11 Páginas) • 111 Visitas
La migración en las últimas décadas ha sido un fenómeno que ha cobrado mayor visibilidad e importancia ante estudiosos y la sociedad en general.
Fenómeno que si bien, ha ocurrido desde tiempos muy remotos, por lo general ha sido estudiado desde un reduccionismo economicista; graficas, cifras y demás instrumentos de medición que nos permiten saber cuántos se van y regresan, el dinero que envían a las familias así como quienes permanecen en el lugar al que emigran, entre otros, así como la falta de una perspectiva de género, en la cual sólo se visibiliza a los hombres sin dar cuenta que muchas mujeres, niños, actualmente han incursionado en la migración como agentes de suma importancia. Todo esto sin dar cuenta del trasfondo de una diversidad de motivos que empujan a los migrantes a dejar su lugar de origen. Motivos los cuales rebasan lo económico, que hasta no muy lejanos tiempos, sólo nos hemos permitido ver como una causal económica y que actualmente se comienzan a ver desde una distinta óptica, en la cual existe una migración por amor, aventura, engaño, una persecución o en palabras de algunos, porque sí.
Ligado a todo lo anterior, no sólo se trata de los motivos por los cuales los inmigrantes deciden abandonar sus hogares y ser vistos como entes económicos que generan algún beneficio al país, ¿qué hay detrás de esos cuerpos que se mueven en medio del desierto implacable? Hay más que alguien buscando el famoso “American dream”, hay alguien que siente, que piensa, que vive, que abandona la tierra que lo vio nacer para llegar a un lugar donde todo le es desconocido, para ser un extranjero.
En este trabajo, trato de abordar desde la migración México-Estados Unidos la importancia de la visibilidad de una diversidad de los motivos así como las emociones que mueven a los inmigrantes a huir de sus lugares de origen, todo lo que conlleva alejarse de sus seres amados; los sacrificios no sólo físicos que incluso puedan poner sus vidas en riesgo, sino que también en muchas ocasiones son emocionales, problemas familiares o de alguna otra índole que mueven más que el dinero, y en algunos de los casos son el detonante para que haya una migración de retorno definitiva. Así como la repercusión de todo ello en lo social y cultural. Para lo cual me apoyaré en el caso de Julio, que emigró a Seattle, Washington en los 90’s con ayuda de unos sobrinos.
La migración, como ya he mencionado anteriormente, ha sido un fenómeno que ha tomado relevancia y una óptica diferente en los últimos años, aunque por mucho tiempo con una perspectiva económica. Esto como resultado del inminente crecimiento de la globalización. Este fenómeno representa una cuestión fundamental en la agenda de algunos gobiernos, ya que es un factor importante de impacto en lo económico y en lo social en los países que se ven involucrados En este caso, México-Estados unidos. Que en su momento con la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos, se trataba de visualizar un cambio en el sector migratorio, cosa que no sucedió. Hubo una continuidad de la política exterior de antiguos presidentes hacia con México, que no dio resultados realmente favorables. Aunado a esto, la gran dependencia económica y el control que ejerce este sobre países latinoamericanos que en la promesa del capitalismo por el progreso no ha habido más que estancamiento o rezago. “Debido a la desigual distribución del poder político en las naciones, la expansión del capitalismo global lleva a la perpetuación de las desigualdades y al forzamiento de un orden económico estratificado. En lugar de experimentar un progreso inexorable hacia el desarrollo y la modernización, los países pobres están atrapados en una situación de desventaja dentro de una estructura geopolítica desigual que perpetúa su pobreza” (Durand, Jorge y Douglas Massey (2003) p 7.)
En efecto, una de los primeros motivantes para la migración es el factor económico. En algunos países se cuenta con seguros para la vejez tanto públicos como privados, políticas públicas que a partir de programas sociales como seguros de desempleo, facilitación de créditos, apoyo económico, no logran resolver el problema de raíz, la falta de oportunidades y recursos y lo que deriva de ello (desigualdad, discriminación, exclusión social, entre otros). A partir de ello, las familias se ven de alguna manera obligadas a enviar a uno o más miembros de la familia a otro estado o país para poder subsistir con las remesas que estos envíen y junto con ello, los trabajos que desempeñan los miembros que han permanecido en la comunidad de origen, esto se vuelve un gran incentivo como para considerar la migración sin impedimento alguno. “Los problemas en el mercado de trabajo local, que limitan las oportunidades de las familias pobres, pueden también aumentar el atractivo de la migración, en cuanto constituyen una oportunidad de obtener alunas ganancias en términos relativos.” (Durand, Jorge y Douglas Massey (2003) p 4.) Ligado a esto, el factor económico también se vuelve una cuestión de imagen, importante frente a los otros. En algunos casos, recurrir a la migración se toma como una forma de “acompletar” los ingresos familiares. No es que apenas puedan subsistir, sino más bien, sobresalir de entre los otros y así mejorar su imagen ante la comunidad y consigo mismos. La gente va hacia dónde vale más. “La sensación de carencia de un grupo familiar depende de los ingresos de los que se ve privado dentro de su grupo de referencia.” (Durand, Jorge y Douglas Massey (2003) p 4.). Pareciera que las familias deciden el valor que tenemos.
Dejando un poco de lado (pero no evadiendo es algo importante) el aspecto económico, lo cultural dentro de la migración tiene una gran relevancia dentro de este fenómeno.
La migración es un proceso que ha repercutido en las sociedades, impactando de tal manera que logra cambios en las dinámicas de estas.
A lo largo de su historia y la rapidez con la que ha crecido, este proceso ha creado tal vez no de manera intencionada, como producto los circuitos migratorios; dónde no sólo hallamos circulación de personas, sino también de objetos, emociones, sentimientos y la creación de redes sociales, donde se hayan espacios de intercambio social, cultural, etc. Más allá del lugar al lugar de dónde se viene o se va, son puntos clave para que la migración se fortalezca.
No sólo el mirante es el que se encuentra el inmerso dentro de estos circuitos, todo aquello que sea en apoyo a que los circuitos se mantengan vivos, es una manera de estar dentro de ellos. “La concepción de circuito migratorio (…) implica no sólo la vinculación entre espacios geográficos ligados por migraciones o por desplazamientos temporales, sino la construcción de otros lugares conectados a través de vínculos interpersonales y prácticas transnacionales. En esta concepción, la vinculación entre espacios no implica necesariamente haber migrado, ni tener relaciones de parentesco directo entre quienes se mueven en esos espacios, sino estar involucrados en las redes que activan al circuito a través de vínculos (…)” (Rivera, Liliana. (2012). P. 35). Es decir, dentro de éste circuito se encuentran lugares físicos, que visitan los migrantes en su largo viaje hacia su destino y que para ellos representan una parte importante del mismo ya que generan emociones, por otro lado, tienen conocimiento de lugares no visitados, donde puedes recurrir en algún momento de su viaje ya sea de ida o regreso. Personas que se encuentran estos lugares que en muchas de las ocasiones fungen como mensajeros para poder entregar objetos o las remesas a los familiares, en otras palabras todo aquello que mantenga viva la migración.
Esto es muy de total importancia, puesto que, aparte de mantener viva la migración es dónde se generan redes de personas, tejido social, de un proceso dinámico y complejo, sin el cual, posiblemente y que es lo más seguro, la migración podría caer. Un capital social que a través de las interacciones va creando vínculos como la amistad y solidaridad. “A lo largo de su desarrollo el fenómeno migratorio emergente se ha fincado en las interacciones de los agentes involucrados, quienes establecen relaciones sociales entre sí para facilitar su incorporación a los flujos. En estos vínculos dichas interacciones inician y maduran a través del tiempo, por las relaciones establecidas con una cantidad determinada de miembros involucrados, dando paso a la formación de estructuras sociales que las sustentan y facilitan.” (Pérez, Mario. (2013). P. 144).
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